Regalos: el dron que debes comprar para iniciarte en el mundo de las alturas
Los drones serán uno de los regalos tecnológicos estrella de la Navidad, pero antes de adquirir uno es necesario saber qué tipos hay y qué normas regulan su uso.
23 diciembre, 2016 02:06Noticias relacionadas
Sucedió en las pasadas Navidades y, probablemente, estas no serán distintas en ese sentido. Papá Noel y los Reyes Magos depositarán en la base de los árboles un buen puñado de cuadricópteros: los drones son uno de los regalos tecnológicos más buscados. No obstante, conseguir el idóneo para cada usuario no es una tarea sencilla. Hay multitud de opciones en el mercado, con precios que van desde los 20 euros hasta más de 3.000 euros.
Para que ni los renos provenientes de Laponia ni los camellos de Sus Majestades de Oriente porten el dron erróneo, primero es necesario tener claro para qué se va a utilizar, en qué lugares es posible hacerlo volar legalmente y, sobre todo, cuál es el presupuesto. En cuanto al primer aspecto, cabe distinguir entre aquellos usuarios que solo buscan aprender a volar un dron, los que pretenden además aprovechar sus aventuras aéreas para capturar impresionantes imágenes desde las alturas y, por último, los que quieren iniciarse en el complejo y competitivo mundo de las carreras de drones.
Esta sencilla clasificación está íntimamente ligada con el espinoso aspecto del dinero. De hecho, las tres categorías anteriormente esbozadas podrían relacionarse, respectivamente, con los drones de gama baja, gama media y gama alta en lo que a precio se refiere. No obstante, detalles como la calidad de la cámara pueden hacer que algunos sean más caros que otros. En cualquier caso, si las posibles fotografías son lo de menos y la intención de su futuro dueño no es convertirse en el Fernando Alonso de los cuadricópteros, los drones pueden ser realmente económicos y costar menos de 50 euros.
Mientras tanto, no hay que olvidar cuáles son las limitaciones que, a día de hoy, establece la legislación española para los pilotos de drones. Para empezar, está prohibido hacerlos volar en zonas urbanas o llevarlos a más de 120 metros de altura, así que bajar al parque más cercano a estrenar el regalo navideño no es una opción.
Por otra parte, solo está permitido utilizarlos de día, ya sea por afición o de forma profesional. Los que usen un dron con esa última intención deberán estar en posesión del certificado de piloto y su actividad estará regulada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. En principio, esto queda lejos para aquellos que vayan a iniciarse en el mundo de los drones tras esta Navidad.
¿Cuál comprar?
Una vez planteadas estas cuestiones iniciales, toca mirar cuánto dinero lleva en la cartera Papá Noel y tratar de compatibilizar su presupuesto con nuestros deseos. Así, los que pretendan simplemente aprender a volar tendrán como opción drones como el Syma X5C. Este cuadricóptero está disponible por solo 30 euros sin cámara, mientras que aquellos que quieran aprovechar esos primeros días de vuelo para hacer vídeos (aunque sean de baja calidad) pueden optar por el modelo de este dron que, por unos 20 euros más, incorpora una cámara de 2 megapíxeles.
Sorprendentemente, un dron aún puede ser más económico. También tendrá que ser, en ese caso, algo más pequeño. Sucede con el JJRC H20, un dispositivo de apenas 14 centímetros de lado (y sin cámara) que cuesta solo 24 euros. Con este tipo de modelos, eso sí, que nadie sueñe con disfrutar de prolongadas sesiones de vuelo: la autonomía de estos drones está entre los 6 y los 8 minutos de uso continuado.
Para los primeros vuelos, es posible que se prefiera pagar algo más a cambio de robustez. Eso es precisamente lo que ofrece el Evo de Ninco: 70 euros por un aparato que se limita a volar. No tiene cámara ni posibilidad de manejarlo en primera persona. Sin embargo, tiene una estructura que lo protege de (casi) cualquier caída.
Estirando un poco más el presupuesto podemos encontrar los primeros drones que ofrecen una calidad medianamente aceptable para introducirse en el mundo de las carreras. Con una pantalla integrada en el mando para ver los movimientos del dron en primera persona, el Mattheytoys JXD 510G ofrece una autonomía similar al resto de drones. Su precio, algo más de 115 euros. Tanto esa cantidad como los 2 megapíxeles de su cámara quedan, desde luego, lejos del Parrot PF726203, un dron para los ya iniciados en las carreras que incluye gafas y cámara de 14 megapíxeles por 500 euros.
Por suerte, hay opciones intermedias que ofrecen algo más de calidad que los drones más económicos sin necesidad de abonar un precio excesivamente elevado (como sucede con la compañía DJI, cuyos principales modelos no cuestan menos de 1.000 euros). Es el caso del Xiaomi Mi Dron, con el que es posible disfrutar de media hora de autonomía, grabar vídeos en 4K y pagar apenas 300 euros.
Aun así, no hay que irse tan lejos en lo monetario para grabar vídeos aceptables mientras aprendemos a volar. De hecho, el XK X251C cuesta algo menos de 150 euros, permite volar aproximadamente un cuarto de hora y su cámara graba en alta definición (aunque, eso sí, no llega al 4K de Xiaomi). Más que suficiente para empezar gracias a la magia de la Navidad (y a los renos, que algo sobre vuelos saben).