La Mia Tana, cocina italiana de calidad a precios increíbles en Sevilla
Hace unos días estuve de viaje por el sur de España, concretamente en Sevilla, y he de decir que la oferta culinaria del sur es infinita. Después de varios días de tapeo, queríamos sentarnos a comer en condiciones, como quien dice (sin despreciar el tapeo, que por supuesto es maravilloso).
Por recomendación de nuestros amigos sevillanos, llegamos a La Mia Tana, un restaurante italiano en activo desde 1992 con un estilo moderno y fresco, donde lo primero que nos llamó la atención fue su fachada. Se encuentra en una calle muy céntrica de la ciudad, rodeado de locales para salir de copas y pequeñas tiendas. Pero sin duda, llama la atención.
Por lo que pudimos ver mientras cenábamos, se trata de un local bastante popular, pues durante el tiempo que estuvimos siempre estaba lleno y con cola en la puerta, por lo que si os decidís a pasaros a probarlo, os recomiendo que vayáis temprano. También he de decir que fuimos un sábado por la noche, y que es probable que la gran afluencia de público se vea reducida si vamos entre semana.
Al encontrarse en la zona centro, concretamente en la zona cercana a la plaza de la Alfalfa, os recomiendo que dejéis el coche aparcado y os acerquéis dando un paseo, disfrutando del bullicioso centro de Sevilla.
Dirección: Calle Pérez Galdós, 24 (ver mapa)
Teléfono reservas: 954 22 68 97
Web: https://www.facebook.com/lamiatana
Precio: Unos 15€/persona
Comida: 9,5/10
Estamos hablando de un restaurante italiano, por lo que después de probar la comida italiana de verdad, darle semejante nota a la comida es un gran indicador. Cada plato que pedimos estaba exquisito, la pasta en su punto, cantidades muy abundantes y buenos ingredientes. Además, a pesar de ofrecernos toda clase de platos italianos, también introducen algunos platos mejicanos como nachos o fajitas, platos griegos como moussaka o incluso alguna especialidad asiática como unos fideos chinos buenísimos.
Éramos 6 a cenar, por lo que pude probar multitud de platos para poder daros mi opinión un poco mejor formada. De entrantes pedimos carpaccio de ternera y ensalada de quesos. El carpaccio estaba de muerte, tierno y delicioso y la ensalada era suave y cremosa, fantástica.
Como platos principales pedimos de todo un poco: pizza, pasta fresca y risotto. Me gustaría destacar en concreto el risotto al vino tinto, que nunca había visto ni oído hablar de él y que estaba absolutamente espectacular (tanto nos gustó, que estoy preparando la receta para que lo podáis disfrutar vosotros también, mis queridos Cocinillas). El punto de la pasta era perfecto, y tiene más mérito aún siendo pasta fresca, donde cogerle el punto es más complicado. Como ya he comentado, las cantidades son generosas y no se escatima en calidad ni variedad de ingredientes (de hecho, en su Facebook podéis consultar su carta completa).
Además, cada semana preparan platos especiales de la semana, que te recomiendan y donde podemos probar combinaciones más exóticas o curiosas, perfectas para los que no nos conformamos con la pasta con tomate y somos unos cata-caldos.
¿Y si me gustó tanto por qué no le pongo un 10? Porque un 10 sería compararlo con la comida que pude probar en la Toscana, y eso es mucho pedir. La única pega que puedo poner es a la masa de la pizza que, aunque fina y con buen sabor (justo como me gusta), desde mi punto de vista creo que le faltaba un pelín de cocción. Puede que fuese algo puntual, porque sin embargo los ingredientes eran de gran calidad.
Por último, remarcar que sus postres son todos caseros, y nos ofrecieron 5 diferentes. Nosotros compartimos una tarta de zanahoria (receta aquí) con chocolate blanco y una tarta de queso con dulce de leche que quitaban el sentido. Un dato curioso es que no ofrecen cafés, por lo que una vez terminas el postre, si quieres un café tienes que cambiar de local. Me parece una estrategia inteligente, pues es un local pequeño, con una cantidad reducida de mesas y con unos precios muy atractivos, por lo que necesitan servir a mucha gente para que el negocio les salga rentable, y a menudo ocurre que con los cafés y la sobremesa nos podemos tirar charlando media hora más fácilmente.
