Hay veces que descubres algo en el congelador que no sabías que tenías. En mi caso era un conejo entero troceado que había comprado hace varias semanas. ¿Cómo se me habrá olvidado? ¡Con el rato tan agradable que pasé troceándolo! En fin…

Decidí, para la comida del sábado, hacer el conejo con arroz, cerveza, pimienta y mostaza, una receta que hacía años que no había vuelto a hacer, y que me solía quedar rica.

Preparación

Se pelan los ajos y se rompen aplastándolos con la parte plana del cuchillo. Se ponen en una fuente con abundante aceite y se sofríen. En cuando empiezan a ponerse un poquito dorados, echar el conejo salpimentado al gusto, con un poco de tomillo y romero, y una cucharada sopera de bolitas de pimienta.

Removemos de vez en cuando para que se vaya haciendo el conejo. Una vez esté un poco dorado, echamos la cerveza, una cucharada de mostaza, y un chorrito de Tabasco, la hoja de laurel, y tapamos la fuente para que se cueza durante unos 5 minutos.

Pasados los 5 minutos, añadimos el arroz, lo removemos un poco para que se empape bien, y añadimos más agua (dependiendo de la profundidad y anchura de la fuente, y de cómo nos guste el arroz, habrá que echar entre un vaso o dos de agua), y sal al gusto.

El arroz debería tardar unos 15 minutos en hacerse. Cuando queden un par de minutos, a mi me gusta echar unos taquitos de queso muy curado (en este caso Grana Padano, aunque puede ser manchego curado, Sbrinz, Parmesano, etc…) para que se fundan un poco pero sin perder la forma.

Resultado

El resultado es estupendo, sobre todo si lo acompañas de una buena cerveza (trigo alemana, trapense belga, etc.)

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 3/5

Precio: 5€/persona