Raúl Rivas, microbiólogo: "Con dos kilos de toxina botulínica se podría acabar con la humanidad"
"Si la especie humana se extingue, los microbios nos sobrevivirán" / "El mosquito es el animal más mortífero del planeta" / "Los jóvenes no vivieron el SIDA y si no tienen la información se van a cometer los mismos errores" / "Las bacterias multirresistentes son un problema gravísimo".
9 octubre, 2023 02:57Cuando alguien evoca a Isabel I de Inglaterra, probablemente lo haga recordando su tez empolvada de blanco. La imagen, que muchos pueden achacar a una excentricidad de la reina, respondía realmente a una necesidad: tapar las manchas que la viruela le había dejado de joven. Ay, si la monarca supiera que el ungüento que se aplicaba llevaba plomo, lo que probablemente contribuyó a acelerar su final. Salió de Guatemala, para meterse en Guatepeor.
Lo de la reina virgen es una nimiedad si se compara con los efectos que tuvo la viruela sobre la antigua Roma. Durante la segunda mitad del siglo II d. C., la peste antonina (el nombre que recibió la enfermedad) cursó la peor crisis sanitaria del imperio. "En última instancia, consecuencia de la epidemia que diezmó el Imperio de Roma, las invasiones germánicas fueron una de las causas más directas del colapso del poder romano en Europa Occidental [...] Roma gobernó el mundo, pero un pequeño virus, por entonces indomable, la doblegó y venció".
Las líneas proceden de Historia de los microbios (Guadalmazán), la última obra de Raúl Rivas, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca, que cuenta de una manera sencilla y apta para todos los públicos como algo tan diminuto como los microorganismos han tenido papeles trascendentales en el devenir de la humanidad.
Algunos capítulos son para bien. No hay que olvidar que el hongo Penicillium notatum nos dio la penicilina. O que la levadura está detrás de la fermentación del pan. Otros son para mal. Bueno, más bien para recordar los riesgos de no estar atentos a este mundo diminuto. Entretener y divulgar es la misión de Rivas, que charla con este periódico sobre pasado, presente y futuro de la Microbiología.
¿Cómo han moldeado los microbios la Historia?
Bueno, los microbios estaban en el planeta mucho antes de nosotros y tienen una capacidad de intervención decisiva, equiparable, por ejemplo, a la tectónica de placas que estamos viendo en los últimos días y que causan terremotos aquí y allá. Somos lo que somos gracias a los microorganismos. Sin microorganismos no existiría la vida en el planeta y no sería tal y como la conocemos. Por supuesto, nosotros tampoco seríamos así sin microorganismos. Tenemos más microorganismos en nuestro cuerpo que células humanas y todos ellos tienen una función o la han tenido a lo largo de la Historia. Algunos para bien y otros para mal, pero han sido decisivos en muchos sucesos que han marcado el rumbo de la humanidad.
Leyendo el libro y según lo que comenta, ¿se podría decir que los microbios son superiores a los humanos?
Desde luego los microbios se adaptan a cualquier circunstancia. Y le puedo decir que si un día la especie humana se extingue, los microbios nos sobrevivirán. Estaban aquí antes de que llegásemos como especie y permanecerán después de que nos hayamos ido. Son adaptables, moldeables y supervivientes.
Y asesinos. Probablemente, estén detrás de la muerte de una de las personas más poderosas del mundo antiguo, como es el caso de Alejandro Magno y el virus del Nilo Occidental.
Un virus tan mediático ahora, como es el virus del Nilo Occidental, del que hemos tenido hace unos cuantos meses casos en España, no es un virus nuevo. Lleva cientos de años entre nosotros y todo apunta, por la crónica y la documentación que hay en la época, que afectó a Alejandro Magno y que estuvo directamente relacionado con su muerte y con la posterior caída de todo el imperio macedonio.
El virus del Nilo Occidental es transmitido por mosquitos. Durante décadas el mundo parecía estar ganando la guerra contra estos insectos y combatiendo las enfermedades mortales que transmiten. Sin embargo, en los últimos años, parece que el progreso no sólo se ha estancado, sino que se ha revertido. Como en el caso de Alejandro Magno y el imperio macedonio, ¿pueden ser una amenaza grande para nosotros a día de hoy?
Totalmente. Eso de que teníamos controlados aparentemente los mosquitos era una ilusión que nos gustaba creer. En la actualidad, vivimos el momento de mayor control y prevención, pero el mosquito es el animal más mortífero del planeta, muy por encima del resto de animales. Son transmisores de enfermedades mortales. El virus del Nilo Occidental es una de ellas, pero hay muchas otras: el dengue, la fiebre amarilla o el chikungunya. También nos pueden transmitir otras enfermedades terroríficas como la malaria.
Por otro lado, los mosquitos tienen un papel fundamental en la naturaleza. Son también polinizadores y no podemos eliminarlos, porque eso sería un desastre que llevaría a un perjuicio aún mayor. Hay que tener medidas de prevención y ser cautelosos con los mosquitos. Recientemente tenemos casos autóctonos de dengue en España y en algunos otros países de la Unión Europea cercanos, cosa que no había ocurrido hasta ahora. El cambio climático, entre otras cosas, está permitiendo que el mosquito vector se vaya expandiendo y vaya ocupando territorios en los que antes no estaba.
