El año crucial para la gripe aviar: así puede acabar dando el temido salto al contagio entre humanos en 2025
- La expansión de H5N1 en granjas lecheras y la colonización de nuevas especies hace temer que pueda acabar pasando de persona a persona.
- Más información: "Hay que ponerse las pilas para controlarla": la gripe aviar se agrava en EEUU, que ya ha registrado 61 casos en humanos
Hace cinco años, por estas fechas, las autoridades chinas estaban desconcertadas por una extraña infección respiratoria que se extendía con extraordinaria rapidez. Poco después se detectó el responsable: un virus desconocido, de la familia de los coronavirus, del que apenas se conocían dos parientes lejanos. El resto es historia.
Hasta entonces, las pandemias por virus respiratorios habían sido protagonizadas por la gripe. La irrupción del SARS-CoV-2 pilló por sorpresa a los científicos, que pensaban que sería una nueva variante de la gripe la que sembrara de nuevo el caos.
Muy probablemente, esa nueva variante sería H5N1, detectada por primera vez en 1996 en granjas de gansos del sur de China y que ha ido expandiéndose lentamente entre las aves domésticas y silvestres, dando el salto a los mamíferos después y causando unos pocos casos en humanos.
Aunque la Covid-19 acabó adelantándose, la gripe aviar nunca desapareció del radar de los epidemiólogos, alertados ante una amenaza que se cierne cada vez más cerca y que en 2024 ha dado el que parece su gran salto antes de iniciar la última batalla: la de transmitirse de persona a persona.
La detección de H5N1 en granjas lecheras de Estados Unidos el pasado marzo marcó un antes y un después en su amenaza. Adaptarse a las vacas implicaba dos grandes riesgos: extenderse rápidamente entre el ganado bovino y la posibilidad de transmitirse a través de la leche.
El pasado noviembre, se detectó el virus en una muestra de leche cruda que estaba a la venta en California. No obstante, parece que la pasteurización es suficiente para evitar el riesgo. La transmisión entre el ganado, sin embargo, ha sido un éxito: ya hay más de 850 rebaños afectados en Estados Unidos, 600 de ellos en California, que ha decretado el estado de emergencia para vigilar de cerca el virus.
La cercanía con el hombre es algo que preocupa a los expertos. Según la OMS, se han detectado al menos 76 casos de gripe aviar en humanos a lo largo de 2024, 61 en Estados Unidos.
Estos casos, la mayoría leves, se han dado por exposición a animales infectados. La transmisión entre humanos, que abre las compuertas a una pandemia, no se ha visto hasta el momento, pero en los últimos meses del año han llegando noticias inquietantes que hacen temer que 2025 pueda ser el año crucial en la amenaza de H5N1.
Cerdos y gatos
A finales de octubre, se detectaron los dos primeros casos de infección en cerdos, en una granja de Oregón donde también se criaban pollos. La particularidad en estos animales es que tienen dos tipos de receptores en sus células: los del ácido siálico alfa2-3 y alfa2-6, a los que se unen los virus de la gripe aviar y humana (H1N1), respectivamente.
Esto hace que una célula infectada al mismo tiempo por los dos virus podría convertirse en el laboratorio perfecto para un intercambio genético entre ambos, con una posible adaptación del H5N1 saliente a las células humanas.
Poco después se demostró que los cerdos no son el único animal con ambos tipos de receptores. Un análisis de diez gatos muertos en Dakota del Sur reveló que las células de sus pulmones y su cerebro también los tenían.
Con todo, al tratarse de animales solitarios y no vivir en contacto con otros animales, los expertos creen que no revisten tanto peligro como los cerdos.
En noviembre, las autoridades canadienses informaban de que una adolescente había sido hospitalizada por gripe H5N1. Justo antes de finalizar el año se supo que era una niña de 13 años que estuvo tres semanas intubada en la UCI. Aunque no vivía cerca de una granja, se trataba del clado 2.3.4.4b del virus, asociado con muertes masivas de aves acuáticas y de corral, así como de mamíferos silvestres.
Además, el análisis genético reveló tres mutaciones en la proteína de la hemaglutinina (la H del H5N1) que la hacían encajar mejor con el receptor alfa2-6 presente en las células humanas.
Poco después, el primer caso de un paciente grave en Estados Unidos revelaba que compartía una de esas mutaciones halladas en la adolescente canadiense. Esta y otra más habían sido detectadas en muestras de la garganta, si bien al no hallarse en muestras de la nariz se cree que no fueron adquiridas sino que se generaron en el propio cuerpo del paciente, ya en fases tardías y, por tanto, sin haber sido transmitidas.
Aunque las noticias acaecidas este 2024 parecen desembocar en una única dirección, el salto a una transmisión sostenida entre personas no es inevitable. No hay un número determinado de mutaciones que tiene que sufrir el virus para adquirir esta capacidad, pero un estudio publicado a principios de diciembre advertía que podía tratarse de un único paso.
Un cambio producido por azar en uno de los 48.000 pares de bases del virus (los seres humanos tenemos más de 3.000 millones) puede lograr la adaptación clave para penetrar en las células humanas y reproducirse en ellas.
Y la extensión, tanto a nivel geográfico como a nivel de diversidad, alcanzada por el virus a lo largo de 2024 ha supuesto un salto cuantitativo y cualitativo para acercarse a los humanos en los próximos meses.
El virus más vigilado de la historia
Con todo, la transmisión sostenida entre personas es un paso necesario pero no suficiente para convertir al virus en una pesadilla pandémica. El catedrático de Microbiología en la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi recordaba en EL ESPAÑOL que H5N1 también necesita "que se haga más transmisible por vía aérea entre humanos, que mejore su capacidad de multiplicarse dentro de las células y, además, que resista a nuestro sistema inmune", para suceder a la Covid como amenaza mundial.
No todo son malas noticias. H5N1 es el virus no humano más vigilado de la historia. Cada paso que da es rastreado y las autoridades han tomado conciencia de que esto no es suficiente, que también hay que buscar allí donde no hay huellas.
De ahí la declaración californiana de estado de emergencia, el análisis de muestras aleatorias de leche para descubrir focos de gripe indetectados en Estados Unidos o, en Europa, la decisión belga de confinar las aves de corral, siguiendo las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) ya conminó a aumentar la vigilancia en el continente, donde todavía no hemos visto casos en granjas lecheras. Y ya están en desarrollo vacunas dirigidas al virus.
Al SARS-CoV-2 solo le hizo falta un mes de confusión inicial y otro de indeterminación política para dar el salto al mundo. La gripe aviar H5N1 no tendrá esa oportunidad.