Así es el 'limoncello almeriense' elaborado con mandarinas ecológicas: su producción se limita a 2.000 botellas
- Es el resultado de la innovación en una región donde siempre se ha dado el cultivo de cítricos.
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En el corazón del Valle del Andarax, la Villa de Gádor, famosa por su tradición centenaria en el cultivo de cítricos, ha dado un giro innovador a sus raíces con un licor que no acostumbraba a producirse en la región: un “limoncello” elaborado con mandarinas ecológicas.
Bajo el nombre de ‘El Gadorense’, esta creación artesanal se ha consolidado como un homenaje a la riqueza agrícola de la zona y a los agricultores que durante generaciones han cultivado las tierras de esta comarca almeriense.
Una historia familiar con sabor a tradición
La idea de transformar las mandarinas de Gádor en un licor surgió de Francisco Pérez, un apasionado de los sabores tradicionales que, en 2017, decidió experimentar con una alternativa al limoncello clásico italiano. Inspirado por el microclima excepcional de la zona y la calidad de sus cítricos, Francisco comenzó a producir un licor casero que rápidamente ganó el favor de los comensales en el restaurante familiar.
Tras el fallecimiento de Francisco en 2019, su hermana Amparo Pérez tomó las riendas del proyecto, convirtiéndolo en un producto profesional que hoy en día forma parte de la marca gurmé ‘Sabores de Almería’, impulsada por la Diputación Provincial. “El nombre de ‘El Gadorense’ es un tributo al pueblo y a los agricultores que llevan tantos años dedicándose a esto”, explica Amparo.
Un proceso artesanal único
La elaboración de este licor es un verdadero ejercicio de paciencia y artesanía. Desde la recolección cuidadosa de las mejores mandarinas hasta el proceso de maceración, cada paso está pensado para capturar el aroma y el sabor inconfundible de estos cítricos. Amparo destaca que el licor se macera durante casi un año, un período excepcionalmente largo que garantiza una calidad incomparable.
“El proceso es completamente manual, desde la elaboración hasta la colocación de las etiquetas”, subraya la empresaria, quien también enfatiza que no se utilizan químicos ni aditivos en ninguna etapa. Este enfoque artesanal, aunque implica la pérdida de alcohol durante el proceso, asegura un producto natural y genuino.
Con una producción limitada a 2.000 botellas anuales, ‘El Gadorense’ se ha convertido en una joya exclusiva que atrae a clientes de todas partes. Entre sus fieles seguidores, destaca una inspectora del norte de España que viaja regularmente a Gádor para abastecerse de este licor único.
Más allá del licor: una ventana al territorio
‘El Gadorense’ no solo es un licor; es una ventana a los sabores y paisajes de la comarca del Bajo Andarax. Cada botella transporta a quienes la degustan al ambiente cálido y cítrico de Gádor, un lugar donde la tradición y la innovación convergen. Además, eventos como el Día de la Naranja, celebrado en febrero, y ferias locales impulsadas por ‘Sabores de Almería’ contribuyen a promocionar este producto en fechas clave como Navidad y verano.
Un producto que pone a Almería en el mapa gurmé
Amparo Pérez subraya la importancia de iniciativas como ‘Sabores de Almería’ para dar visibilidad a productos locales como ‘El Gadorense’. “En Almería tenemos productos buenísimos y hay que promocionarlos. Sin esta marca y el apoyo de la Diputación, sería difícil llegar a tanta gente”, afirma.