Bebida: 7,5/10
Ésta es lo que menos me gustó del local, si bien tenía un precio razonable. Pedimos una botella de lambrusco que dejaba un poco que desear, teniendo en cuenta que es un vino bastante asequible y que invertir en uno de una calidad un poco mejor tampoco habría sido una inversión excesiva. También es cierto que entre su carta de vinos había muuuchos más donde elegir, por lo que quizá fue una elección un poco desafortunada.
Sin embargo, hay una cosa que sí me ha gustado mucho, que es que ofrecen cervezas artesanales entre su carta de cervezas. Me encanta la cerveza, y que un restaurante ofrezca la posibilidad de probar variedades diferentes me parece un punto excelente.
Ambiente: 8,5/10
Personalmente me pareció un local muy acogedor, con decoración minimalista y con toques pop muy graciosos (como unos cerditos pintados en la pared que me hicieron muchísima gracia). Desde algunas mesas se podía ver la cocina y a los cocineros trabajando, cosa que me gusta mucho pues te metes un poco en el ambiente del restaurante. Las luces son tenues pero suficientes, por lo que para cenar es bastante agradable. Está limpio y tiene una estética agradable y joven.
Un problema que sí que noté fue que, al ser un local pequeño y con bastante movimiento, había un nivel de ruido alto. No sé si será porque precisamente fue un día especialmente bullicioso o porque en fin de semana hay tanto jaleo, pero en ocasiones era un poco molesto. Además, me pareció que la altura de las sillas era un poco baja y la mesa acaba pillando un poco alta, y como soy bastante bajita resultó un poco incómodo, pero nada preocupante.
También es cierto que contaban con otra sala un poco apartada de la sala principal donde parecía que había menos bullicio y cuyo ambiente parecía más tranquilo, pero sobre éste local tampoco puedo daros muchos datos pues no tuvimos la oportunidad de acercarnos a echar un vistazo.
En general, me gustó por ser original y diferente, de ambiente distendido pero agradable y bastante cómodo en general a pesar de ser un local pequeño.
Trato: 10/10
Sí señores, les doy un pedazo de 10. He podido ver cómo en algunas páginas se critica que las camareras eran desagradables y el servicio lento. Y me da la impresión de que se han puesto las pilas, porque las dos camareras que nos atendieron eran pura amabilidad y muy simpáticas.
Si nos fijamos en el hecho de que fuimos a cenar un sábado a las 21:30, el servicio no pudo ser más rápido. En menos de 15 minutos estábamos degustando los entrantes con las bebidas, y la camarera estuvo pendiente de retirar los platos en el momento justo, sin dejar de atender al resto de mesas ni un segundo, con una sonrisa y con esa actitud que denota que le gusta lo que hace.
Excelente trato, excelente servicio y excelente temporización, un ejemplo de profesionalidad y equipo competente. Chapó!
Valoración Cocinillas: 9/10
Como Cocinillas y como apasionada de la gastronomía italiana, no puedo más que felicitar a este restaurante por su magnífico trabajo y recomendar a sevillanos y forasteros que, si tienen la oportunidad, se acerquen a dejarse llevar por los sentidos. Y es que, además de ser de excelente calidad, los precios son de risa. Como ya os he comentado, podéis consultar la carta en su página de Facebook, pero a modo indicativo os diré que la cena de 6 personas con dos entrantes y dos postres, con vino y con cerveza nos costó menos de 80€, y os aseguro que no pedimos más postres porque no nos cabían.
He podido observar que además, preparan menús especiales para celebraciones a precios muy razonables, y no sólo eso, sino que para el día a día tienen menús desde 6,7€ con muy buena pinta. Cuentan también con servicio a domicilio por si no os viene bien acercaros al local. Y no sólo tienen Facebook, también están muy presentes en Tumblr, Instagram y Twitter.
La Mia Tana: platos abundantes, en su punto, con ingredientes de calidad y con un servicio inmejorable. Os lo recomiendo 100%.