El proyecto Ara de Google se vendió como lo que sin duda era: una idea innovadora y extremadamente original. En resumen, se trataba de desarrollar un teléfono móvil construido con seis módulos intercambiables que permitirían, según la compañía, mejorar el dispositivo y cambiar el estilo siempre que se quisiera.
Se esperaba que este próximo otoño estuviera en el mercado una edición para desarrolladores, pero todo parece indicar que no va a ser así. Los rumores saltaron a finales de la semana pasada, cuando la agencia Reuters difundió una noticia cuyo titular no dejaba lugar a dudas: "Google arrincona su plan de hacer un teléfono con partes intercambiables".
Sin embargo, la agencia no citaba fuentes oficiales y atribuía la información a "dos personas con conocimientos sobre el asunto". Aun así, numerosos medios se hicieron eco de la noticia, que sigue sin estar confirmada oficialmente.
En la web del proyecto Ara todavía se anuncia el lanzamiento del móvil, con un lema que ahora puede resultar paradójico: "La vida y la tecnología cambian muy rápido. También lo hace Ara".
¿Confirmación de Google?
En el momento en el que saltó el primer rumor, la compañía de Mountain View se negó a confirmárselo a Reuters. Sin embargo, sí ha reconocido la noticia al medio especializado Venture Beat. A pesar de que la web sigue sin confirmar oficialmente la información -y, de hecho, los desarrolladores pueden seguir dando sus datos para participar en el proyecto-, ya todos la dan por buena.
Por si fuera poco, el cofundador del proyecto y exjefe de diseño de Google, Dan Makoski, la dio por segura, en un sentido tuit que rezaba: RIP, Proyecto Ara, moriste muy joven, pero honraré tu memoria con Nexpaq.
Makoski hace referencia a la primera funda de smartrphone modular, que también permitirá maquear distintos modelos de móviles, haciendo posibles añadirles más batería u otras funciones como lector de USB.
Con Ara muere un proyecto que sólo llevaba tres años en desarrollo y del que la compañía había hablado mucho. Entre otras cosas, la capacidad de intercambiar módulos como el de la batería iba a permitir luchar contra la obsolescencia o, en otras palabras, que hubiera que deshacerse del móvil completo cada dos o tres años como ocurre en la actualidad.
Si el móvil hubiera sido una realidad, cuando éste se estropeara se podría ir cambiando o mejorando por piezas, lo que también hubiera tenido beneficios para el medio ambiente.
A falta de confirmación oficial, son muchos los rumores que rodean a esta decisión. El bloguero especializado Dave Hakkens explica que Google ha cerrado Ara simplemente porque, aunque la idea iba a tener mucho impacto, simplemente "no iba a dar muchos beneficios".
Así, este experto cree que Google licenciará su tecnología a otras empresas y subraya que la idea no está muerta del todo, ya que otros proyectos podrían sustituir al más famoso. Pero, de momento, habrá que esperar para saber si un teléfono tipo Lego puede o no ser una realidad.