Fideos thai con pollo, verduras y huevo escalfado, una receta tan fácil como adictiva
Receta con explicación detallada y fotografías de todos los pasos a seguir para preparar unos deliciosos Fideos thai con pollo, verduras y huevo escalfado
30 octubre, 2017 20:50- Total: 30 min
- Comensales: 3
El pad thai es, quizás, el plato más conocido y popular de la cocina tailandesa. Se trata de un salteado de fideos de arroz con una serie de ingredientes (tamarindo, salsa de pescado, gambas, brotes de soja, tofu, lima, etc) que lo hacen muy singular. Hoy vamos a hacer una receta inspirada en el pad thai muy socorrida que hago habitualmente en casa, cuando no tengo muchas ganas de hacer algo muy elaborado. Aunque el resultado difiera mucho de la receta original (en esta vamos a cocinar la pasta mucho menos condimentada), tendrá ese carácter que le da la salsa de soja y contará con la yema de huevo chorreante, que es una perdición. ¡Vamos al lío!
Ingredientes
- Fideos chinos, 200 g
- Sofrito de tomate o tomate frito o rallado, 100 g
- Cebolletas, 2
- Pimiento rojo, 1
- Pimiento verde, 1
- Zanahorias pequeñas, 2
- Calabacín, 1
- Pechuga de pollo, 100 g
- Gamba pelada, 125 g
- Huevos, 3
- Salsa de soja (al gusto)
- Cebollino picado
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal
- Pimienta
- Pimentón picante o Ras el Hanout
Cómo hacer unos fideos thai con pollo, verduras y huevo escalfado
01: Marcamos el pollo
Vamos a marcar el pollo. En esta ocasión vamos a usar pechuga de pollo fileteada, pero con muslo o contramuslo deshuesado y cortado en tiras finas queda muy jugoso. De todas maneras, la pechuga si se cocina correctamente no nos tiene por qué quedar seca.
Calentamos a tope la sartén. Salpimentamos la pechuga y, con un chorrito de aceite, doramos la pechuga brevemente por los dos lados. Por eso el fuego tiene que estar muy fuerte, para que el pollo se marque bien sin que se nos haga demasiado.
Otra cosa básica al marcar una carne es no pecar de impaciente y mover la pieza lo menos posible. Una vez en el fuego dejamos que se dore bien por un lado, damos la vuelta y freímos bien por la otra parte. Dar vueltas a los trozos todo el rato para lo único que nos servirá es para recocer la carne.
Reservamos la pechuga, puesto que la trocearemos más adelante.
02: Sofreímos la verdura
Pelamos y cortamos las cebolletas en juliana. Hacemos lo mismo con los pimientos y las zanahorias y rehogamos en una sartén o cazuela ancha. Después de unos minutos, cuando la verdura se empiece a reblandecer y a traslucir, añadimos el calabacín, también en juliana con o sin piel. Pochamos 10-15 min más hasta que la verdura esté bien cocinada, pero siga ligeramente al dente.
03: Añadimos el resto de ingredientes a la base de la pasta
Subimos el fuego y añadimos las gambas a la verdura sofrita. Rehogamos un par de minutos, añadimos una pizca de pimentón picante, el sofrito de tomate rápidamente, y dejamos unos minutos reducir. Cortamos la pechuga de pollo en daditos y lo agregamos a la base junto con los jugos que pueda haber soltado. Mezclamos, sacamos del fuego y reservamos.
04: Escalfamos los huevos
En una olla con abundante agua salamos con generosidad y llevamos el agua hasta casi el punto de ebullición.
Cascamos los huevos en un cuenco aparte. Cuando el agua casi rompa a hervir, echamos un buen chorro de vinagre, sin pasarnos, porque si no corremos el riesgo de que deje sabor.
Haciendo un movimiento circular en el agua con una cuchara creamos un pequeño remolino. Esperamos unos segundos y cuando la espiral en el agua sea ya casi imperceptible añadimos los huevos, uno a uno y espaciados.
Es importante que vigilemos que el agua siga a una temperatura cercana a la de ebullición pero que no hierva, ya que los borbotones echarían a perder los huevos durante los primeros instantes.
Trascurridos 2-3 min y con ayuda de una espumadera vamos sacando a la superficie los huevos y comprobamos que la clara esté perfectamente cocinada y la yema esté blanda. Si es necesario dejamos cocer unos segundos más hasta alcanzar ese punto.
Una vez estén, sacamos a un plato. Si los hacemos con mucha anterioridad a preparar la pasta podemos sacarlos en agua y hielos para cortar la cocción.
05: Cocemos la pasta
Hervimos abundante agua, la cual salaremos generosamente. Cuando rompa a hervir añadimos la pasta y cocemos a fuego medio. Removemos constantemente los dos primeros minutos. Si removemos bien la pasta al principio y la cocemos en el agua suficiente, nunca se nos pegará, por lo que no le añadimos aceite.
Dejamos cocer el tiempo necesario según el tipo de pasta que usemos, pero es recomendable dejarla al dente, y más en ocasiones como esta en las que se va a seguir cocinando al juntar los ingredientes. Antes de escurrir la pasta rescatamos un poco del agua de la cocción por si nos hace falta para terminar la preparación.
06: Salteamos el conjunto y servimos
Por último agregamos un buen chorro de salsa de soja, reducimos a fuego fuerte y servimos la pasta en un plato hondo formando un volcán. Añadimos cebollino picado y pimentamos, colocamos el huevo escalfado caliente en el hueco formado por la pasta y terminamos espolvoreando pimentón o Ras el Hanout por encima del huevo, junto con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Recién escurrida la pasta, la salteamos brevemente en un chorrito de aceite en una cazuela ancha, sauté o sartén. Añadimos rápidamente toda la base que hemos preparado anteriormente y mezclamos bien, añadiendo el agua de la cocción que sea necesaria para que la salsa no quede muy concentrada, sino aterciopelada y untuosa.
Si el huevo escalfado se nos ha enfriado por cualquier motivo o los hemos enfriado para cortar la cocción podemos hacer que suba de temperatura introduciéndolo unos segundos en agua caliente, de este modo se calentará sin sobrecocerse y la yema permanecerá líquida.
Resultado final e ideas para personalizar la receta
El resultado final es un plato muy completo, supersencillo y riquísimo. Además si tenemos la base hecha con anterioridad, podemos terminarlo en unos poco minutos.
En esta ocasión hemos usado fideos chinos de trigo, pero podemos usar fideos de arroz, vermicelli de soja, espaguetis, tallarines, pappardelle o el tipo de pasta alargada que más nos guste.
No es necesario que os ciñáis exactamente a la receta, podéis usar trigueros y gambones, por ejemplo, como sustitutos de alguno de los ingredientes propuestos. Y si en vez de coronar con un huevo escalfado lo hacemos con uno frito el resultado resultará igualmente exquisito.