Los microbios también sirven para crear armas. Los alemanes lo intentaron con la toxina botulínica. Ahora que está tan de moda Oppenheimer. Si la hubieran usado, ¿sus efectos podrían haberse equiparado a los de la bomba atómica?
En ese momento es muy posible. Era un arma biológica terrorífica. En realidad, no hay una única toxina botulínica, son varias, pero hablando de la toxina botulínica en general, es la toxina más potente conocida por el hombre. Con una cantidad ínfima, podemos matar a una persona de complexión mediana. Con poco más de dos kilos, podríamos acabar con toda la humanidad. Es un arma a tener en cuenta.
En el capítulo que le dedica a la lepra, el final deja una nota inquietante. Dice que el bacilo responsable puede estar circulando en más animales salvajes de los que se sospechaba. ¿Qué significa esto?
Se ha visto que puede estar circulando entre chimpancés, ya se ha comprobado con algunas investigaciones. El hecho de que un microorganismo esté circulando en lo que llamamos ciclos selváticos, la naturaleza u otros animales, implica que va a ser mucho más difícil de erradicar, de eliminar o de intentar controlar.
¿Cómo se erradica una enfermedad de estas características?
Sólo hay dos enfermedades que han sido eliminadas a lo largo de la historia de la humanidad. Una es la viruela humana, que se dio por erradicada a finales de la década de los 70 del siglo XX, y la peste bovina, un virus animal que se erradicó a principios del siglo XXI. No hay más y fueron las dos por la vacunación. La viruela humana, en el cómputo total de la historia de la humanidad, ha matado a más personas que todas las guerras juntas y se pudo eliminar porque no tiene reservorio animal. Es un virus que solo infecta humanos, solo se propaga por humanos. Todas las personas que tienen algo más de 45, 48, 49 años tendrán una marquita en su brazo consecuencia de la vacunación de la viruela. Los más jóvenes ya no la tienen, ¿por qué? Porque ya no fue necesario vacunar contra algo que no existía y eso ha sido gracias a la ciencia.
Sin embargo, si hubiese reservorio animal, como pasa por ejemplo con el SARS-CoV-2, el ébola o el Nipah, que son virus que últimamente están muy de moda, es mucho más complicado porque siempre pueden estar circulando entre la vida silvestre. Aunque vacunemos a toda la población, si hubiese una persona sin vacunar, podría infectarse como consecuencia del contacto con los posibles reservorios.
Mirando a un lado positivo de todas estas crisis pandémicas vividas, en el libro comenta que la crisis de la peste contribuyó a posteriori al renacimiento de Europa, hasta en un sentido literal, ya que tras ella surge el propio Renacimiento.
Estoy convencido de ello y todos los datos apuntan a eso. La peste es una enfermedad bacteriana vigente en la actualidad. Seguimos teniendo casos de peste, muchos localizados en el este de Asia, donde están los reservorios principales que son las marmotas. También se propaga a través de la de las pulgas de las ratas. En Mongolia suele haber casos o en Estados Unidos. No es una enfermedad olvidada. Pero a mediados del siglo XIV asoló Europa. En algunas zonas, como España, apenas quedó un tercio de los habitantes y afectaba a todo el mundo por igual, morían los pobres y morían los ricos. Si éstos no tenían herederos, los bienes se repartían, lo que contribuyó a un mayor reparto de la riqueza. Las ciudades se revitalizaron gracias a la inmigración de las áreas rurales y la mano de obra empezó a estar muy cotizada porque había poca gente que supiese trabajar, con lo cual subieron los sueldos y la gente tenía más dinero para conseguir una vida mejor.
El tener la muerte tan cerca cambió la mentalidad hacia al disfrutar de la vida. Hubo un montón de cosas sobrevenidas y entrelazadas que hicieron desaparecer poco a poco el sistema feudalista imperante y facilitar la entrada del Renacimiento.
Acaba de decir que tener la muerte tan cerca cambió la mentalidad de la población. Sin entrar a una equiparación de cifras, porque no se puede, me pregunto si con la Covid ha pasado lo mismo. La percepción para muchos es que se olvidó pronto eso de "saldremos mejores".
Yo creo que al principio sí, pero parece que la gente sí tiene esa percepción. A mí me gusta escribir sobre historia, sobre microorganismos y las cosas que pasan porque recordar la historia nos permite no volver a cometer los errores cometidos en el pasado. En los últimos meses estamos viendo un repunte importantísimo de algunas enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis o la gonorrea y hay que tomar medidas preventivas para no incurrir en errores del pasado. Lo cuento en el libro, uno de los hechos que nos cambió absolutamente como sociedad fue la aparición del VIH y del SIDA. Transformó nuestra idea de las relaciones sexuales, de la prevención y de lo que podía pasar.
