Pinchos y tapas en una mesa.

Pinchos y tapas en una mesa.

Recetas

Este es el pincho más típico de Cantabria: muy fácil de hacer, delicioso y con solo tres ingredientes

Tiene gran aporte de proteínas, bajo contenido de grasa y es una de las tapas cántabras más sabrosas y rápidas de preparar.

31 mayo, 2024 11:21

0 votos

Pueblos pesqueros, playas, rincones únicos, una gastronomía deliciosa... Estos son muchos de los atractivos que encontrarás en Cantabria, uno de los destinos preferidos en el norte de España y para cualquier época del año.

Una región repleta de rincones de enorme atractivo pero también de restaurantes imprescindibles en los que deleitarse con la cocina tradicional cántabra o incluso con calles dedicadas a uno de los deportes gastronómicos más atractivos: el tapeo.

Esto es precisamente lo que en esta ocasión te invitamos a disfrutar pero a través de tu cocina y con uno de los pinchos o tapas más típicos de Cantabria. Hablamos en este caso del tradicional pincho de ventresca pero en este caso acompañado de cebolla caramelizada y tomate natural.

[El mejor restaurante cántabro para comer muy bien y barato: está en Santander y te costará menos de 15 euros]

Esta es una de las piezas del bonito del Cantábrico más deliciosas y se caracteriza por un inconfundible sabor intenso. Uno de esos alimentos o aperitivos saludables y ricos que podrás encontrar en conserva y con el que podrás realizar este sencillísimo pincho.

Además, es importante destacar que la grasa del bonito es rica en ácidos grasos omega-3, ideal para disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos. También destaca por ser una gran fuente de proteínas de alto valor biológico y por aportar potasio, fósforo, magnesio, hierro y yodo. Te contamos paso a paso como realizarla y disfrutarla al más puro estilo cántabro. 

Ingredientes

Pincho de ventresca con cebolla caramelizada

  • 1 lata de ventresca
  • Media cebolla
  • 2 tomates maduros
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • Pizca de sal

Paso 1

Empezamos picando la cebolla en juliana y en finas láminas, para después ponerla a freír en una sartén. La retiramos antes de que se dore demasiado.

Paso 2 

Mientras se cocina la cebolla, lavamos y pelamos el tomate y lo picamos en dados pequeños. Echa una cucharadita de aceite de oliva y reserva.

Paso 3

Corta unas rebanadas de pan y tuéstalo. Puedes utilizar para ello el mismo aceite de pochar la cebolla.

Paso 4 

Saca la ventresca de bonito del norte en lata y ahora será el momento de montar el aperitivo. Comienza por la rebanada de pan y añade en ella los tacos pequeños de tomate, después la cebolla pochada y finalmente la ventresca. Remata con un toque de orégano por encima y ¡listo para disfrutar!

La mejor forma de caramelizar la cebolla

Esta tapa o pincho no tiene mucha complicación, sin embargo es fundamental asegurarse de que la ventresca tenga buena calidad para obtener un sabor auténtico de este pincho y también asegurar que la cebolla quede perfectamente caramelizada.

Este es sin duda, el paso más largo de la preparación de este clásico entrante cántabro. Para conseguirlo, es necesario que aseguremos un proceso largo de cocción a fuego muy lento y con un poco más de aceite de los habitual para evitar que se tueste antes de tiempo. De esta forma, los azúcares de la cebolla se transformarán en caramelo debido al calor.

Ventresca con cebolla caramelizada.

Ventresca con cebolla caramelizada.

Lo más recomendable, es utilizar la cebolla blanca que es más dulce y en unos 15 o 20 minutos podrás tener una cebolla caramelizada lista para consumir. Una buena opción para conseguir hacerla más rápido es añadir a la sartén un poco de agua y remover hasta conseguir que se evapore y llegue a esa caramelización perfecta.

En cuanto a su conservación, si decides hacer más de lo que indica la receta y te sobra demasiada cantidad. Te aconsejamos que no la tires y que cuando esté fría la guardes en un tarro de conservas. Podrás conservarla en la nevera para otra ocasión y durará varias semanas.

También podrás congelarla para usarla en otras recetas futuras, pero lo mejor es que no sobrepases los 2 meses en el congelador.