El rey Carlos III de Inglaterra en un acto celebrado en Escocia el pasado 7 de septiembre.

El rey Carlos III de Inglaterra en un acto celebrado en Escocia el pasado 7 de septiembre.

Salud

El riesgo de "pausar" un tratamiento contra el cáncer como hará el rey Carlos III por un viaje oficial

8 octubre, 2024 19:13

El rey Carlos III de Inglaterra detendrá su tratamiento contra el cáncer el próximo 18 de octubre, cuando ponga rumbo a Australia con motivo de un viaje oficial que durará 11 días. Se trata de una decisión que está avalada por sus médicos, quienes están contentos de que se interrumpa su curación mientras él está fuera.

"No es una buena lectura el hecho de que suspendas un tratamiento de una patología tan relevante como el cáncer porque tengas que afrontar determinados compromisos", apunta a EL ESPAÑOL Daniel Castellano, miembro asociado de la Fundación ECO y jefe de la unidad de Oncología Genitourinaria del Hospital 12 de Octubre.

Este oncólogo incide en que hay poca información acerca del tipo de tumor que afecta al monarca y de su estado de salud. Por ello no sería igual detener un tratamiento en un cáncer con una tasa de crecimiento muy rápida que en aquellos en los que se permite espaciar más la dosis de administración: "No es lo mismo hacerlo en uno de pulmón con un tipo específico de célula pequeña, donde estaría contraindicado, que en otro más benigno, como podría ser un cáncer de piel".

En base a su experiencia, Castellano considera que es una práctica más común de lo que pueda parecer. Y si, por ejemplo, el tratamiento que siguen es oral, los pacientes se lo han llevado al viaje que han realizado. En otros casos han decidido retrasarlo "por motivos personales". "Evidentemente, no reparas en defender esa actitud", dice de aquellos en los que se ha de justificar en la historia clínica que ha sido "por decisión expresa del paciente".

Una alteración del calendario

También hay casos en los que el retraso del tratamiento responde a las condiciones que impone el mismo: "Una quimioterapia que genera un efecto importante de toxicidad a veces te obliga a tener que retrasar la siguiente administración de la dosis, y no por ello emepeora la supervivencia global".

La literatura científica que existe acerca de cómo influye una breve pausa en el tratamiento del cáncer es escasa. Aun así, los pocos estudios que se han publicado apuntan hacia una misma dirección: el riesgo puede llegar a incrementarse. En 2016, se publicó un estudio con datos de 1.227 pacientes (con cánceres de mama, pulmón, útero, cabeza y cuello) en el que se analizó cómo afectaba faltar a una sesión de radioterapia.

Los resultados demostraron que en aquellos que faltaron al menos a dos citas la tasa de supervivencia a cinco años se reducía casi un 10%. Además, en estos casos el riesgo de recurrencia se duplicaba, en comparación con los que no se ausentaban en su tratamiento. Algunos expertos entienden que, aunque siempre es positivo confirmar las sospechas, no deja de ser una conclusión presivible: "Si alguien falta al tratamiento, el resultado no será bueno".

Un metaanálisis más reciente, publicado en 2020 y con datos de las últimas dos décadas, reveló que por cada mes de retraso en el tratamiento del cáncer, el riesgo de morir puede aumentar en torno al 10%. Los investigadores sugieren que en siete tipos de cáncer (vejiga, mama, colon, recto, pulmón, cuello uterino, cabeza y cuello) el retraso en el tratamiento repercute significativamente en la mortalidad.

El oncólogo estadounidense Robert Hegeman señala en esta entrevista que si un paciente trata de interrumpir el tratamiento del cáncer, intenta alterar el calendario lo menos posible: "No me gustaría poner en peligro la posibilidad de curación de una persona". En el caso de que la quimioterapia se esté aplicando con fines paliativos, sí que es "más flexible" para adaptarse a los deseos del paciente, como "un viaje o ver a su familia".

Y es que las decisiones para detener un tratamiento no sólo responden a motivos laborales, también pueden deberse a un descanso vacacional. En esos casos, y siempre y cuando el médico no lo desaconseje, los especialistas recomiendan "tener en cuenta ciertos factores que minimicen el riesgo de imprevisto durante esos días". Para ello será imprescindible también considerar el programa terapéutico al que se está sometiendo.

En el caso de Carlos III, la única información que ha trascendido es que continuará con su tratamiento contra el cáncer "hasta que vuele" y que retomará su ciclo de tratamiento "tan pronto como regrese al Reino Unido".

Hay otros tumores en los que el riesgo de recaída no varía en gran medida pese a que se detenga el tratamiento por un tiempo prolongado. Así sucede, por ejemplo, con el cáncer de mama, como avaló un estudio coordinado desde España que se publicó en The New England Journal of Medicine el pasado año.

Los resultados de esta investigación demostraron que en aquellas pacientes que habían pausado la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas el riesgo de recaída era 'sólo' tres décimas más alto que el de las pacientes que no habían tomado esta decisión durante un tiempo máximo de dos años.