Imagen de archivo de una ciudad durante un episodio de alta contaminación atmosférica.

Imagen de archivo de una ciudad durante un episodio de alta contaminación atmosférica. Quique García EFE

Salud

La contaminación ya causa en España 62.000 ingresos cada año: es once veces más peligrosa que las olas de calor y de frío

Un reciente estudio ha analizado el impacto por CCAA de la contaminación y las temperaturas extremas en los ingresos hospitalarios urgentes a corto plazo.

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La contaminación atmosférica está detrás de enfermedades tan graves como el cáncer de pulmón. Se estima que ya causa más de 200.000 casos en todo el mundo. Ahora, un estudio español ha advertido de un nuevo peligro: provoca más ingresos hospitalarios urgentes que los que producen las olas de calor y de frío. Cada año, se calcula que en nuestro país 62.000 ingresos hospitalarios urgentes a corto plazo se relacionan con la contaminación atmosférica, dejando un coste anual de más de 850 millones de euros.

El trabajo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), llevado a cabo junto con investigadores de las universidades de Girona y Alcalá de Henares, también ha analizado el impacto a corto plazo de la temperatura en olas de calor y de frío en los ingresos hospitalarios urgentes. Su impacto —al igual que el coste, con 76 millones de euros anuales— fue "mucho menor": 5.377 ingresos anuales atribuibles a las temperaturas. De ellos, unos 1.200 se producirían en olas de calor y 4.100 en olas de frío.

Con estos datos, se puede afirmar que los ingresos hospitalarios urgentes atribuibles a la contaminación atmosférica son unas once veces superiores a los relacionados con las temperaturas extremas. Estudios anteriores también han demostrado que el efecto atribuible a la contaminación atmosférica es superior, en determinados casos, que al de la propia temperatura en olas de calor.

Los autores consideran que la diferencia se debe a "los pocos días al año que ocurren esos extremos térmicos". "No estamos expuestos a los dos de la misma manera", señala a EL ESPAÑOL la investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) Anna Alari, que no ha participado en el estudio. "Las olas de calor son muy mortales pero no dejan de ser episódicas".

Aunque en el estudio del ISCIII se reconoce que "según los resultados hallados, un número considerable de ingresos hospitalarios de urgencia son atribuibles a la exposición a corto plazo a la contaminación atmosférica en lugar de a las temperaturas extremas", Alari cree que "no se pueden comparar directamente".

Sí que coincide con la conclusión a la que han llegado. En ella, reclaman que "se deben aplicar más planes de prevención para abordar conjuntamente el impacto sobre la salud de la contaminación atmosférica y las temperaturas". Entienden que estas medidas no sólo deben ir encaminadas a reducir el tráfico en las grandes ciudades, sino que también deben incluirse otras medidas que vayan dirigidas a reducir las emisiones de origen industrial. 

Estas "medidas más ambiciosas" no sólo serían "cruciales" para reducir las hospitalizaciones, sino que también "protegerían a las poblaciones vulnerables". La propia investigadora de ISGlobal participó en un reciente estudio en el que comprobaron quiénes eran las personas que tenían un mayor riesgo de ingresar en un hospital por infecciones respiratorias de vías baja relacionadas con la contaminación atmosférica. La asociación fue más pronunciada en las personas mayores de 65 años.

En este grupo, los niveles elevados de contaminación atmosférica se asociaron con tasas aproximadamente tres veces superiores a las que se registraron en la población joven. No obstante, "cualquier nivel de contaminación impacta en la salud", aunque la exposición se produzca en personas jóvenes sin ningún problema.

Aunque no existen niveles de contaminación completamente seguros, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una serie de umbrales por encima de los cuales aumentan la morbilidad y la mortalidad. En España, los límites que se han marcado son más estrictos que los recomendados por la OMS. De cumplirse estos límites, se evitarían anualmente más de 50.000 muertes, como sugieren algunos estudios.

Las CCAA más afectadas

El citado estudio del ISCIII también ha analizado los datos obtenidos por provincias y por comunidades autónomas. Las provincias que tuvieron un mayor número de ingresos diarios fueron Madrid y Barcelona con más de 840 ingresos, seguidas de Valencia con 354. En el otro extremo se situaron Soria, Ceuta y Melilla, con menos de 15 al día.

En la que se registró la mayor concentración atmosférica fue Granada, por sus altos niveles de PM2.5, PM10 y dióxido de nitrógeno. Pese a ello, en el estudio no encontraron "ninguna asociación estadísticamente significativa" con los ingresos hospitalarios. Lo mismo ocurrió en las provincias de Girona y Almería, con concentraciones superiores a la media del conjunto del país.

Las comunidades que presentaron más ingresos hospitalarios urgentes atribuibles a la contaminación atmosférica han sido Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana. En esta última, el ozono troposférico causa 7.500 ingresos al año. En las otras dos, en cambio, es el dióxido de nitrógeno, con 8.200 y 6.300 ingresos al año, respectivamente. De los contaminantes analizados, es con el que se registraron el mayor número de ingresos atribuibles a la exposición a corto plazo.

Aunque la contaminación es más peligrosa que las olas de frío, estos episodios de extremos térmicos tienen más impacto sobre un mayor número de zonas: en un 88% de las provincias analizadas las temperaturas de la ola de frío mostró una relación estadísticamente significativa con los ingresos, mientras que en un 27% de las provincias no se encontró ninguna asociación entre la contaminación y los ingresos hospitalarios.