La futura norma permitirá el uso estandarizado de derivados del cannabis en el hospital.

La futura norma permitirá el uso estandarizado de derivados del cannabis en el hospital.

Salud

Luces y sombras del uso del cannabis medicinal para el dolor crónico que quiere regular Sanidad

El ministerio ha sacado a consulta pública el real decreto que regulará su elaboración y dispensación en las farmacias de los hospitales.

1 octubre, 2024 02:45

El Ministerio de Sanidad ha sacado a consulta pública el proyecto de real decreto que regulará el uso de cannabis medicinal. Estará indicado para el tratamiento de la rigidez y los espasmos musculares por la esclerosis múltiple, las formas graves de epilepsia refractaria, las náuseas y vómitos por la quimioterapia y el dolor crónico refractario.

Este último punto es quizá el más importante pero también el que más temores genera. Los expertos en salud mental creen que puede ser la puerta al abuso recreativo del cannabis.

Para los especialistas en dolor, sin embargo, el desarrollo de la normativa es una espléndida noticia. "Va a ser de gran utilidad para dar cobertura y seguridad a los pacientes con dolor crónico", expresaba recientemente a EL ESPAÑOL Jesús de Santiago, coordinador del grupo de trabajo de cannabinoides de la Sociedad Esañola del dolor.

El uso medicinal del cannabis se centra en dos de sus principios activos: el tetrahidrocannabinol o THC (responsable de sus efectos psicotrópicos y embriagadores) y el cannabidiol o CBD.

Actualmente, hay dos productos comercializados derivados del cannabis: Sativex, indicado para la espasticidad en la esclerosis múltiple, y Epidyolex, un tratamiento de segunda línea para la epilepsia infantil.

El real decreto regula las condiciones de elaboración y dispensación de preparados (aceites, infusiones o productos para inhalación) basados en cannabis obtenidos mediante formulación magistral en las farmacias de los hospitales. Siempre deben ir acompañados de su prescripción correspondiente.

De Santiago explicaba a este periódico que la formulación magistral busca cubrir los huecos de las presentaciones comerciales. "El Sativex tiene una concentración fija de 2,7 mg de THC-CBD. Esto no te permite realizar un tratamiento al uso, tienes que adaptar el paciente al medicamento y da muchos efectos secundarios, la titulación es complicada: tienes que ir primero con dosis bajas e ir aumentando".

El experto recuerda que ya hay guías aprobadas para la Sociedad Europea del Dolor para usar cannabis medicinal en dolor crónico neuropático refractario, "no en primera línea sino en tercera, además de para el dolor oncológico".

Sin embargo, la vicepresidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría, Marina Díaz Marsá, apuntaba a este periódico el riesgo tratar con THC-CBC el dolor crónico, un "cajón de sastre donde pueden entrar algunas patologías de origen psicosomático, en las cuales el cannabis no sería una solución".

Por ello, hacía hincapié en la necesidad de evaluar mucho su conveniencia en esta indicación y que "se prescriba en unidades de dolor o cuidados paliativos siempre y cuando no haya una alternativa terapéutica".

Trastornos por consumo de cannabis

El temor de la psiquiatra no es infundado. Un estudio realizado en 2019 en EEUU concluía que las leyes sobre el cannabis medicinal podían acabar favoreciendo el consumo recreativo en adultos y aumentando los trastornos por consumo de cannabis: brotes psicóticos, síndrome de apatía o agravamiento de condiciones psiquiátricas previas.

El propio uso terapéutico puede generar trastornos de otro tipo. Un estudio publicado el pasado enero en el European Heart Journal evaluaba los efectos en la salud cardiovascular en la población danesa que tomaba cannabis medicinal para el dolor crónico.

De 1,88 millones de pacientes con dolor crónico, 5.391 habían recibido una prescripción de cannabis medicinal. En este grupo, el riesgo de arritmia a los seis meses de iniciado el tratamiento, aunque bajo, era del doble que en el grupo que no lo tomaba: 0,8% frente al 0,4%.

Hay otra cuestión no esclarecida en su utilización para el dolor crónico. Luis García-Larrea, director del grupo de investigación sobre Integración Central del Dolor en Humanos del Centro de Neurociencia de Lyon, explicaba en una entrevista55 que se desconoce "hasta qué punto son realmente analgésicos [los cannabinoides] o hasta qué punto son más bien ansiolíticos".

"Los cannabinoides tienen un efecto ansiolítico muy importante; si no de euforia, en todo caso, de bienestar. Y eso es útil para el dolor. Pero cuando se hacen estudios controlados contra placebo y lo que se mide estrictamente es la intensidad del dolor, los cannabinoides no tienen un efecto superior al placebo".

Pese a ello, García-Larrea recordaba que la sensación subjetiva de los pacientes, según los propios médicos, era que se sentían mejor. En lo que hay que seguir profundizando, concluía el experto, era en "poder desgajar exactamente cuáles son las características del dolor que mejoran con los cannabinoides, y con cuáles de estos".