Por qué los científicos quieren que las bebidas de alcohol adviertan sobre el cáncer en sus etiquetas
Irlanda es el único país de la Unión Europea que ha aprobado introducir advertencias sobre el cáncer en el etiquetado de los productos alcohólicos.
11 abril, 2024 02:39No hace falta ser fumador para saber que en las cajetillas de tabaco aparecen claras advertencias del riesgo de cáncer que conlleva su consumo. En cambio, en las bebidas alcohólicas no hay ninguna indicación de este tipo pese a que el riesgo también ha sido probado científicamente.
Esta relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar tumores no es precisamente reciente. En 1988 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), organismo perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya clasificó las bebidas alcohólicas como carcinógenas; es decir, como sustancia que puede causar o favorece el desarrollo del cáncer en humanos.
La OMS también publicó un informe a finales del pasado año en el que advertía que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden causar cáncer. "La asociación de alcohol con cáncer de hígado es muy conocida. Pero con otros tumores existe un gran desconocimiento", afirma Miguel Marcos, miembro del Grupo de Alcohol y Otras Drogas de la Sociedad Española de Medicina Interna, a EL ESPAÑOL.
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Además del de hígado, este médico internista del Hospital Universitario de Salamanca-IBSAL y catedrático de la Universidad de Salamanca advierte que los tipos de cánceres que más se asocian con el consumo de alcohol son el cáncer de boca, de garganta, de larginge, de esófago, de colon y de mama. Según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el alcohol fue responsable de 12.000 cánceres en 2020. El cáncer colorrectal ocupaba el primer puesto, con 4.500 casos; seguido del de mama (4.500) y el de hígado (1.500).
Etiquetado como el tabaco
En el caso de que se planteara la posibilidad (y se aprobara) un etiquetado en bebidas alcohólicas con advertencia sobre el riesgo de cáncer, España sería de los primeros países en hacerlo. En la Unión Europea, de hecho, sólo Irlanda ha aprobado una medida como esta (incluyendo una advertencia sobre el contenido calórico), aunque no entrará en vigor hasta el año 2026.
A nivel mundial, Corea del Sur es el único que también incluye en el etiquetado de las bebidas alcohólicas el riesgo de cáncer. Hay otros países donde se está contemplando esta iniciativa, como es el caso de Tailandia, Noruega y Canadá. En este último, también se ha planteado la posibilidad de incluir carteles de advertencia sobre el riesgo de cáncer al entrar en establecimientos que vendan alcohol.
Los especialistas consultados por este periódico ven con buenos ojos que en España se advirtiera sobre el cáncer en las bebidas alcohólicas. "Es una de las herramientas más sencillas para alarmar acerca de este peligro. Me imagino el etiquetado como el de una cajetilla de tabaco", apunta Jordi Gracia, director científico del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD).
Sin embargo, se muestran un tanto escépticos en cuanto a su aprobación. Por un lado, por la "tolerancia absoluta" al alcohol que existe en nuestra sociedad. "Si estamos tristes, tomamos alcohol. Si estamos alegres, también", lamenta el doctor Manuel Romero, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado. Según la última Encuesta Europea de Salud, en 2020 un 74% de hombres mayores de 15 años en España reconoció haber consumido alcohol en los últimos doce meses, frente al 56,8% en mujeres.
"También nos encontraríamos con el problema económico", añade Serrano. España es uno de los mayores exportadores de alcohol, y en concreto, de vino. Esto quedó demostrado cuando durante la tramitación para incluir advertencias sanitarias en las etiquetas de las botellas, la Federación Española del Vino (FEV) presentó una queja formal a la Comisión Europea (CE) para solicitar que abra un procedimiento de infracción contra Irlanda.
Desde el punto de vista político también se mostraron reticentes a este medida. Tres parlamentarios del PPE elaboraron una pregunta al CE acerca del etiquetado sobre "el supuesto vínculo entre el consumo de alcohol y el cáncer". "No es un tema político porque científicamente está demostrada la asociación de alcohol y cáncer", indica Marcos.
No hay cantidad segura
El citado informe de la OMS era tajante en cuanto al volumen de alcohol: "No se puede establacer una cantidad segura de consumo para los cánceres". Como apunta Gracia, se suele asociar el riesgo de cáncer en personas que tienen un componente adictivo con esta sustancia. Pero nada más lejos de la realidad: "Estamos hablando de cantidades que podrían ser dos cañas, que es algo muy habitual en nuestro día a día".
Es cierto que conforme aumenta la ingesta de alcohol, se incrementa el riesgo. También varía en función del tipo de cáncer. Así, si para el cáncer de colon, por cada 10 gramos de alcohol al día (que equivale a una cerveza o un vino), se incrementa el riesgo un 7%, para el cáncer de mama puede llegar hasta un 12% con la misma cantidad. El riesgo crece aún más si se combina con otras sustancias. Según la SEOM, la combinación de alcohol y tabaco multiplica hasta un 30% el riesgo de algunos tumores.
Abandonar el consumo de alcohol también se relaciona con una menor incidencia en el cáncer. Aunque, como advierte Gracia, cualquier producto que pueda ser mutagénico, tiene 'memoria': "Reducir o dejar de beber alcohol claro que reduce las probabilidades pero no las elimina".
Los tres especialistas coinciden también en advertir que una medida como la del etiquetado no supondría la prohibición del alcohol en España. "No se trata de aplicar la 'ley seca'", incide Serrano. "A veces se nos acusa de querer acabar con la libertad. Y es todo lo contrario, lo que se pretende es reforzar la libertad del consumidor de elegir de forma informada".