Bocadillo de caballa con tomate, una receta para cenar sano y rico
Cenar de bocadillo no está reñido con comer sano, rico y equilibrado. Solo hay que elegir bien el tipo de pan y lo que se mete dentro de él como en este bocadillo de caballa.
3 enero, 2020 13:13- Total: 15 min
- Comensales: 4
A la hora de cenar, pensar en sándwiches o bocadillos siempre se nos antoja como una solución atractiva, sobre todo en las frías noches de invierno en las que el mejor plan suele ser el sofá con peli y mantita, solo mejorable con una cena que se pueda comer con las manos. La buena noticia es que podemos hacerlo sin remordimientos, pues no hay necesidad de recurrir a comida basura usando panes y embutidos ultraprocesados, sino que podemos prepararnos bocadillos deliciosos usando lo que ahora se ha dado en llamar real food, ingredientes como verduras, pescados, carnes y, sin necesidad de añadir alimentos hipercalóricos como salsas o quesos.
Ingredientes
Para el bocadillo de caballa (4 ud)
- Filetes de caballa sin espinas, 4
- Panecillos para bocadillo rústicos, 4
- Tomates, 2 o 3
- Cebolla morada o blanca, 1 pequeña (y sobrará)
- Eneldo fresco
- Sal, para aliñar el tomate
- Aceite de oliva virgen extra, para aliñar el tomate
Para el adobo de la caballa
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Vinagre, 2 cucharadas
- Agua, 4 cucharadas
- Pimentón dulce, 1/2 cucharada
- Ajos, 2 dientes laminados
- Sal, al gusto
- Pimienta, al gusto
Paso 1
Adobar los filetes de caballa
Paso 2
Cocinar los filetes de caballa a la plancha
Paso 3
Montar el bocadillo de caballa con las rodajas de tomate y la cebolla en aros
Cómo hacer un bocadillo de caballa para chuparse los dedos
El bocadillo de caballa es un plato típico de la comida callejera turca y consiste en un filete de caballa sin espinas que se adoba y se cocina a la plancha y luego se usa para preparar un bocadillo en el que también se meten vegetales crudos y/o encurtidos y algunas hierbas aromáticas. El resultado es un bocadillo jugoso, sin más grasas que las grasas saludables que nos aporta el pescado azul y con toda la fibra y los nutrientes que nos aportan las verduras.
Paso 1
Le pediremos al pescadero que nos separe los filetes de las caballas y nos quite las espinas y la piel exterior transparente. En casa, nos aseguraremos de que no se han quedado espinas y sumergiremos los filetes en agua helada durante cinco minutos para que suelten toda la sangre.
Pasado ese tiempo los sacamos, los secamos bien con papel absorbente y los ponemos en una fuente. Preparamos el adobo mezclando bien el aceite de oliva, el vinagre, el agua, la sal, la pimienta, el pimentón y los ajos laminados y lo echamos sobre los filetes de caballa embadurnándolos bien por todos lados, los tapamos con film y los dejamos como mínimo una hora en la nevera -no pasa nada si los dejas de un día para otro-.
Paso 2
Para preparar el bocadillo de caballa se escurren bien los filetes de caballa del adobo y se cocinan a la plancha por ambos lados. El tiempo dependerá del grosor, pero hemos de estar atentos para dejarlos el tiempo justo de que se doren ligeramente pero sin resecarse. Puedes separar un poco la carne con un tenedor y cuando veas que deja de estar crudo por dentro es el momento de retirarlos del fuego.
Paso 3
Para montar los bocadillos, abrimos los panecillos a la mitad -si no son del día, podemos tostarlos ligeramente para que la corteza vuelva a estar crujiente-, ponemos una capa de tomate fresco lavado, cortado en rodajas y rociado con una pizca de sal y de aceite de oliva virgen extra, encima un filete de caballa a la plancha y, para terminar unos aros de cebolla morada y un poco de eneldo fresco picado.
Paso 4
Para servirlo, se puede envolver el bocadillo en un trozo de papel de horno para que llegue calentito a la mesa y resulte más fácil de comer. Si se trata de una noche fría, podemos acompañar nuestro bocadillo de caballa de algún consomé de jamón, pollo o verduras que podemos servirlo en taza para tomarlo bebido.
Nota
Con esta receta apañas en un momento una cena "de bocata", pero que además resulta sana y equilibrada. Es más, puede ser la clave para que algunos de los más jóvenes de la casa coman más pescado.
Por supuesto puedes personalizar, por ejemplo, cambiar la cebolla por lechuga, o por pepinillos frescos o en vinagre, o ponerle hojas de espinacas, o rúcula, o canónigos.