Sorbete de limón al cava, una receta digestiva y refrescante en sólo 5 minutos

El sorbete de limón al cava es una preparación fría que contiene una mezcla perfecta de sabores dulces, ácidos y espumosos y que siempre funciona en cualquier tipo de comida o cena. Además, por su fácil elaboración, es ideal para preparar en el último momento y ahorrar tiempo en la cocina. 

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También es perfecto para finalizar las comidas copiosas, como pueden ser las de estas venideras fiestas navideñas, porque refresca y es digestivo. En casa, además de tomarlo como postre, en ocasiones lo servimos después de los entrantes, a modo de bebida, para “limpiar” de sabores el paladar y poder así degustar mejor el plato principal.

Seguidamente, vamos a explicar cómo preparar en nuestros hogares este exquisito sorbete de limón al cava. No es necesario ser un experto 'cocinillas' para elaborarlo, se trata de una receta muy fácil y rápida en la que sólo necesitarás 4 ingredientes básicos (helado de limón, cava, nata líquida y azúcar); no obstante, el resultado es sencillamente increíble. 

Hay muchas variantes, pero hoy os traemos una receta sencilla y sin añadir más licores, ya que por estas fechas solemos ir bien servidos de alcohol, pero que sepáis que le va muy bien un poco de vodka. En esta ocasión le hemos añadido nata líquida para darle más cuerpo y cremosidad, pero es totalmente opcional.

Preparación del Sorbete de limón al cava en 5 minutos

1. Colocamos en la batidora de vaso el helado de limón todavía congelado, el cava muy frío, la nata líquida y opcionalmente el azúcar; en casa no añadimos azúcar porque ya nos parece suficientemente dulce. Si no tienes batidora de vaso puedes utilizar una cazuela grande y una batidora normal.
2. Trituramos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
3. Servimos inmediatamente en copas.

Resultado

Este sorbete se suele presentar en copas de cava, pero en esta ocasión quería utilizar las copas que me han regalado Elena y Félix, ¡gracias!  

Prepara este sorbete justo antes de tomarlo porque pasado un tiempo los distintos ingredientes tienden a separarse y queda poco vistoso.

Por supuesto, puedes adaptar este sorbete a distintos sabores variando el sabor del helado: de naranja, mandarina, etc.

Si os apetece tomarlo todavía más frío y con una textura diferente, podéis dejarlo reposar entre una y dos horas en el congelador antes de servirlo, aunque recién hecho también está riquísimo. Asimismo, también podéis tomarlo sin alcohol quitando el cava si os apetece una receta más ligera.