Algo está pasando en el número 4 de la madrileña Glorieta de Bilbao. Lo dicen las colas de gente que un lunes cualquiera se amontonan a las puertas esperando que se quede libre una mesa para cenar. Pero también los que ahora se detienen bajo el toldo de su escaparate a rayas a observar lo que ocurre dentro: ¡un taller de pasta!. Se trata de Beata Pasta, un templo donde se santifica la pasta fresca y que acoge a creyentes de lo artesano sin renunciar ni al sabor ni a la diversión. 

Si ya existían motivos para acudir al ya consolidado, tras poco después de su apertura, segundo restaurante del empresario y chef napolitano Ciro Cristiano en la capital, ahora hay uno más. El también propietario del horno de donde sale la mejor pizza de Madrid, Baldoria, ha puesto en marcha talleres de pasta semanales con los que perder el miedo a estas masas. 

Cada martes -este próximo 5 de marzo dará comienzo el primero-, de 19:00 a 21:30 h un grupo de ocho personas podrá formar parte de esta experiencia con la que aprenderlo todo sobre la pasta fresca artesana de la mano de expertos y con una atención personalizada. Papardelle, tagliatelle, tagliolini... el abanico de posibilidades a la hora de crear diferentes estilos de pasta es infinito. No lo es el tiempo que dura el taller, por lo que mejor es prestar atención y poner cuidado desde el comienzo para que el resultado sea digno de cualquier restaurante italiano bueno que se precie. 

El obrador donde se elabora la pasta fresca.

Antes de ponerse con las manos en la masa y tras ponerse el delantal que regalan de obsequio, un pequeño 'aperitivi italiano' para engrasar la máquina. Cocinar con hambre nunca es recomendable y nadie dice que no queso parmesano, embutidos italianos y una copa de sangría. 

Con esta iniciativa, Beata Pasta quiere ofrecer a sus clientes la experiencia completa de la pasta fresca, una que ellos dominan a la perfección y han sabido ofrecer dentro de un espacio dinámico y divertido con precios democráticos para cualquier pasta lover sin renunciar ni al diseño ni a la calidad. Esta colorida trattoria 2.0 se divide en cuatro espacios, y es en el obrador, ubicado a la entrada, donde tienen lugar estos talleres. Para acceder a estas jornadas será necesario realizar una reserva previa a través de la web del establecimiento.

El rincón de la pasta.,

Cómo elaborar pasta fresca de manera sencilla

200 gramos de harina, 2 huevos, una pizca de sal y aceite es todo lo que hace falta para darle forma a la masa de la que saldrán dos raciones generosas de pasta. "Es muy sencillo", dicen Entoni y Silvio, empleados de Beata Pasta mientras comienzan a mezclar los ingredientes en un bol. Y realmente lo es, si se le añade también unas gotitas de paciencia. Para ello hay que seguir un orden: con la harina en el recipiente, en el centro se debe hacer un pequeño agujero "volcán" econ las manos, donde se verterán los dos huevos, la pizca de sal y el chorrito de aceite. 

Mezclados todos ellos y bien integrados se trabaja el amasado con las manos hasta hacer una bola uniforme y compacta que dejaremos reposar unos minutos y que adopte una temperatura ambiente. Con ayuda del rodillo la estiraremos un poco para facilitar que entre por la ranura de la máquina de hacer pasta que ajustaremos en la medida número 7 para descender después al número 5 y por último al 3, dejánda la plancha de pasta con el grosor mínimo adecuado con el que comenzar a darle forma. 

Pistacho love.

A partir de ahí toca escoger el tipo de pasta que se quiere hacer: algo simple y alargado como los tallarines o unos sencillos y siempre apetecibles raviolis. Para los principiantes lo recomendable es comenzar con formatos sencillos, papardelle, láminas de lasaña, fettuccine o spaghetti son buenos ejemplos con los que estrenarse. Pero quien quiera explorar un lado más intrépido de la cocina y volverse creativo puede incorporar algún colorante para hacer su pasta bicolor o incluso tricolor.

También se pueden añadir hierbas frescas, "las que ya están secas es mejor que no" entre plancha y plancha que luego se prensarán, para obtener una única plancha desde la que se trabajará y se dará formas.