Sí, mamá. Tras cuatro años sin mover ficha, por fin la aplicación de mensajería más popular de nuestro país ha decidido actualizar las políticas que regulan su relación contigo y sus otros 999 millones de usuarios (usuario arriba, usuario abajo). Quizá no lo recuerdes, pero cuando Facebook adquirió la aplicación por más de 19.000 millones de euros y tú me preguntaste, yo te conté que Jan Koum, su fundador, aseguró que nada iba a cambiar. Bueno, ya sabes lo que pasa.... Las cosas evolucionan y las peores sospechas se confirman. Donde dije "digo", digo "Diego". Pero calma, que tampoco hay que alarmarse (tanto).
Esto es un poco como la primera vez, cuando instalaste WhatsApp en tu móvil y no leíste detenidamente el contrato que firmabas con la compañía. Te la bajaste porque te insistimos y le diste a los botones sin darle más vueltas, pensando que si no aceptabas te quedarías sin hablar con nosotros por ahí. Y sin cotillear lo que hubiera que cotillear. Ahora ocurre algo similar. O lo tomas o lo dejas, pero las cosas no han cambiado tanto como para preocuparse. Es solo una cuestión de intereses empresariales. El principal motivo del cambio es que los datos que en su día cediste a WhatsApp (que no son pocos) ahora también los podrán utilizar el resto de compañías propiedad de Facebook.
"Una vez que aceptes nuestros Términos de Servicio y Política de Privacidad actualizados, compartiremos alguna información con Facebook y la familia de empresas de Facebook". Así de simple. ¿Cuántas veces nos has preguntado a mi hermano o a mí si debías poner tal o cual detalle en la dichosa red social? ¿Te acuerdas? Pues ahora ya da igual. Si decidiste, por ejemplo, no dar tu número de teléfono a Facebook por mucho que te lo pidiera, ahora lo va a conseguir. Será WhatsApp, que sí lo tiene en su base de datos, quien se lo ceda amablemente a su hermano mayor.
Ésta es una de las principales novedades que incluyen esos términos y condiciones nuevos que tienes que firmar. No obstante, voy a explicarte cómo hacer para evitar que WhatsApp ceda información con ciertos fines. Es decir, los datos los compartirán igualmente, pero no los utilizaran a la hora de personalizar la publicidad y mejorar tu experiencia si tú no lo deseas.
Quieras o no, Facebook y el resto de empresas que completan su cartera tendrán tu información. Lo que sí tienes es un pequeño margen de actuación para indicarles que no la pongan a disposición de los anunciantes. Para ello, o bien desmarcas una casilla que aparece justo en el momento en que aceptas la nueva política de privacidad (al final de la pantalla, verás que aparece marcada por defecto), o bien en los primeros 30 días tras aceptar las nuevas cláusulas accedes a "Ajustes" y de ahí a la pestaña "Cuenta" y a "Compartir la información de mi cuenta". Ahí podrás completar esa misma acción.
Así evitarás lo que te he dicho -que utilicen ciertos datos con fines publicitarios-, pero solamente eso. "De cualquier manera, Facebook y la familia de empresas de Facebook recibirán y usarán esta información para otros propósitos". Lo dicen ellos mismos: "Esto incluye ayudar a mejorar los sistemas de infraestructura y entrega; entender cómo se usan nuestros Servicios o los de ellos; proteger los sistemas; y combatir las actividades infractoras, el abuso o los mensajes no solicitados".
Podríamos decir que éste es el punto más peliagudo. Por eso mismo, WhatsApp se ha esforzado en dejar claro que no toda la información que tiene en su poder sobre nosotros pasará a manos de Facebook. Por ejemplo, los mensajes y archivos que me mandes (fotos, vídeos, audios…) seguirán siendo secretos. Nadie más podrá verlos. Ni la propia WhatsApp, ni Facebook ni (supuestamente) un tercero con malas intenciones. Aquello del cifrado que apareció hace unos meses servía para eso: para que nadie se entere de lo que decimos.
Una de la principales razones por las que el chat al que siempre te quejas que está enganchado mi hermano cambia sus documentos legales es dejar paso a la publicidad. Que no sólo de pan vive el hombre. Si bien no tendrás que soportar por ahora los incómodos banners que quitan espacio en la pantalla, la compañía ya advierte que en un futuro explorarán nuevas vías de comunicación entre tú, como consumidora, y aquellas marcas que paguen para estar en contacto contigo.
Por esto mismo, no está lejos el día en que tal o cual tienda o supermercado te escriba para comentarte las ofertas del día. "Permitiremos que tú y terceros intercambien mensajes tales como información de pedidos, transacciones y citas, notificaciones de entrega y envío, actualizaciones de producto y servicio, y mercadotecnia", dicen los de WhatsApp.
Para que te hagas una idea: una empresa de autobuses podría pagar por tener una cuenta específica a través de la cual ofrecerte información que sabe (o cree) que te interesará. ¿Que se ha retrasado tu bus? Tranquila, que recibirás un mensaje avisando de que tienes más tiempo para llegar a la estación. Una cosa así.
En resumen, mamá, que no te queda más remedio que aceptar los términos y condiciones de WhatsApp. Eso o decirle a todos tus contactos que se pasen a Telegram, Line o cualquier otra app de mensajería. Pero entonces tendría que enseñarte a utilizarla y ya sabes que la vuelta al cole me tiene algo atareado. Así que mejor le damos a "Acepto" y desmarcamos la casilla para darle el mínimo de opciones posible a Facebook. Que luego no hay quien los soporte con la publicidad. ¿Te parece bien? Qué remedio...