En esta edición del Mobile World Congress el 5G está rugiendo alto. El término ya se dejó caer por la feria el pasado año, pero ahora se ha convertido en uno de los temas vertebrales del mayor evento sobre móviles que tiene lugar a nivel mundial. A pesar de que la iniciativa internacional 3GPP, la organización que coordina la estandarización, ha empezado a trabajar a finales de 2015, se espera que el estándar tecnológico sólo esté definido hacia el año 2020.
Lo que se pruebe, invente y demuestre entre tanto irá dando forma al estándar del 5G. Se trata de un trabajo en construcción. Ya están dando comienzo proyectos pilotos, que proliferarán en los próximos años. Todo ello configurará el estándar. Eloy Fustero, director en España de Qualcomm, una de las compañías que más tiene que decir desde el punto de vista de los módems y chips para dispositivos móviles, cree que aún queda camino por recorrer antes de que el 5G se materialice.
"Hay que trabajar en todo lo que tenga que ver con la latencia de la transmisión y nuevos espectros radioeléctricos que permitirán nuevas bandas de frecuencia", indica Fustero. Esto quiere decir que el 5G permitirá utilizar nuevas zonas del espectro radioeléctrico combinadas con las actuales. En el MWC 2016 algunos operadores hacen demostraciones y presentan los resultados de sus últimos pilotos, pero el director de Qualcomm España cree que no veremos pilotos pre-comerciales hasta 2018 aproximadamente.
Esto precederá a un despliegue considerable de servicios 5G, previsto para el 2020. Aunque la configuración de la tecnología está pendiente aún de los servicios que se conciban en torno a la nueva conectividad. Unos servicios que no solo demanden más tráfico de datos sino que sean más sensibles a la latencia, como la dirección online de una intervención quirúrgica. La latencia significa el tiempo de retardo en la retransmisión de paquetes de datos dentro de una red.
El 5G, una evolución del 4G
La tecnología que está por llegar será más bien una evolución del 4G en lugar de una ruptura radical. El aumento de velocidad será un punto clave, pero tal vez sea más relevante el hecho de evitar los vacíos de conectividad.
Parece que la industria tiene claro qué es lo que quiere del 5G, pero aún queda camino por recorrer para que las ambiciones se hagan realidad, tal y como explica Santiago Tenorio, director de red del Grupo Vodafone. "Se habla de 10 Gpbs, de capacidaddes entre 100 y 1000 veces superiores a la red 4G, de latencias diez veces más pequeñas. Como requerimiento eso está bien, lo que pasa es que todavía no sabemos cómo vamos a hacer esto".
Se habla de entre 100 y 1000 veces superiores a la red 4G, todavía no sabemos cómo vamos a hacer esto
Estos 10 Gbps se comparan con unos cuantos cientos de Mbps de bajada que se obtienen con 4G. El módem X16 de Qualcomm, que se exhibe en el MWC pero que aún no está en fase comercial, alcanza tasas de 1 Gbps y Fustero solo lo define como "la puerta de lo que será el 5G". Entre las demostraciones relativas a la nueva tecnología que están teniendo lugar en Barcelona destaca una prueba de la operadora coreana SK Telekom en colaboración con Nokia, que ha alcanzado los 20,5 Gbps de transferencia.
Desde Orange apuntan que la latencia será muy baja, 1 milisegundo en comparación con los 50 milisegundos que ofrece 4G. A estas mejoras se unen otras de tipo más cualitativo, que permitirán distribuir la señal de radio de forma más inteligente o establecer prioridades de tráfico (por ejemplo para servicios de emergencia).
En cuanto a las bandas de frecuencia que se emplearán, aparte de las que se usan para el 3G y el 4G, está previsto que se utilicen bandas de más de 6 GHz, que podrían llegar incluso hasta las de 70-80 GHz, según indican en Telefónica.
Para qué quiero 5G
Fustero califica esta edición de la feria más bien de "pre 5G". Ante los anuncios de las compañías y las demostraciones prefiere hablar de algo que está entre el 4G y el 5G. "Todo el mundo está intentando demostrar una pata de lo que mañana va a ser el 5G, pero el 5G no va a ser sólo esta pata sino la combinación de muchas más".
De lo que no hay duda es de que muchas aplicaciones se pueden beneficiar del 5G. En Orange destacan que la Red será capaz de soportar 100.000 millones de terminales conectados, entre los que se contarían sensores inteligentes, dispositivos de logística, agricultura inteligente o domótica. Y es que Internet de las cosas es una de las banderas que acompañan al futuro estándar.
Los wearables, los dispositivos inteligentes para el hogar o los coches conectados, por nombrar algunos productos, sacarán partido del 5G. En otro contexto, también las smart cities, con sus sensores y la red de información que estos generarían, son proyectos que necesitan la nueva conectividad. En definitiva, la baja latencia permitirá que millones de dispositivos estén conectados sin interferencias: Internet de las cosas será por fin una realidad.
En lo que respecta a la velocidad de transmisión, el 5G servirá para aplicaciones como la realidad virtual, el streaming en 4K o el almacenamiento masivo en la nube. "Una aplicación de la que se está hablando es de que el 5G pueda sustituir al último tramo de fibra para llegar a las casas", recuerda Santiago Tenorio, de Vodafone.
No habrá un gran salto
¿Y cómo lo va a apreciar el usuario final? "Creo que cuando se dio el salto del 2G al 3G hubo un salto cuantitativo y cualitativo. El usuario pasó de tener un teléfono solo para hablar a poder conectarse a Internet", explica Fustero. "El salto entre 4G y 5G no va a ser tan grande para el usuario. El salto del 3G al 4G ha sido un salto significativo en velocidad, pero realmente el usuario lo que ha apreciado siempre es estar conectado a Internet".
Lo que sí se notó entre el 3G y el 4G en España fue la diferencia en el despliegue. El primer tipo de conectividad está ampliamente expandido en el país, más incluso que en otros muchos lugares. Al mismo tiempo la velocidad media también es notable, lo que hizo que no hubiera una gran premura por establecer la red de 4G.
El hecho de que el espectro de los 800 MHz, que iba a ser utilizado para el 4G, estuviera en España en manos de la televisión digital también retrasó el despliegue. Con el 5G puede que no haya estos inconvenientes, pero surgirán otros. Y es que para dar 10 Gbps de velocidad de transmisión por radio hay que llegar a la estación base con una fibra muy potente. Y esto no es barato.
Noticias relacionadas
- El negocio está en el aire: los peajes de las ondas de telecomunicaciones
- Todo lo que no sabes sobre la seguridad para tus hijos en redes sociales
- Zuckerberg: “Que haya más y más gente en Internet es un modelo de negocio que funciona”
- Telefónica presenta como "pionera" una red social de pago para comentar la televisión
- Samsung se rearma para pugnar contra Apple y su iPhone
- Lo que está en juego en el pulso entre Apple y el FBI