Isidro Carrión-Martín, epidemiólogo de Médicos Sin Fronteras.

Isidro Carrión-Martín, epidemiólogo de Médicos Sin Fronteras.

Salud

Isidro Carrión-Martín, epidemiólogo: "No van a ser suficientes las vacunas contra la mpox en África"

"No hay capacidad para detectar casos nuevos en África" / "Hay stock de vacunas en los países ricos pero no en los pobres" / "En España se nos olvida que ya hay países sufriendo la mpox" / "No sabemos si la nueva variante es más transmisible o se está dando en un contexto con menos recursos para controlarla"

19 agosto, 2024 02:20

Aunque en Europa hemos conocido hace poco la mpox, llamada viruela del mono de forma popular, se trata de una enfermedad endémica en 11 de las 26 provincias de la República Democrática del Congo (RDC). Sin embargo, en los últimos años este país ha sido azotado por un incremento de los casos sin precedentes: ya afecta a 23 de sus provincias, ha causado cientos de muertos y ha traspasado sus fronteras. De hecho, fue en la provincia de Kivu del Sur donde se identificó esta nueva mutación del clado más peligroso de mpox.

Desde el pasado miércoles, la situación ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Por esta razón, la asociación Médicos Sin Fronteras (MSF) reclama que los países que tengan una amplia reserva de vacunas y no tengan brotes activos deben donar tantas dosis como sea posible a los países afectados. Jean Kaseya, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de África, estima que se necesitarán 10 millones de dosis.

Isidro Carrión-Martín, es epidemiólogo de MSF y es el referente técnico de los equipos de esta ONG que se encuentran en Kivu del Sur volcados en la lucha contra la mpox. En la actualidad, Carrión-Martín se encuentra en Dublín (Irlanda), pero conoce bien la zona: fue por primera vez a la RDC en 2011 y ha vuelto varias veces como enfermero, como medical team leader y, finalmente, como epidemiólogo. Durante estas visitas ha conocido la realidad del continente e, incluso, se enfrentó a la crisis del ébola.

¿Qué está pasando ahora mismo en la República Democrática del Congo?

En la RDC hay dos cepas de mpox circulando, que llamamos el clado I y el clado II. El clado I es endémico en la RDC y ha habido casos desde la década de 1970. Se dan de manera esporádica, pero a partir de 2022 empezaron a subir mucho los casos. Antes podíamos registrar cada año unos 1.000 o 3.000, pero a partir de diciembre de 2022 fue cuando el Ministerio de Salud Pública de RDC lo declaró como una epidemia. 

En 2023 hubo unos 13.000 casos, el triple que en los años anteriores. Pero es que en 2024 llevamos 14.000 casos, o sea que sólo en lo que va de año ya tenemos más casos que en 2023. Y lo que se ha identificado ahora es una nueva variante del clado I, la llamamos clado Ib. Y esta variante parece que se está transmitiendo directamente entre humanos, esta parece ser la mayor diferencia con respecto al que conocíamos antes. Antes, la transmisión era mayoritariamente zoonótica, es decir, de los animales a los seres humanos. Siempre ha habido transmisión entre humanos, pero menos. 

Una persona entraba en contacto con un animal, se contagiaba y este lo pasaba a un grupo pequeño de personas, pero de ahí no pasaba. Desde octubre del año pasado, que hubo casos en Kivu del Sur, la cadena de transmisión ha sido exclusivamente entre humanos. Esto es algo nuevo.

Y los síntomas, ¿han empeorado con este nuevo clado?

Sabemos que puede ser mortal, como las anteriores cepas, pero la mortalidad exacta no la conocemos. Tampoco sabemos cuáles son los síntomas exactos, aunque creemos que son parecidos a los que ya conocemos. Pero no tenemos los medios necesarios para investigar y documentar todo bien. Sí sabemos que la mortalidad del clado I ha sido históricamente más letal que la del clado II, que puede llegar a una mortalidad del 10% de los casos. El clado II, que es endémico de África del oeste, es el que produjo la pandemia de 2022 y 2023 que hubo casos en Europa y Norteamérica, pero siempre ha sido menos agresivo.

Trabajadores de Médicos Sin Fronteras alertando sobre la situación de la mpox.

Trabajadores de Médicos Sin Fronteras alertando sobre la situación de la mpox. Médicos Sin Fronteras

¿Qué le han contado sus compañeros de MSF que están sobre el terreno?

Tenemos contacto casi a diario con los equipos y discutimos sobre los proyectos. La situación política no es nada fácil, son zonas muy afectadas por conflictos. Hace un par de años hubo una insurrección de un conflicto anterior con el grupo M23 y esto provocó desplazamientos de personas: se ha dicho que hubo hasta un millón de desplazados en la zona de Kivu del Norte y esto complica la situación. Estas poblaciones tienen de por sí una situación de salud muy vulnerable y estamos respondiendo en los campos de desplazados. En los de Goma se han encontrado casos sospechosos y eso nos preocupa mucho porque puede tener consecuencias catastróficas.

