El imparable avance del cáncer: en 2050 se esperan más de 35 millones de diagnósticos en todo el mundo
- La mortalidad de la enfermedad crecerá casi un 90% hasta alcanzar los 18 millones de muertes a nivel global.
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El cáncer es una de las enfermedades más habituales en la actualidad. Un gran porcentaje de la población lo sufre o lo ha tenido y esto hace que haya una lupa sobre él. También se sabe que sus cifras van en aumento, pero ante esto es importante pararse a pensar cómo se desarrolla en distintas partes del mundo. Un estudio publicado este martes en la revista JAMA prevé cómo evolucionará la enfermedad hasta 2050 y muestra la brecha que hay entre distintas regiones del planeta.
Los autores han estimado que para 2050 habrá 35,3 millones de casos de cáncer en todo el mundo, un aumento del 76,6 % con respecto a la estimación de 20 millones para 2022. Las muertes también siguen este camino: se esperan 18,5 millones de muertes ese año. Un 89,7% en menos de tres décadas.
Si se diferencian los resultados según los ingresos de los territorios, se puede ver cómo en los más desfavorecidos llegan incluso a triplicarse. En los países de rentas más bajas aumentarán un 142% los diagnósticos, mientras que en zonas de altos ingresos lo hará un 42%.
Los fallecimientos causados por la enfermedad crecerán hasta un 146% en el primer caso, frente al 57% del segundo.Enrique Grande, jefe de servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, cuenta que estas previsiones y la brecha observada no son ninguna sorpresa. Por un lado, explica que el aumento de las políticas de prevención puede hacer que se detecten más casos, pero se hace antes y eso facilita la curación. "Hay más diagnósticos, pero también se abordan mejor", cuenta.
Por otro lado, el acceso tanto a tecnología como a tratamientos cada vez más avanzados también permite identificar más y reducir la gravedad. El problema de este progreso es que no llega a todos por igual, continúa Grande. "Los procesos son cada vez más costosos y, desafortunadamente, no pueden estar disponibles en todos los países".
Los países con menos renta también tienen muchas menos políticas (en ocasiones, ninguna) para prevenir la enfermedad y concienciar a los ciudadanos de la importancia de los cribados. Esto se traduce en un diagnóstico más tardío con un peor pronóstico y mayor índice de muertes, detalla el especialista.
Los autores hacen hincapié también en esta cuestión: "Fortalecer el acceso y la calidad de la atención médica es clave para brindar prevención, diagnóstico y atención". La edad también es un factor clave. Los países cuentan con poblaciones cada vez más longevas. Cuanto mayor es una persona, más probabilidades tiene de desarrollar un cáncer.
También puede ser una explicación para ese crecimiento de las muertes. En la tercera edad se juntan muchos factores, afirma Grande. Muchas veces las complicaciones no permiten usar todas las herramientas disponibles para tratarlo y también complica el pronóstico. "Fallecen de cáncer, pero no solo por eso".
Se espera que en 2050 África tenga un aumento superior a cinco veces en comparación con Europa (la región con menor crecimiento). Registrará un 139,4% más de pacientes y el viejo continente, un 24,6%. Las muertes se incrementarán hasta en un 146,7% en el primer caso frente al 36,4% del segundo.
Solo cuatro países esperan disminuir sus números, entre ellos Serbia y Moldavia. Por otro lado, la peor parte del avance de la enfermedad se la llevará Kuwait. En 2050 se espera un 338,2% más de casos y un crecimiento del 544,4% en las muertes.
Las diferencias no son nuevas. Según los autores, en 2022 ya se podían ver: la tasa de mortalidad observada en los 54 territorios observados de África fue mayor a las estimaciones globales (46,6%). Sin embargo, 30 de los 40 países evaluados de Europa se situaron por debajo de esta cifra.
También se conocía la situación respecto a los fallecimientos. Los países con un nivel de renta bajo y medio tenían tasas de mortalidad casi el doble que los países con un nivel muy alto. Esto pone de manifiesto "una brecha en la disponibilidad de servicios de prevención, detección temprana y tratamiento óptimo", según los responsables del estudio.
