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Aprende a cocinar

11 trucos fáciles para sacarle más partido al congelador

El electrodoméstico al que menos caso hacemos, pero sin el que no podemos vivir.

11 abril, 2023 13:24

Utilizar un congelador es sencillo, abres la puerta, metes lo que sea y te olvidas durante días, semanas o meses. Es tan fácil que no son pocas las veces que, a nada que sea un poco grande, acaba por convertirse en un cajón de sastre en el que las sobras reposan ad eternum. 

Que levante la mano quien nunca haya metido unas sobras en el congelador sin saber qué iba a hacer con ellas después y solo porque le daba pena tirarlas. Por supuesto, meses más tarde ahí seguirán las sobras ocupando un sitio precioso que necesitarás para congelar otra cosa y es entonces cuando acaban en la basura. Dos por uno, desperdicio de comida y de energía.

Para que esto no sea lo habitual, vamos a repasar algunos errores comunes y algunos trucos para darle a este electrodoméstico la atención que se merece.

1. Congelar en porciones pequeñas o individuales

Incluso en el caso de familias que comparten el menú, congelar en raciones individuales tiene ventajas ya que estas se congelan y se descongelan en menos tiempo y, a la hora de consumir, siempre podremos descongelar exactamente la cantidad que necesitemos en ese momento, imaginad por ejemplo que hay un invitado y necesitamos una ración extra.

2. Congelar elaboraciones intermedias de recetas

Hay ingredientes que no congelan bien, pero en muchas recetas son los que se añaden al final, por ejemplo, las patatas en un guiso de carne, el arroz o la pasta. Se puede ahorrar mucho tiempo si congelamos caldos, sofritos, salsas y bases de platos que se tarda tiempo preparar. De esta manera, en el momento de usarlos solo tendremos que hacer el último paso de la receta en cuestión.

3. Congelar solo cosas que aguanten bien la congelación

Tiene que ver con el apartado anterior. A veces, tener en cuenta un detalle mínimo puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso, por ejemplo, si haces croquetas, fríe solo las que te vayas a comer y el resto congélalas sin freír. Los rebozados crujientes y el congelador no se llevan bien. Eso no quiere decir que, si te sobran, por ejemplo, unos trozos de pollo frito, tengas que tirarlos a la basura. En un caso así, podrías retirar la piel, desmigar la carne y congelarla para después poder usarla en alguna receta.

4. Congelar de forma ordenada

Hay muchos ingredientes, especialmente hortalizas, que se pueden cocinar directamente sin descongelar, por eso van a quedar mucho mejor si utilizas un recipiente o una bolsa para cada cosa para que luego no tengas que cocinarlo todo a la vez. Sí, las bolsas de ensaladilla congelada son el mal.

5. Enfriar completamente la comida antes de congelarla

La comida caliente hará subir la temperatura de la que tiene alrededor y podría estropearla, luego se volvería a congelar con el consiguiente problema de seguridad alimentaria.

6. Etiquetar todo lo que se guarde en el congelador

Basta con poner qué es lo que contiene el táper, bolsa o paquete y la fecha en la que se congela. Se evitan cosas como descongelar una salsa picante para alitas de pollo pensando que es el puré de verduras del niño.

7. Utilizar recipientes de tamaño adecuado

Esto es de vital importancia si congelas muchas cosas y no tienes un congelador muy grande. Lo ideal son táperes de sección cuadrada o rectangular no muy grandes -para que estén llenos- que se puedan ir colocando como si fueran ladrillos. Las bolsas de congelación intentaremos dejarlas lo más planas que sea posible (algunos congeladores tipo combi cuentan con un cajón de pequeña altura que es precisamente para esto).

8. Utilizar la envasadora al vacío si la tienes

No es imprescindible tener una máquina de hacer vacío para sacarle partido al congelador, pero si ya tenemos una en casa, merece la pena utilizarla. Funciona especialmente bien para congelar piezas de carne y nos permite aprovechar el espacio si los alimentos líquidos que congelamos en táperes, los envasamos al vacío una vez que se han solidificado.

9. Hacer limpieza al menos un par de veces al año

Para mantener el congelador en condiciones óptimas debemos descongelarlo al menos una vez cada seis meses. Es el momento perfecto para aprovechar y hacer limpieza, si hay algo que ya estaba ahí en la limpieza anterior, o te lo comes ya, si es que sigue siendo comestible, o asumes que ya no te lo vas a comer nunca.

[Cada cuánto tiempo hay que descongelar la nevera]

10. Planifica lo que vas a cocinar para congelar

Sería el consejo o 'truco' que engloba a los anteriores, porque esa mentalidad de cocinar a lo loco pensando que 'si sobra algo, se congela' no suele conducir a nada bueno. Una buena planificación nos permitirá tener el congelador lleno de cosas que realmente nos apetece comer y que nos solucionan comidas y cenas cuando no hemos tenido tiempo de cocinar o de hacer la compra.

Bonus: El truco para cuando te vas de vacaciones

Aunque lo ideal cuando nos vamos de casa durante varios días sería dejar la nevera descongelada, vacía, desenchufada y con la puerta abierta, no siempre es posible y le toca quedarse como esté.

[Cómo preparar la nevera cuando te vas de vacaciones].

El truco que a nuestra vuelta nos permitirá saber que durante nuestra ausencia no se ha producido una avería, por ejemplo, un corte de luz, que haya descongelado los alimentos consiste en llenar un táper de agua más o menos hasta la mitad y congelarlo. Con el agua ya en estado sólido, ponemos sobre ésta una moneda o cualquier pequeño objeto suficientemente pesado como para que no flote.

De esta manera, si al regresar a casa, la moneda sigue sobre el hielo, es que no ha habido ningún incidente, pero si, por el contrario, la moneda está en el fondo del táper o en medio de la masa helada, eso querrá decir que en algún momento las cosas se han descongelado y vuelto a congelar.