Ni secas ni aguadas: el truco que usaba mi madre para echar agua a las lentejas sin usar báscula ni vaso medidor
- Sin báscula y sin vaso medidor, las lentejas quedan en su punto.
- Más información: El sencillo truco del chef José Andrés para que las lentejas queden mucho más sabrosas
- Total: 1 h
- Comensales: 5-6
Muchas madres y abuelas cocinan "a ojo" y los platos les salen bien. Su secreto es que hacen un poco de trampa. Es cierto que no usan básculas ni vasos para medir algunas cosas, pero ellas saben muy bien a dónde y cómo tienen que mirar. Luego les pides ayuda cuando quieres hacer una receta y te dan instrucciones tan "precisas" como "échale la cantidad de agua que tú veas" o "la cantidad de harina que te vaya pidiendo".
Con los años, a fuerza de cocinar, de meter la pata y de observar, llega un momento en el que todos nos convertimos en "madres", en sentido figurado, aunque no hayamos tenido hijos. Ya no necesitamos un vaso para medir el arroz y el agua que le echamos, porque en algún momento hemos aprendido que, si la altura del agua sobrepasa a la del arroz una distancia igual a la longitud de la primera falange de nuestro dedo índice, el arroz sale perfecto. No necesitamos contar vasos de agua.
Mi madre tampoco contaba los vasos de agua -tampoco la pesaba- que echaba en la olla de las lentejas y eso que era de las recetas que mejor le salían, ni secas ni aguadas, con la cantidad de líquido justa para que quedaran espesitas, pero sin que las lentejas se quedaran hechas una masa seca.
La cantidad de agua que necesitan las lentejas
La cantidad de agua que necesitamos para cocinar unas buenas lentejas no va a ser siempre la misma, pues depende del tipo de olla que estemos utilizando. En una olla normal, en la que se evapora más agua que en una olla a presión, podemos añadir un poco más de agua. Aun así, a pesar de estas posibles variaciones, la norma general dice que se necesitan 3 medidas (en volumen) de agua por cada medida (en volumen) de lentejas.
Si no tenemos un vaso a mano, o no queremos ensuciar uno, lo que haremos será poner las lentejas en la olla y comprobar que el nivel del agua está unos "dos dedos" por encima del nivel de las lentejas, es decir, una distancia igual al ancho de dos dedos de nuestra mano. Con este sencillo truco, mi madre bordaba las lentejas, aunque tiene sus limitaciones. El truco funciona bien cuando cocinamos lentejas para unas cuatro o cinco raciones -unos 400-500 g- en una olla de unos 22-24 cm -valores muy frecuentes cuando se hacen lentejas en casa- de diámetro, pero si se usa una olla de diámetro mucho más grande o una cantidad de lentejas mucho mayor, habría que ajustar un poco la cantidad de agua.
Cómo corregir la falta o el exceso de agua la cocinar lentejas
Si, llegado el momento, nos hemos olvidado de estos trucos y, mientras se están haciendo las lentejas, vemos que no hemos acertado con la cantidad de agua, no debe cundir el pánico. Tanto si durante la cocción vemos que se quedan sin agua antes de tiempo, como si terminan de cocinarse y aún queda demasiado líquido que no se ha espesado como nos gustaría, podemos actuar para solucionarlo.
- Si las lentejas se quedan sin agua, hay que actuar rápido, pues si secan del todo, enseguida se agarran al fondo, el potaje empieza a oler a quemado y llegamos a un punto de no retorno. Pero si aún no se han pegado, simplemente, podemos añadir caldo caliente o agua caliente con un poco de sal. Es importante que el líquido que añadamos esté caliente, para no cortar la cocción, y bien sazonado, para que no pierdan sabor.
- Si las lentejas han quedado muy aguadas, con mucho caldo y no lo suficientemente espeso, se puede retirar parte del caldo sobrante y reservarlo, y, aparte, triturar un cucharón de lentejas con algunas de las verduras hasta tener una crema que devolveremos al cazo. Mezclaremos todo con cuidado para no romper el resto de las lentejas y, si ahora estuviese demasiado espeso, podemos ajustar incorporando una parte del caldo que habíamos retirado.
Ingredientes para hacer lentejas con sofrito muy fáciles
- Lentejas secas, 500 g
- Cebolla mediana, 1 ud
- Zanahoria, 2 ud
- Pimiento verde, 1 ud
- Ajo, 2 dientes
- Tomate maduro, 2 ud
- Aceite de oliva, 2 cucharadas
- Pimentón dulce, 1 cucharadita
- Laurel, 1 hoja
- Sal, al gusto
- Pimienta, al gusto
- Agua, cantidad suficiente
Paso 1
Lavamos las lentejas bajo el grifo con agua fría y las dejamos en un bol cubiertas con agua durante 20 minutos. Si no tenemos una báscula, basta con tener en cuenta que los paquetes normales de lentejas pesan 1 kg, así que tenemos que poner a remojo la mitad.
Paso 2
Picamos la cebolla, la zanahoria, el pimiento verde y los dientes de ajo en trozos pequeños. Rallamos los tomates o los picamos finamente.
Paso 3
Escurrimos las lentejas y las ponemos en una olla que sea lo suficientemente grande. Añadimos agua fría suficiente para cubrir las lentejas con 4-5 cm adicionales (aproximadamente el grosor de dos dedos). Incorporamos la hoja de laurel y una pizca de sal.
Paso 4
Ponemos a cocer a fuego alto para alcanzar el punto de ebullición. Una vez que empiece a hervir, reducimos el fuego y cocinamos a fuego lento con la olla semitapada. Tardarán en total unos 40-50 minutos en aguas blandas. Si el agua es dura, el tiempo será mayor.
Paso 5
Mientras se van cociendo las lentejas, preparamos el sofrito. Para ello, en una olla grande, calentamos el aceite de oliva a fuego medio. Sofreímos la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes, aproximadamente 5 minutos. Añadimos la zanahoria y el pimiento y cocinamos durante otros 5 minutos.
Paso 6
Incorporamos el tomate rallado al sofrito y sal y pimienta al gusto. Dejamos que se cocine todo junto durante 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate se haya reducido. Agregamos el pimentón dulce y mezclamos rápidamente para evitar que se queme. Cuando el sofrito esté listo, lo echamos en la olla de las lentejas y mezclamos con suavidad para que éstas no se despellejen.
Paso 7
Durante la cocción de las lentejas, iremos revisando el nivel de líquido. Si es necesario, añadimos agua caliente poco a poco y rectificamos el punto de sazón.
Paso 8
Una vez cocidas, retiramos la hoja de laurel y servimos las lentejas calientes. Podemos acompañarlas con un poco de pan o arroz blanco si lo deseamos.
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