La incidencia de melanoma en Suecia es de 23 casos cada 100.000 habitantes.

La incidencia de melanoma en Suecia es de 23 casos cada 100.000 habitantes. Europa Press

Salud

La lección de Suecia a Europa con el melanoma: así ha logrado reducir su incidencia y mortalidad

El éxito de las campañas de concienciación sobre los riesgos de la exposición al sol podría estar detrás del retroceso de la enfermedad.

13 septiembre, 2024 02:00

El avance continuo del melanoma es una de las preocupaciones de la medicina actual. En España, la Sociedad Española de Oncología Médica espera que se diagnostiquen 7.881 casos este 2024, lo que supone un aumento de más del 1% en la última década. Este fenómeno no ocurre solo en España, es algo habitual en toda Europa, América del Norte y Oceanía desde la década de 1960. Ahora, un estudio realizado en Suecia ha observado por primera vez un descenso en la incidencia y la mortalidad de esta enfermedad. 

Los resultados se publicaron el pasado 8 de septiembre en la revista Jama Dermatology. Los investigadores hablan de un "descenso significativo" tanto en la incidencia como en la moralidad causada por la enfermedad, pero no dan un dato concreto del porcentaje de reducción. Francisco Rodríguez, oncólogo médico en el Centro Integral Oncológico HM Clara Campal de Madrid, explica que esta tendencia a la baja no es única del país nórdico. Otros territorios que también han experimentado este fenómeno desde los últimos ocho años son Estados Unidos y Australia. "Parece que es real, sobre todo en la gente joven", apunta. 

Suecia es el sexto país con mayor incidencia de melanoma a nivel mundial. Se registran unos 23,3 casos por 100.000 habitantes al año. En España, este dato es bastante menor y se diagnostican anualmente 15 nuevos pacientes cada 100.000 habitantes. En ambos casos, por grupo de edad, la tasa más alta se encuentra entre los ciudadanos a partir de 50 años, con un 38,1% de incidencia en el país nórdico, según el estudio, y un 36,8% en esta zona del mediterráneo, aporta la SEOM. 

Puede resultar curioso que cuente con más casos que España, cuando la segunda tiene más luz solar durante todo el año. Rodríguez desarrolla que, aunque no está claro el motivo, puede deberse precisamente a esa menor exposición solar y al fototipo de los ciudadanos suecos. Tienen, en general, un tono de piel muy claro, que les hace más sensibles a la radiación y, además, están menos acostumbrados a ella, añade. 

En cuanto a mortalidad, en Suecia mueren 5 personas cada 100.000 por la enfermedad y en España 2. Los datos también se ven influidos por la edad de los pacientes. Los ciudadanos entre 50 y 60 años registran datos más altos con 3,1 cada 100.000 habitantes, frente al 1,7 del dato español, según el Sistema Europeo de Información sobre el Cáncer (ECIS). Si se mira esta información en las personas entre 30 y 49 años, el ECIS ofrece las siguientes cifras: 1,2 para los suecos y 0,8 para los españoles. 

El único grupo que mantiene una incidencia estable y no disminuye, según el estudio sueco, es el grupo de población entre 50 y 60 años. En este sentido, Rodríguez expone que el factor de la edad es importante. Esto puede suponer un sesgo y hay que tener en cuenta que estos ciudadanos "pueden haber abusado más del sol". Además, con los años ese descenso "se diluye un poco" porque también influyen otros factores como la medicación y otras comorbilidades que puedan sufrir. El especialista añade que habrá que esperar unos años para que llegue ese descenso también a esos grupos más mayores.

Las causas, aún por descifrar

En el trabajo no se analizan las causas de este descenso de incidencia y mortalidad, pero los autores plantean algunas teorías sobre ello. Su principal hipótesis es el efecto de las campañas para concienciar a la población sobre la necesidad de protegerse frente al sol y la radiación UV. Esto podría ser una explicación para el hecho de que los menos afectados son los niños y los jóvenes de entre 20 y 30 años. "Los efectos de esa protección se ven después de aproximadamente 20 años", reza el texto. 

Rodríguez recuerda que el sol es el factor que más influye en el desarrollo del melanoma. En las últimas décadas, se han realizado campañas en todo el mundo para concienciar a las poblaciones de cada país sobre los riesgos de una exposición solar excesiva. "Ahora empezamos a recoger los frutos", apunta el especialista. El éxito de estas advertencias a los padres para proteger a sus hijos, se puede haber traducido en una incidencia mucho menor en estos jóvenes, agrega. 

Esta concienciación también puede ayudar a frenar la mortalidad que causa la enfermedad, cuenta Rodríguez. Si la gente está mentalizada sobre la enfermedad, acudirá antes al médico ante cualquier sospecha. Cuanto más temprano sea el diagnóstico, más fácil será curarlo, desgrana. Tampoco se puede dejar fuera el impacto del avance en tratamientos. "Hace una década vivían seis meses. Ahora, después de 8 años, tienen una buena calidad de vida", detalla el especialista de HM Hospitales.

Otro factor que barajan los autores del estudio es la influencia de la inmigración en esa disminución de incidencia y mortalidad del melanoma. Según su teoría, el aumento de población migrante desde el año 2000 entre los grupos de 20 a 49 años "puede haber contribuido a esos cambios en las tendencias". Esto les lleva a pensar que las personas que llegan de fuera de Europa, que suelen tener un fototipo más oscuro, puedan influir en el descenso de esa media. El oncólogo médico de HM Hospitales muestra sus reservas sobre esta cuestión. Reconoce que, aunque su fototipo les protege, habría que ver qué acceso a la salud tienen para poder contarlos en los registros.

El camino que queda

Rodríguez indica que hay que tomar con cautela este tipo de estudios poblacionales: "Ningún país tiene un registro perfecto de los casos de cáncer que hay". Esto también incluye a España, señala. Sin embargo, reconoce que permiten dar esperanza sobre este tema. "Hay datos para ser optimistas", celebra. El especialista advierte de que hay que seguir insistiendo en la necesidad de prevención. No basta con concienciar solo a una o dos generaciones, continúa. Hay que continuar por ese camino para que las poblaciones lo tengan cada vez más en cuenta y lo integren en su vida.

El oncólogo médico no cree que en este caso haya que hablar de lecciones de Suecia a otros países. Todas las autoridades sanitarias en Europa trabajan para mejorar la siutación, algo que también se está haciendo "razonablemente bien" en España. Como tarea pendiente, quizá faltaría mejorar el análisis de las cifras. "Es difícil aunar datos porque tenemos una sanidad muy divida en las comunidades autónomas". El especialista considera que sería interesante centrarse en los datos globales. "Quizá nos sorprenderíamos y estaríamos incluso mejor que algunos países que consideramos que hacen las cosas siempre un poquito mejor que nosotros".