Una persona limpiando un horno.

Una persona limpiando un horno. iStock

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Ni bicarbonato ni agua oxigenada: la mezcla más efectiva para limpiar el horno y eliminar la grasa por completo

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Limpiar el horno se puede llegar a convertir en una de las tareas más tediosas dentro de la rutina de limpieza del hogar, pues en este electrodoméstico se acumulan las manchas de grasa junto a restos de alimentos y suciedad acumulada. Esto puede provocar que el horno se vea sucio, pero al mismo tiempo es un problema para la higiene y la salud.

Dada la importancia de mantenerlo siempre limpio, conviene conocer la forma en la que se puede limpiar de manera eficaz, y aunque hay muchos productos comerciales en el mercado, la realidad es que en muchos de los casos contienen ingredientes agresivos que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud y el medioambiente.

Afortunadamente, existen fórmulas para poder conseguir una buena limpieza sin tener que invertir en ese tipo de productos y evitando esos componentes agresivos, y aunque habitualmente se recurre al agua oxigenada o el bicarbonato de sodio, existe un truco a base de vinagre y sal con el que tu horno quedará como nuevo.

Con este truco, será muy fácil hacer que el horno vuelva a recuperar su aspecto original, y para ello hay que recurrir a vinagre y sal, que son dos ingredientes que, combinados, contribuyen a eliminar la suciedad más resistente del horno. Ambos ingredientes son totalmente naturales, por lo que no contienen ningún tipo de componente tóxico que pueda llegar a ser perjudicial para el planeta o la salud.

El truco para limpiar el horno

El vinagre es un limpiador natural y eficaz, sobre todo en el caso del vinagre blanco que, gracias a su elevada acidez, es capaz de ofrecer una gran eficacia en términos de limpieza. En este caso, logra descomponer la grasa y la suciedad presente sin dañar las superficies. Además, actúa como desinfectante, eliminando gérmenes y bacterias, por lo que se convierte en un gran aliado para limpiar el horno.

Por su parte, la sal es de sobra conocida por sus propiedades abrasivas y desengrasantes, consiguiendo así complementar perfectamente al vinagre para conseguir una combinación realmente eficaz. Al combinarse, la sal se convierte en un exfoliante natural que contribuye a eliminar las manchas difíciles y residuos acumulados sin provocar daños en las superficies.

Tampoco hay que olvidar que la sal ayuda a combatir los malos olores que puedan haber quedado en el horno tras preparar determinados alimentos. Tanto el vinagre como la sal son ingredientes naturales, efectivos y seguros, que permitirán disfrutar de una limpieza del hogar ecológica y económica.

Para limpiar el horno con este truco, se deben seguir estos pasos:

  1. Lo primero que se debe hacer es preparar la mezcla de vinagre y sal, para lo que se necesitará una taza de vinagre blanco y dos cucharadas de sal. Ambos ingredientes deben ser mezclados bien hasta que se forme una pasta espesa. En el caso de que la mezcla resultante quede demasiado líquida, se puede añadir un poco más de sal, hasta que adquiera la consistencia deseada.
  2. Una vez que se haya preparado la pasta, llegará el momento de aplicarla usando un paño limpio o una esponja, extendiendo la mezcla sobre las áreas sucias del horno. Hay que asegurarse de que queden bien cubiertas las zonas con grasa acumulada, manchas de comida o residuos que no se hayan conseguido eliminar con la limpieza regular del electrodoméstico. Hay que prestar especial atención a las partes en las que la suciedad acostumbra a estar más incrustada, como son las paredes laterales del horno, las rejillas y la puerta.
  3. Una vez aplicada la pasta de vinagre y sal, conviene dejar que haga efecto durante 15-20 minutos, un periodo de tiempo durante el cual el vinagre se encargará de descomponer la suciedad y la grasa, al mismo tiempo que la sal será un abrasivo suave que permitirá deshacerse de la suciedad más complicada. Si el horno está excesivamente sucio, puede dejarse actuar durante más tiempo.
  4. Cuando haya transcurrido este tiempo, habrá que frotar con suavidad usando un estropajo húmedo. La sal permitirá que la suciedad se pueda eliminar con mayor facilidad, mientras que el vinagre hará posible el poder deshacerse de los restos de grasa y suciedad que puedan estar adheridos a las superficies. Para las zonas más complicadas, se puede usar un cepillo de cerdas suaves, eliminando así cualquier resto de grasa o suciedad que pueda haber quedado y sea persistente.
  5. Cuando se haya eliminado toda la suciedad, habrá que enjuagar el horno con un paño limpio y húmedo con el que eliminar cualquier residuo, y concluir secando bien el horno para evitar que se acumule la humedad.

En algunos casos, tras la limpieza del horno con este método puede llegar a quedar un ligero olor a vinagre. Si esto sucede, se recomienda abrir la puerta del horno y dejar que ventile durante unos minutos, aunque también es posible poner en funcionamiento el horno a una temperatura baja durante 10-15 minutos, que tendría que ser suficiente para deshacerse de cualquier olor.

Finalmente, conviene recordar la importancia de realizar limpiezas regulares del horno para evitar que se acumulen en el electrodoméstico grasa y otra suciedad, lo que además hará que resulte más fácil deshacerse de las manchas. Asimismo, es aconsejable colocar una bandeja para hornear o papel de aluminio en el fondo del horno para recoger cualquier derrame de grasas o alimentos que se pueda producir, lo que facilita la limpieza.