Una olla llena de lentejas recién cocinadas, con su textura cremosa y un delicioso aspecto casero.

Una olla llena de lentejas recién cocinadas, con su textura cremosa y un delicioso aspecto casero.

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El sencillo truco de Karlos Arguiñano para hacer las lentejas más rápidas del mundo: con solo 15 minutos de cocción

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Con la llegada del frío, los platos de cuchara se convierten en los protagonistas de la cocina. Guisos con legumbres, vegetales, pollo o pescado llenan las mesas españolas, ofreciendo calidez y sabor. Entre estas opciones, las lentejas destacan por su versatilidad y valor nutricional, además de ser ideales para comidas rápidas si sabes cómo prepararlas.

Un truco del chef Karlos Arguiñano permite cocinar lentejas en solo 15 minutos. Esto es perfecto para quienes buscan ahorrar tiempo sin sacrificar sabor, especialmente en días con agendas apretadas. El secreto está en usar lentejas de cocción rápida, combinadas con un buen sofrito y especias para potenciar su sabor.

Sin embargo, el remojo previo sigue siendo clave para quienes usan lentejas tradicionales. Este paso, aunque sencillo, reduce significativamente el tiempo de cocción y mejora la textura del plato. Si olvidaste hacerlo, siempre puedes recurrir al truco de Arguiñano para disfrutar de un plato caliente en poco tiempo.

Cocer lentejas en 15 minutos

Karlos Arguiñano, conocido por su sencillez en la cocina, ha compartido un método rápido para cocinar lentejas en casa. Aunque en televisión suele utilizar una olla convencional, en su vida diaria opta por una olla a presión, una herramienta que reduce significativamente el tiempo de cocción sin alterar el sabor ni las propiedades de las lentejas.

Con una olla tradicional, las lentejas pueden tardar entre 45 y 50 minutos en estar listas. Sin embargo, al usar una olla a presión, el tiempo se reduce a solo 15 minutos, lo que resulta ideal para quienes tienen poco tiempo pero no quieren renunciar a una comida nutritiva y casera.

Es importante recordar que, además de los 15 minutos de cocción en la olla exprés, se necesitan unos 10 minutos adicionales para preparar el sofrito. Este paso es clave para aportar sabor y completar el plato, manteniendo la calidad y el gusto de las lentejas tradicionales.

Evitar lentejas aguadas o secas

Para lograr unas lentejas perfectas, Karlos Arguiñano sugiere cuidar la proporción de agua para que no queden ni aguadas ni secas. La textura cremosa es fundamental para este plato, y excederse o quedarse corto con el líquido puede arruinar el resultado final, afectando tanto el sabor como la consistencia.

La cantidad de agua necesaria depende del tipo de olla. En una olla tradicional, la proporción ideal es de cinco tazas de agua por cada taza de lentejas. Si usas una olla a presión, esta cantidad se reduce a tres tazas por cada taza de lentejas, dado que el tiempo de cocción es menor y hay menos evaporación.

Si te excedes con el agua y las lentejas quedan demasiado líquidas, Arguiñano recomienda un truco sencillo: tritura una porción de lentejas con verduras y añádelo al guiso. Esto ayudará a espesar el plato de manera natural, devolviendo la cremosidad que lo caracteriza.

Trucos para potenciar el sabor de las lentejas

Para realzar el sabor de las lentejas, las especias y hierbas juegan un papel fundamental. Añadir una hoja de laurel durante la cocción aporta un toque aromático y fresco al guiso. También puedes incluir comino, que no solo mejora el sabor, sino que ayuda a reducir los gases que las legumbres pueden causar.

Si buscas un perfil de sabor más profundo, prueba con pimentón ahumado, dulce o picante, según tus preferencias. Este ingrediente realza el color y añade un toque característico a las lentejas. Además, hierbas frescas como el cilantro o el perejil, espolvoreadas al final, le dan un acabado fresco y lleno de aroma.

Otros ingredientes como el ajo y la cebolla, sofritos previamente, son la base para un guiso sabroso. También puedes experimentar con trozos de chorizo, panceta o huesos de jamón, que intensifican el sabor. Para versiones vegetarianas, la zanahoria, el apio y el tomate aportan dulzura natural y profundidad al plato.