Siempre he sido de aprovechar en la cocina todo lo aprovechable, huesos de carne, las partes “feas” de las verduras y espinas de pescado para dar sabor a caldos, restos de platos como ingredientes para cocinar otras recetas, pero nunca se me hubiera ocurrido darle uso a cosas como las cáscaras de plátano o los huesos de aguacate.
Porque resulta que ahora, no solo es que los aguacates sean un ingrediente mainstream que tiene que aparecer casi de forma obligada en las fotos de comida que circulan por internet y ¡ojo! que no lo digo como crítica porque personalmente es un alimento que me encanta y que además es muy saludable, sino que además, ahora unos científicos han descubierto que los huesos de aguacate también tienen unas propiedades nutricionales muy interesantes y se pueden aprovechar en la cocina.
¿Qué tienen de bueno los huesos de aguacate?
Pues según el estudio que os enlazo en el párrafo superior, los huesos de aguacate podrían regular el colesterol y ser útiles en el tratamiento de la hipertensión, de procesos inflamatorios y de la diabetes. También se han encontrado indicios de que los huesos de aguacate poseen propiedades insectidas, fungicidas y antimicrobianas.
¿Cómo se pueden comer los huesos de aguacate?
Obviamente no podemos coger un hueso de aguacate y comerlo a mordiscos, pues aunque no es tan duro como parece, tampoco es plan de dejarnos la dentadura y la mejor forma de incorporarlo a la dieta es molerlo utilizando un procesador de alimentos hasta conseguir una especie de harina -se aconseja romperlos antes en trozos, por ejemplo con un mortero, para no forzar en exceso el motor de la batidora-.
Una vez tengamos los huesos de aguacate reducidos a harina podemos utilizarlos para preparar batidos y smoothies y ni siquiera nos enteraremos de que lo estamos tomando, por lo que lo mismo merece la pena probar ¿no?
Y quién sabe, si finalmente se demuestran todas estas bondades lo mismo acabamos viendo paquetes de harina de aguacate en el súper. El tiempo lo dirá.