Amazon lleva ya varios años trabajando para que los drones se conviertan en herramienta clave y diferencial de sus repartos. Algunas pruebas oficiales, centros de ensayos secretos —al menos durante un tiempo— y distintas declaraciones de Jeff Bezos, fundador y máximo responsable de la compañía, han ido dejando claro que el gigante del comercio electrónico se toma muy en serio la idea de los vehículos aéreos no tripulados como parte de su flota de reparto.
Ahora, una patente concedida a la compañía y los documentos explicativos en los que Amazon detalla el proyecto revelan que su siguiente idea para hacer avanzar el sistema de reparto consiste en unos almacenes aéreos que, al menos en los bocetos disponibles, recuerdan al diseño de un zepelín y que servirán como base para sus dispositivos voladores.
Estos centros de almacenamiento aéreos (AFC, por sus siglas en inglés), estarían provistos de una cierta cantidad de inventario y se ubicarían cerca de una localización en la que los pedidos de cierto producto fueran a ser especialmente elevados por alguna causa.
Para los repartos se valdrían de un pequeño ejército de drones entre los que se incluirían modelos con control de temperatura, ideales para la entrega de comida. De esta manera, el gigante del comercio electrónico podría responder a todo tipo de demandas de forma rápida y puntual.
Sin embargo, la solicitud de patente no se limita a hablar de drones y de almacenes aéreos, sino que detalla todo un sistema diseñado para proveer de nuevos productos a esta naves. Así, la compañía habla de lanzaderas que servirían para transportar personas y mercancías a los almacenes y también para subir y bajar a los drones cuando no se estuvieran encargando de repartos y hubiera que trasladarlos. Esto serviría para aprovechar al máximo la batería de los vehículos aéreos no tripulados y limitar su misión al reparto puro y duro.
Todos estos elementos estarían, además, conectados a un sistema de gestión de inventario y a otros recursos electrónicos supervisados por empleados tanto en el aire como en tierra. Según la descripción, los drones y las lanzaderas funcionarían como parte de una red coordinada en la que compartirían unos con otros información sobre el tiempo, la velocidad del viento y las rutas.
Para explicar el uso de estos centros, Amazon ofrece el ejemplo de un acontecimiento deportivo. Si hubiera un campeonato, la compañía podría situar su almacén aéreo cerca y llenarlo de aperitivos y de merchandising que pudiera interesar a los aficionados para transportarlo junto al estadio.
Por supuesto, estas ideas pueden quedarse solo en eso y jamás llevarse a cabo. Lo que sí queda claro con los documentos y la patente es que Amazon sigue trabajando en su proyecto de drones repartidores, tratando de encontrar nuevas formas para que estos vehículos aéreos no tripulados lideren la revolución de las entregas.