Al centrarse en la tipología, se puede ver que el cáncer de pulmón será el que más crezca, tanto en incidencia como en mortalidad. Representará un 13,1% de los diagnósticos en 2050 y el 19,2% de las muertes causadas por la enfermedad. En 2022 ya fue el que registró la mayor incidencia y la mayor parte de fallecimientos.
Brecha de género
La otra brecha que observaron los autores fue la de género. Los hombres experimentarán un aumento ligeramente mayor en los casos de cáncer (15,8% más) y las muertes (8,0% más) en 2050 en comparación con las mujeres. Se espera que ellos protagonicen 19 millones de diagnósticos, lo que supone un crecimiento del 84,3% respecto a los 10,3 millones de 2022. Ellas supondrán 16,3 millones del total de casos, lo que constituye un aumento del 68,5% con respecto a los 9,7 millones pacientes de hace dos años.
Enrique Gonzáles, jefe de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, cuenta que existen diferencias en los factores de riesgo y tipo de cáncer entre hombres y mujeres. Esto redunda en diferencias en la presentación de determinados tipos de la enfermedad asociados con una mayor mortalidad. A estas diferencias a nivel global se suma también diferencias culturales en la adherencia a determinados cribados poblacionales y tratamientos.
Grande, del MD Anderson Cancer Center Madrid, cree que las mujeres tienen más interiorizada una educación sanitaria que les hace ser más previsoras. Además, añade, los hombres tienen más tabú sobre cuestiones como ir al urólogo o someterse a una colonoscopia. Precisamente, el cáncer de próstata y el de colón son los que más les afectan, resalta. "Tenemos que interiorizar muy bien la importancia de esos cribados".
Es cierto, reconoce el texto de JAMA, que los programas de detección del cáncer específicos para mujeres, como el de mama y cuello uterino, las han beneficiado. No obstante, existe "una falta crucial" de programas comparables para los cánceres específicos para hombres. A esto también hay que sumarle que, históricamente, los hombres siempre han fumado más que las mujeres, aunque ahora los niveles se están igualando, agrega Grande.
Los factores tras las cifras
Tras el crecimiento de los datos del cáncer, hay una serie de factores que se combinan para ello, expone el especialista. Uno de ellos es el tabaquismo. El estudio reconoce que, a pesar de que los niveles han disminuido en las últimas décadas, su exposición previa podría implicar una mayor incidencia de la enfermedad. Grande está de acuerdo y es claro: aunque se deje de fumar, nunca se llega al nivel de riesgo de alguien que no lo ha hecho nunca.
Otros factores adicionales que aumentan la probabilidad de sufrir la enfermedad son el sedentarismo, el consumo de alcohol o la hipertensión, entre otros, agrega el experto. Es muy complicado saber cuáles influyen más y cuáles menos, pero fumar es claramente un gran potenciador. Para el oncólogo, si se prohibiese la compra de tabaco, se podrían reducir a la mitad los diagnósticos de cáncer. "Sería el mejor fármaco en oncología", señala.
Cómo abordar la cuestión
Gonzáles asegura que la forma de disminuir esta brecha es estimular el desarrollo de los países en vía de desarrollo. Para eso hay que favorecer un mejor acceso al sistema sanitario que permita una mayor disponibilidad de medidas preventivas y de diagnóstico precoz.
Grande no quiere mostrarse pesimista. Para él, un aumento de diagnósticos no tiene por qué significar un peor pronóstico. "Echo la vista atrás y cada vez avanzamos más rápido". El experto está seguro de que en un periodo corto de tiempo se podrá ver un mayor progreso: "No necesitaremos 20 años".
A día de hoy, defiende Grande, un diagnóstico de cáncer "no es sinónimo de muerte". El doctor recuerda que, actualmente, ya hay muchos casos de cánceres avanzados que se han conseguido cronificar y que los pacientes lleguen a vivir hasta 10 años. "Hay que remangarse, no va a ser fácil, pero tenemos muchas opciones".