Muchas veces compramos cosas ya hechas sin pararnos a pensar que hacerlas nosotros mismos resultaría muy fácil y, además, nos permitiría controlar en todo momento la calidad de los ingredientes que utilicemos.

En el caso de los helados y sorbetes, los comerciales suelen estar hechos con grandes cantidades de azúcares refinados y, en muchos casos, también están cargados de saborizantes y aromatizantes artificiales. Ninguna de estas cosas es necesaria para elaborar este sorbete de limón que os proponemos para este fin de semana, pues para hacerlo solo se necesitan básicamente tres ingredientes.

Beneficios del limón

Según la Fundación Española de la Nutrición "el limón es fuente de vitamina C y posee cantidades menores de otras vitaminas y minerales.

La pulpa, también contiene ácidos orgánicos, fundamentalmente ácido cítrico y en menor cantidad málico (que se consideran responsables del sabor ácido de este alimento), acético y fórmico. Existen también compuestos fenólicos como los ácidos cafeico y ferúlico, que son potentes antioxidantes.

También posee fibra soluble como la pectina (que se encuentra principalmente en la capa blanca que hay debajo de la corteza).

Sin embargo, los componentes más interesantes del limón son los fitonutrientes. En concreto, los limonoides, compuestos que se encuentran localizados en la corteza.

Además, tanto la capa blanca que se encuentra debajo de la corteza como la pulpa, presentan flavonoides (citroflavonoides) entre los que destaca la hesperidina y otros flavonoides (diosmina, naringenina, eriocitrina)."

Beneficios de la miel

La Fundación Española de la Nutrición también indica que "la miel es un producto biológico muy complejo cuya composición nutritiva varía notablemente según la flora de origen, la zona, el clima. Es esencialmente una disolución acuosa concentrada de azúcar invertido, que contiene además una mezcla de otros hidratos de carbono, diversas enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, minerales, sustancias aromáticas, pigmentos, ceras, etc.

Los principales azúcares son fructosa (38%), glucosa (31%) y pequeñas cantidades de sacarosa (1-2%). Aunque la miel contiene ciertas vitaminas y minerales, que no se encuentran en los azúcares refinados, las cantidades son tan pequeñas que no tienen importancia en términos de las necesidades diarias. La principal característica de la miel es su elevado contenido en fructosa. La fructosa se convierte principalmente en glucógeno en el hígado, proceso que no requiere insulina."

El uso de miel en helados es muy recomendable ya que el azúcar invertido tiene un punto de congelación inferior al del azúcar de mesa y, gracias a esta característica, los helados y sorbetes cristalizan menos y resultan mucho más cremosos incluso si se hacen sin heladera.

Cómo hacer un sorbete de limón ligero

elena_hramowa iStockPhoto

Ingredientes

  • Limones, 4 ud
  • Agua mineral, 500 ml
  • Claras de huevo, 2 ud
  • Miel de palma, 125 g
  • Sal, 1 g
  • Hojas de menta, para decorar

Paso 1

Paso 1 En un cazo ponemos a calentar la miel con el agua a fuego lento hasta que empiece a hervir, mantenemos el hervor durante unos 5 minutos, nos aseguramos de que la miel se ha disuelto completamente, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Paso 2

Paso 2 Lavamos muy bien los limones y los secamos. Cuando la mezcla de agua y miel esté completamente fría, añadimos el zumo de los limones y la ralladura de estos, con cuidado de no rallar la parte blanca de la piel.

Paso 3

Paso 3 Colocamos la mezcla en un molde metálico y lo dejamos en el congelador durante una hora u hora y media hasta que empiece a estar congelado pero sin estar completamente duro.

Paso 4

Paso 4 Pasado ese tiempo montamos las claras a punto de nieve. Podemos añadir una pizca de sal para que monten con más facilidad. Sacamos la mezcla que tenemos en el congelador y las incorporamos con movimientos envolventes, hay que hacerlo con suavidad y un poco de paciencia para que no se bajen las claras.

Paso 5

Paso 5 Llevamos de nuevo al congelador hasta que se congele por completo. Podemos terminar de congelarlo en el mismo molde metálico o repartir la mezcla en moldes para polos.

Paso 6

Paso 6 A la hora de servirlo, si lo hemos congelado todo junto en un molde lo sacamos del congelador unos minutos antes, lo servimos en copas y decoramos con unas hojitas de menta. Otra opción, si queremos un sorbete que quede mucho más cremoso, congelamos la mezcla en moldes para cubitos de hielo y, cuando vayamos a consumirlo, lo pasamos por un robot de cocina tipo Mambo o Thermomix.

Paso 1

En un cazo ponemos a calentar la miel con el agua a fuego lento hasta que empiece a hervir, mantenemos el hervor durante unos 5 minutos, nos aseguramos de que la miel se ha disuelto completamente, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Paso 2

Lavamos muy bien los limones y los secamos. Cuando la mezcla de agua y miel esté completamente fría, añadimos el zumo de los limones y la ralladura de estos, con cuidado de no rallar la parte blanca de la piel.

Paso 3

Colocamos la mezcla en un molde metálico y lo dejamos en el congelador durante una hora u hora y media hasta que empiece a estar congelado pero sin estar completamente duro.

Paso 4

Pasado ese tiempo montamos las claras a punto de nieve. Podemos añadir una pizca de sal para que monten con más facilidad. Sacamos la mezcla que tenemos en el congelador y las incorporamos con movimientos envolventes, hay que hacerlo con suavidad y un poco de paciencia para que no se bajen las claras.

Paso 5

Llevamos de nuevo al congelador hasta que se congele por completo. Podemos terminar de congelarlo en el mismo molde metálico o repartir la mezcla en moldes para polos.

Paso 6

A la hora de servirlo, si lo hemos congelado todo junto en un molde lo sacamos del congelador unos minutos antes, lo servimos en copas y decoramos con unas hojitas de menta. Otra opción, si queremos un sorbete que quede mucho más cremoso, congelamos la mezcla en moldes para cubitos de hielo y, cuando vayamos a consumirlo, lo pasamos por un robot de cocina tipo Mambo o Thermomix.