Al hilo de esto, hace poco en Madrid se han pedido medidas para valorar las dimensiones de una práctica de riesgo como es el chemsex y se comparaba lo que puede suceder con lo mismo que pasó en el Madrid de los 80 y 90.
Estamos volviendo en cierta manera a algunos de los puntos vividos. ¿Por qué? Porque los jóvenes no lo vivieron, no lo conocieron. Si no se le da la información adecuada, si no se transmite de forma correcta, se van a cometer los mismos errores. Y por eso es tan importante que sepan que hay enfermedades de transmisión sexual.
Lo hemos vivido hace poco con la viruela del mono. Se presentaba como algo controlado que no iba a alcanzar las cotas de casos y muertes que alcanzó y lo hizo porque en muchas situaciones hubo una propagación acelerada como consecuencia de eventos sexuales multitudinarios. Hay que informar a la juventud, hay que informar a la población. De nuevo, reitero: la divulgación científica es una herramienta extraordinaria para hacerlo.
Hay veces que hasta a los propios científicos y médicos les cuesta que les hagan caso. Lo cuenta el libro con la historia de Semmelweis, el obstetra que descubrió que desinfectarse las manos antes de atender un parto salvaba vidas -esto a mediados del s.XIX- ¿Por qué fue tan denostado? ¿Por qué fue tan difícil lograr que los médicos se desinfectaran las manos?
Hay que ver la historia o es injusto ver la historia con la mirada presente y con lo que tenemos. En cada momento, hay personas pioneras, visionarias, que van contracorriente de las opiniones establecidas y resulta difícil que se impongan sus apreciaciones. Los médicos en aquel momento estaban en un pedestal, en el cual nadie les podía decir qué era lo que podían o no podían hacer. Las prácticas de Semmelweis terminaron instalándose y salvando la vida de millones y millones de mujeres que iban a dar luz a los hospitales y que contraían diferentes infecciones, que podían derivar en septicemia y esto en la muerte de las madres e, incluso, de los bebés.
Es una pena la historia de Semmelweis. Irónicamente, murió de septicemia, una complicación que, lamentablemente, ha sido muy sonada por la muerte de Pepe Domingo Castaño. A la gente le resulta complicado creer que se puede morir de una infección.
Sí, efectivamente, por una infección de garganta resistente. Las bacterias multirresistentes son un problema gravísimo actualmente y lo serán en un futuro. Tenemos que buscar nuevas herramientas, tenemos que seguir invirtiendo en investigación, porque se prevé que en el año 2050 las bacterias multirresistentes serán la principal causa de mortalidad. Lo hemos visto, por desgracia, en una figura emblemática de la radio y de la sociedad, como era Pepe Domingo Castaño.
Aprovechando que sus libros versan sobre historia, quizá esto protagonice un capítulo de otro futuro. Expertos han alzado la voz de alarma desde Ucrania diciendo que la guerra está favoreciendo la proliferación de bacterias multirresistentes. ¿Qué debemos temer?
Los conflictos bélicos traen siempre consecuencias nefastas y una de ellas está relacionada con la propagación de enfermedades y también con las bacterias multirresistentes. Si se limitan los medios sanitarios, se interrumpen o se destruyen las infraestructuras, cada vez es más difícil obtener medicaciones adecuadas o atenciones sanitarias correctas.
Las resistencias son un grave problema, al igual que lo son otras cosas, como por ejemplo la rabia. La rabia es una enfermedad terrible, prácticamente mortal en el 100% de los casos. Hace poco hemos tenido algunos casos en Melilla de rabia en perros o en otros animales, en mamíferos en general. En Ucrania se está dando el caso de que, con esa salida masiva del país de personas con sus mascotas, muchas de ellas no vacunadas, había riesgo de propagación de rabia. Por eso se tomaron las medidas pertinentes, para que las personas según llegaran con sus mascotas se las vacunará de la rabia. Puede parecer una bobada, pero todo está ligado y unido.
En el hilo de posibles problemas futuros planea el fantasma de la gripe española, con unas cifras terribles de mortalidad. Según cuenta en el libro, "batió a más personas que la Primera Guerra Mundial y que la Segunda. Cobró más bodas que la peste negra en la Edad Media en cien años y recaudó más almas en veinticuatro semanas que el sida en sus primeros veinticuatro años". Fue causada por un virus de la influenza, ¿sería el que tuviera más papeletas para ser un posible riesgo en el futuro?
Este en concreto no, pero sí algunos muy parecidos de los influenzavirus. Este ya hizo lo que tenía que hacer en su momento. Era un H1N1; hoy en día el que nos preocupa especialmente, al menos a mí, es el H5N1, que es el famoso virus de la gripe aviar, que está alcanzando decesos masivos de aves, pero cada vez más frecuentes también brotes en mamíferos. Si este virus consigue acomodarse a infectar de manera recurrente células de mamífero, estará más cerca de propagarse con facilidad entre los humanos. Y ya sabemos que en humanos tiene una mortalidad altísima, que roza el 50%. Los influenzavirus, en general, son virus muy a tener en cuenta por su potencial pandémico.