Los nuevos retoños de Google, el Google Pixel y su versión de mayor tamaño, el Google Pixel XL, todavía no han aterrizado en las tiendas, pero ya están dando guerra. Con su ambiciosa apuesta, el gigante de Mountain View quiere ponerse a la altura de unos contrincantes que, al menos hasta ahora, dominaban el mercado de alta gama con dos potentes armas de seducción tecnológica: el iPhone y el Galaxy Note 7.
Pero Google no se ha presentado en semejante campo de batalla sin un buen arsenal. Sus Pixel, totalmente concebidos por la compañía pero fabricados por HTC, vienen preparados para enfrentarse a sus rivales. Lo que todavía no sabemos es si saldrán vencedores.
Atendiendo a lo que esconden las carcasas, el dispositivo de Apple puede presumir de interior. El iPhone 7 está equipado con el chip más rápido de TSMC, el A10 Fusion, descrito por los de Cupertino como el bólido del mercado, al que se suma una unidad de procesamiento gráfico (GPU) compatible con las funciones y videojuegos más pesados.
Desde Mountain View, la réplica ha llegado en forma de procesador Snapdragon 821, el más potente de Qualcomm. Como el propio fabricante explica en su web, el rendimiento del modelo supera en un 10 % al anterior, el Snapdragon 820, que llevan incorporado los Galaxy S7 y Galaxy Note 7. Ambos dispositivos son equiparables, sin embargo, en lo que a gráficos se refiere, pues tienen la misma versión de GPU de Qualcomm, la Adreno 530.
La cifra de memoria RAM también coincide en los últimos teléfonos de Samsung y Google, con 4 GB cada uno. Uno más que los 3 GB de los iPhone 7 Plus y dos de ventaja frente a los 2 GB del iPhone 7. Y si hablamos de almacenamiento, mientras que el Galaxy Note ofrece una sola opción de 64 GB, los Pixel amplían el menú con dos platos de 32 y 128 GB, una carta que continúan superando los de Apple al añadir un postre de 256 GB para los que se queden con hambre de memoria (y puedan pagarlo, claro).
Pero la compañía que dirige Sundar Pichai tiene un as escondido bajo la manga, pues, según recalcó en la presentación, los dueños de un Pixel tendrán espacio ilimitado en la nube de Google para sus fotografías una vez agoten la memoria del teléfono.
Entre cámaras anda el juego
Las cámaras son uno de los puntos fuertes de los smartphones de la manzana mordida. El iPhone 7 no decepcionó a los usuarios con los 12 megapíxeles de su cámara trasera (los mismos que la del Samsung Galaxy Note) y los nada desdeñables 7 de la frontal, que los recién llegados de Google superan en un megapíxel, convirtiéndose en el caramelo definitivo para los amantes de los selfis. También quieren superar la apuesta con una cámara trasera de 12,3 megapíxeles que, según la compañía de Mountain View, se ha ganado una valoración de 89 en el reputado índice DxOMark, superando el 86 de nota del iPhone 7.
Pese a no haber llegado al sobresaliente alto, el dispositivo de Apple presenta dos ventajas ante los Pixel: una mayor apertura del objetivo y la estabilización óptica de la imagen. También presumen en Cupertino de rapidez en el disparo: a los últimos iPhone solo les hacen falta 25 milisegundos para sacar y procesar una fotografía. A falta de pruebas, los responsables del gigante de internet aseguran que la suya tiene “el menor tiempo de captura de todas las cámaras móviles”.
Una vez obtenida la imagen, independientemente del tiempo que haya llevado, la pantalla define el nivel de detalle con el que el fotógrafo puede apreciar su obra. En este ámbito, el modelo estándar de iPhone 7 dispone de 4,7 pulgadas, un poco por debajo de las 5,5 del iPhone 7 Plus. Los retoños de Google no tienen nada que envidiar ni a uno ni a otro; la versión XL posee 5,5 y la de menor talla, 5. Aunque aquí es el Samsung Galaxy Note quien gana la partida con 5,7 pulgadas. Si es que el tamaño es lo importante...
El tiempo es oro
También hay cifras para aquellos preocupados por la autonomía del teléfono que van a adquirir. El pequeño de los Pixel tiene una batería de 2770 mAh, mientras que su hermano mayor ofrece 3450, un valor que no logra superar los 3500 del Galaxy Note 7. Y aunque los de Cupertino no brindan este dato, la organización china de comunicaciones TENAA lo ha estimado para el iPhone 7 en unos 1960 mAh.
Pero el abanderado tecnológico de la manzana mordida ofrece otras prestaciones a cambio de su austera vitalidad, como un botón Touch Home 3D con sensor de huella dactilar y resistencia al agua, una característica esta última que comparten los Samsung Galaxy Note 7. A los nuevos smartphones de Google no les gustan los líquidos, pero a muchos alegrará saber que disponen de las tradicionales tomas minijack para los auriculares que Apple ha desterrado de los iPhone, un puerto USB-C en la parte inferior (al igual que el Samsung) y un lector de huellas dactilar en la parte trasera.
Los iPhone 7 son los únicos con sonido estéreo, mientras que ambos modelos de Pixel se contentan con un solo altavoz. A través de él, sus dueños podrán escuchar a Google Assistant, el mayordomo virtual que competirá en ocurrencia con la archiconocida Siri de Apple.
En cuanto al precio, una característica que a nadie se le olvida, las carteras parecen destinadas a sufrir sea cual sea la elección. Como mínimo, un iPhone 7 cuesta la friolera de 649 dólares (poco más de 581 euros) y quienes prefieran el tamaño del iPhone 7 Plus tendrán que pagar al menos 769 (casi 689 euros); dos cifras que coinciden, respectivamente, con los precios de arranque de los Pixel estándar y XL.
Quien se decante por un Galaxy Note 7 tendrá que dejarse unos 879,99 dólares (alrededor de 788 euros), arriesgándose a que el teléfono acabe saltando por los aires debido a una batería defectuosa. Claro que Samsung no ha sido el único que ha sufrido la avalancha de explosiones por este motivo; Apple tuvo que afrontar una situación similar hace unos años con algunos de sus portátiles. Dado que el fenómeno causante del estallido tiene que ver con la composición de esta parte de los teléfonos, ni siquiera los iPhone o los nuevos miembros de la familia Google están exentos de hacerse añicos repentinamente. Pero para comprobarlo, como para revisar todas las cualidades de sus recientes vástagos, habrá que dejar correr el tiempo.