Comer fruta tiene múltiples beneficios para la salud. Tan solo pensando en la gran variedad que contienen tanto frutas como verduras, muchos de ellos olvidados dentro de los alimentos ultraprocesados que conforman la terrible Dieta Occidental, es suficiente para percatarse del gran tesoro nutricional que esconden estos alimentos. De hecho, muchos de dichos ultraprocesados usan mensajes publicitarios donde se vanaglorian de contener X o Y nutriente, intentando imitar a frutas y verduras.
Una de las muchas sustancias que suelen mencionarse como beneficiosas a la hora de comer fruta o verdura suelen ser los “flavonoides“, los cuales también acompañan a las declaraciones nutricionales de otros alimentos, como el chocolate negro o incluso el vino; aunque en este último caso sabemos que los perjuicios (el alcohol) superan a los beneficios.
Ahora, una nueva investigación, publicada recientemente en la revista EBioMedicine, ha llegado a la conclusión de que un flavonoide en particular que se encuentra en diversas frutas y verduras tiene un nuevo efecto potencial: puede mantenernos más jóvenes.
Los efectos antienvejecimiento de comer fruta
La fisetina, un flavonoide que puede encontrarse en multitud de frutas y verduras, sería ese flavonoide natural, cuyo efecto senolítico le otorgarían tal potencial. En otras palabras, este flavonoide sería capaz de eliminar células dañadas en el organismo a causa del envejecimiento, pudiendo así mejorar la salud general y prolongar la vida útil.
Debemos tener en cuenta que el envejecimiento es algo natural imposible de eliminar en la vida del ser humano, pero no hace falta nada más que salir a la calle para darse cuenta de que algunos individuos lo llevan mejor que otros: el envejecimiento humano no entiende de edad, pero sí de alimentación. Es decir, si bien es cierto que (lógicamente), “a más edad, más envejecimiento”, es posible retrasar dicho proceso natural, ya sea mediante una buena genética, o bien mediante una buena alimentación.
Cada cierto tiempo las células humanas, de cualquier zona del organismo, acaban perdiendo su capacidad de dividirse de forma efectiva y el sistema inmune “limpia” el rastro cuando mueren. Pero, a medida que envejecemos, el sistema inmune también se vuelve menos eficiente y errático en su tarea. Así, las células dañadas, o células senescentes, pueden acumularse y llegar a provocar enfermedades crónicas relacionadas con la edad, y algunas de ellas pueden iniciarse incluso en edades tempranas si no se lleva a cabo un estilo de vida saludable. Es lo que comúnmente se llama “envejecer mal”.
Aunque actualmente se están llevando a cabo múltiples investigaciones con el objetivo de eliminar artificialmente la acumulación de estas células envejecidas y dañinas, los llamados fármacos senolíticos, como los que se comentaron en un estudio publicado en Nature a principios de 2018, la realidad es que mejorar es estilo de vida en general sería crucial para evitar la acumulación de estas células.
Flavonoides, el efecto antiedad de comer fruta
Todos estos fármacos senolíticos están basándose en el uso de compuestos flavonoides, y es por eso que se ha descubierto que la fisetina sería un compuesto potencialmente efectivo para evitar el envejecimiento, tanto en ratones como en humanos. Sin embargo, idealmente, comer fruta y verdura sería una forma alternativa de evitar dicho envejecimiento en lugar de recurrir a medicación.
De hecho, la fisetina ya se conocía con anterioridad, aunque no había podido desgranarse su potencial antiedad de forma tan directa. Ya en 2014, en un estudio publicado en Aging Cell, un compuesto basado en fisetina fue capaz de prevenir la progresión de la Enfermedad de Alzheimer, aunque en aquel momento solo pudieron plantearse hipótesis sobre la fisetina y su potencial, sin poder ligarla claramente a un efecto antienvejecimiento como tal.
En esta nueva investigación, gracias a una tecnología llamada citometría de masas, se ha podido observar cómo el compuesto un compuesto basado en fisetina actuaría dentro de una célula senescente de forma específica, en ratones. Además, también se pudieron constatar sus efectos sobre la salud general, reduciendo biomarcadores de enfermedades relacionadas con la edad y extendiendo la esperanza de vida media de los roedores.
Comer fruta: más fácil y natural
Por el momento casi todas las investigaciones respecto a los flavonoides en general y la fisetina en particular se han realizado en ratones, y este trabajo en particular aún se encuentra en etapas iniciales. Aún así, dado que comer fruta y verdura puede aportar fisetina y otros flavonoides, siendo estos compuestos naturales y fácilmente accesibles, se espera que los efectos en humanos sean similares o incluso mejores.
Los investigadores esperan llegar rápidamente a los ensayos clínicos en humanos, aunque la realidad del individuo de a pie es más fácil y diferente, es otro nivel: la realidad es que se habla mucho de elaborar tal o cual fármaco, pero siempre haciendo hincapié en que se basan en compuestos naturales que se encuentran en el supermercado. Por tanto, la conclusión fácil sería que comer fruta y verdura, en cantidad, como siempre se nos ha recomendado, y sin necesidad de procesarla ni extraer sus moléculas de forma artificial y aislada, sería suficiente para mejorar nuestro envejecimiento e incluso retrasarlo.