¿Qué hace el equipo de médicos?

Se están intentando mandar recursos. Nosotros tenemos al equipo en la zona de Kivu del Sur y está concentrado ahora mismo en la lucha contra la mpox. Desde principios del mes de junio están interviniendo en Uvira, en Budjala y en Ubangi, y en total han conseguido tratar a más de mil pacientes. Pero también se están empezando actividades de información, de sensibilización y se han propuesto recogidas de datos, que todavía no podemos llamar estudios, pero que nos permitirán entender mejor la enfermedad.

¿Cuál es el reto para evitar que este nuevo clado no se transmita tanto en África?

No sabemos si es más transmisible o que se está dando en un contexto con menos recursos para controlarla. Es muy difícil comparar esta emergencia con otras porque no tenemos recursos para recoger los datos necesarios. De todas formas, estamos intentado priorizar la asistencia sanitaria a los pacientes y los equipos van a estar hasta arriba de trabajo. Tenemos epidemiólogos que están intentando tomar datos, pero todo es complicado cuando tienes estos centros con cientos de pacientes por semana. Todos ellos necesitan aislamiento y un manejo especial.

Lo que está claro es que hay muchas carencias en la respuesta a la epidemia. No han llegado vacunas a RDC y cuando lleguen, dados los números de afectados de los que estamos hablando, tampoco van a ser suficientes para controlar la epidemia sólo con ellas. Tampoco hay capacidad de vigilancia epidemiológica, o muy poca. Es una enfermedad que si se trata a tiempo la mayoría de casos se pueden recuperar, a pesar de ser muy dolorosa y estigmatizante. Pero, claro, no tenemos la capacidad epidemiológica para encontrar esos casos y hacer el seguimiento de sus contactos.

También nos falta capacidad de laboratorio, nos cuesta tener resultados de manera rápida. Hay que mandar muestras a otros lugares por carreteras complicadas y puede que no lleguen. Además, hay muchas zonas en las que no hay una infraestructura adecuada para establecer las medidas de higiene y de prevención necesarias. Por todo esto pienso que se está expandiendo tanto en África.

Decía que esta enfermedad es muy estigmatizante, ¿de dónde viene ese estigma? ¿Se debe a las pústulas o también se ha asociado a un grupo de población concreto? En Europa en 2022, por ejemplo, creó estigma contra los hombres que tenían sexo con hombres (HSH), a pesar de que podía producirse en cualquier otro grupo y no tenía nada que ver con la orientación sexual.

Principalmente viene por las lesiones que produce en la cara. La enfermedad es endémica ahí desde hace muchos años, entonces la gente sabe lo que es. Pero también empieza a haber rumores de que se puede transmitir en contexto sexual. He visto en medios de España que se está diciendo que la transmisión es principalmente por eso y no tenemos datos para saber de qué forma se está dando. En la RDC era otra forma de transmisión, pero también se está dando por contacto entre personas que viven en una misma casa, también hay muchos niños afectados.

Puede ser que se esté dando alguna situación de estigma por la transmisión sexual, pero no necesariamente por ser HSH. No sé hasta qué punto el estigma puede estar asociado a la orientación sexual. O simplemente por la transmisión sexual, que se asocie a trabajadores y trabajadoras del sexo. Pero tampoco sé hasta qué punto esto son rumores que están surgiendo en Europa por una propia interpretación

¿Por qué no llegan las vacunas?

No soy experto en vacunas, pero creo que la vacuna sigue siendo la de la viruela original, pero que se sabe es efectiva en la viruela del mono. Hay stock de vacunas en los países europeos y en los de altos ingresos, pero no en la RDC. Los mecanismos de distribución internacional ya sabemos cómo funcionan, ya lo vimos con el Covid… El problema de la inequidad ya lo hemos tenido con otras epidemias y lo estamos volviendo a ver otra vez. El número de vacunas del que se está hablando ahora no va a ser suficiente.

El otro día el director de los CDC de África ya dijo que había unas 200.000 vacunas para el continente y que las iban a distribuir. Un periodista le preguntó cómo lo iban a hacer, que no iban a ser suficientes. Él dijo que iban a encontrar mecanismos… Pues esperemos que sí y que sea rápido.

Trabajadores de la salud en Budjala, RDC.

Trabajadores de la salud en Budjala, RDC. Médicos Sin Fronteras

¿Cómo estamos tratando esta situación desde Europa?

Ayer miraba los medios españoles y me dio la sensación de que volvemos a hablar mucho del riesgo de que llegue a España, olvidando que ya hay personas en otros países sufriendo esta enfermedad. Estamos hablando de una enfermedad que los CDC de Europa ya comentaron hace unas semanas que el riesgo para la población general europea era bajo y moderado para algunos grupos específicos. Esto es por las medidas de control y de vigilancia que hay, pero la situación de la RDC y otros países africanos del entorno es distinta. Creo que deberíamos pensar un poco más en la situación que ya tienen ahí.