Un flan.

Un flan. iStock

Recetas

Ni huevo ni leche: el flan de limón más sencillo y delicioso con solo 5 ingredientes, ¡y sin horno!

Este postre es ideal para quienes buscan opciones sencillas y llenas de sabor. Sin huevo ni leche, es apto para celíacos e intolerantes a la lactosa.

13 agosto, 2024 10:23

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Son muchos los amantes de los postres de limón, nada extraño teniendo en cuenta el sabor que siempre aporta este cítrico a los platos. Además, es un alimento que goza de una gran versatilidad, y que sirve tanto para darle un toque especial a una ensalada como a la carne, el pescado e incluso con el agua.

En este caso, te explicaremos cómo preparar un flan de limón con 5 ingredientes y sin horno, que es perfecto si te gustan los postres fáciles y sencillos pero llenos de sabor. Además de ser muy sencillo de preparar, no lleva huevo ni leche y es apto tanto para celíacos como para intolerantes a la lactosa, así que nadie se va a quedar con ganas de comer flan.

Ingredientes

  • 250 ml de jugo de limón sin pulpa
  • 250 ml de agua
  • 50 gramos de maicena
  • 60 gramos de azúcar
  • 20 ml de agua (para el caramelo)
  • 60 gramos de azúcar (para el caramelo)

Paso 1

Coloca los 60 gramos de azúcar y los 20 ml de agua en una sartén.

Paso 2

Cocina a fuego medio sin remover hasta que se forme un caramelo de color rubio oscuro.

Paso 3

Vierte el caramelo en el molde y deja enfriar.

Paso 4

En una cacerola, calienta el jugo de limón, los 250 ml de agua, los 60 gramos de azúcar y la maicena.

Paso 5

Remueve constantemente con unas varillas para evitar grumos.

Paso 6

Cuando la mezcla comience a hervir, apaga el fuego.

Paso 7

Vierte la mezcla del flan en el molde con el caramelo.

Paso 8

Deja enfriar a temperatura ambiente.

Paso 9

Coloca el flan en el refrigerador por un mínimo de cuatro horas.

Paso 10

Desmolda el flan y disfruta de tu delicioso postre.

Consejos para preparar el flan de limón

Una vez conocido como preparar la receta, debes conocer una serie de recomendaciones para poder conseguir el resultado final deseado y que este sea perfecto, entre los que tenemos destacar:

  • Si quieres un flan más dulce, puedes añadir una mayor cantidad de leche condensada a la mezcla.
  • Si lo deseas, o para probar nuevos sabores, tienes la posibilidad de probar a preparar este flan con otros tipos de cítricos, como la mandarina, la naranja, toronja y lima.
  • En el caso de que no quieras preparar el caramelo en casa, puedes añadir el caramelo líquido o no incluirlo y sustituirlo por otro ingrediente que prefieras.
  • El flan debe refrigerarse durante un mínimo de cuatro horas, aunque es preferible que lo haga durante toda la noche. Esto hará posible que el flan llegue a alcanzar la consistencia deseada.

Este último punto es muy importante, ya que la refrigeración es clave para que el flan quede suave y cremoso, como a todo el mundo le gusta. La clave está en dejar que refrigere durante un mínimo de cuatro horas, para que así tanto los sabores como las texturas se asienten lo suficiente, y que no se seque el flan. No obstante, el tiempo óptimo sería entre unas 4 y 6 horas, en función de la temperatura y la humedad presente en el ambiente.

El limón, un aliado para la salud

El jugo de limón que se utiliza en la receta tiene diferentes beneficios para el organismo, siendo una forma de poder disfrutar de los grandes beneficios de un cítrico, que es uno de los alimentos más utilizados tanto en la gastronomía como en la medicina natural. Su composición nutricional lo convierte en un ingrediente con grandes beneficios para el organismo.

Siendo muy bajo en calorías, contiene distintos nutrientes como las vitaminas B6 y C, potasio, magnesio, proteína y fibra dietética y una excelente fuente de antioxidantes. Por ello, su ingesta regular sirve de gran ayuda para cuidar el organismo en diferentes aspectos.

En la medicina tradicional se ha usado el jugo de limón para favorecer el alivio de distintas dolencias, si bien no hay suficientes evidencias científicas que respalden muchas de sus propiedades. Por tanto, es un ingrediente que no reemplaza a ningún tratamiento médico y que tampoco sirve como cura para enfermedades. En todo caso, sí que tiene beneficios para todo aquel que lo añada a su dieta regular.

En este sentido, conviene destacar su capacidad para estimular la digestión, sobre todo en caso de sufrir de estreñimiento. Este alimento contiene fibra soluble, un nutriente que mejora la salud intestinal y retrasa la digestión de azúcares y almidones. También posee un efecto antimicrobiano, que puede ayudar a inhibir el crecimiento de baterías patógenas no deseadas, ya que hay diferentes estudios que respaldan que el jugo de limón podría ser de ayuda para eliminar distintas cepas de bacterias y hongos como la Candida albicans.

También ayuda a mejorar la piel, puesto que su contenido en vitamina C ayuda a estimular la síntesis de colágeno, además de contribuir a la protección antioxidante contra el fotodaño inducido por los rayos UV; y previene enfermedades, gracias a los bioactivos que contiene, como flavonoides, alcaloides, limonoides, cumarinas, carotenoides, ácidos fenólicos y aceites esenciales, que contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares, cálculos renales, afecciones del tracto respiratorio, enfermedades asociadas a la inflamación y enfermedades neurológicas.