El 1 de noviembre, el director de seguridad de Android en Google, Adrian Ludwig, declaraba al portar Motherboard que los nuevos teléfonos de su compañía, Pixel y Pixel XL, eran tan seguros como los iPhones.
Menos de 15 días después, y según han difundido varios medios, un grupo de hackers chinos han conseguido hackear el Pixel y lo han hecho en tan sólo 60 segundos.
Lejos de esconderse, los que han desvelado que Pixel es más vulnerable de lo que se creen sus responsables son trabajadores de la empresa de ciberseguridad Qihoo 360, que participaron en el festival de hackers PwnFest, celebrado en Seul.
El premio por demostrar como podían entrar en un Pixel y recuperar todos los datos -desde contactos a fotografías- de su usuario fue de 120.000 dólares.
Google ha reconocido el fallo y ha dicho que ya está trabajando en el desarrollo de un parche para evitar el problema de seguridad que ha permitido el hackeo. A partir de ahora, cuando equiparen la seguridad de Pixel a la del iPhone es posible que lo hagan con la boca pequeña.