La carísima reforma con final triste que llevó a este restaurante cántabro a perder su estrella Michelin
Un chef explica a Equipo de Investigación los motivos de la pérdida de su estrella en la última gala de la Guía Michelin.
19 febrero, 2024 10:29Las estrellas Michelin son el mayor reconocimiento que puede lograr un restaurante por su comida. Estos distintivos fueron creados por la prestigiosa Guía Michelin a finales de 1920 y las definiciones de cada uno, que son las que se mantienen en la actualidad, se desarrollaron en 1936.
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Así pues, tres estrellas "indican una cocina excepcional que justifica de por sí el viaje", dos estrellas "señalan calidad de primera clase en su tipo de cocina" y, finalmente, una única estrella "designa un restaurante muy bueno en su categoría".
Muchos restaurantes sueñan con lograr alguna de estas distinciones y trabajan duro para conseguirlo. En la última gala de la edición española de los premios de la Guía Michelin, celebrada el pasado 28 de noviembre, se entregaron un total de 34 nuevas estrellas, manteniendo a España en el ránking de países con más estrellas Michelin del mundo.
Sin embargo, del mismo modo que se obtienen las ansiadas estrellas, pueden llegar a perderse. Existen múltiples motivos por los que se puede arrebatar la estrella a un restaurante, como el cambio de ubicación del establecimiento, el descenso de los estándares de calidad, el cierre del local e incluso la renuncia a la estrella.
Tras la última ceremonia de la Guía Michelin, 11 restaurantes españoles perdieron su más preciado reconocimiento. Uno de ellos fue el restaurante cántabro El Nuevo Molino, del chef Toni González. Este domingo el cocinero explicó en el programa Equipo de Investigación de La Sexta el motivo de esta pérdida.
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"Hemos estado en una reforma que ha sido bastante grande. En un principio se iba a hacer en cuatro o cinco meses, pero al final se tardó un año y medio", contaba González, que invirtió más de un millón de euros en las obras de remodelación del local.
Por desgracia, las obras no finalizaron en las fechas previstas: "Íbamos viendo que esto no avanzaba y veíamos que era imposible. Los empleados preguntaban cuándo empezábamos y, claro, tú no puedes despedir a gente que lleva aquí 20 años". Mientras tanto trasladaron el comedor del restaurante a otro lugar y montaron una cocina improvisada para mantener a los clientes, lo cual complicó también las condiciones de trabajo.
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El Nuevo Molino perdió la estrella que preservaba desde el año 2009, lo que supuso un gran "disgusto" para Toni: "No me lo quería ni creer". No obstante, pese a ello, asegura que en la actualidad disponen de unas nuevas instalaciones en las que se puede trabajar mucho mejor, lo cual en un futuro quizá les ayude a recuperar su valorada estrella Michelin.