Adentrarse en Purnima, que en hindi significa “luna llena”, supone dejarse llevar por los colores y los aromas de la India y sorprenderse con cada detalle: lámparas artesanales, papel pintado con dibujos de plumas de pavo real, mucha decoración vegetal con plantas exóticas y telas de mil colores que recrean el espíritu festivo y luminoso de la India.

Aquí todo es llamativo. La amabilidad de su equipo de sala, el exotismo en cada rincón y, sobra decirlo, cada una de las propuestas de su carta, en las que el olor a especias y los ingredientes más típicos y tradicionales de la cocina hindú hacen de cada propuesta todo un mundo de sabores y aromas.

Ficha y detalles del restaurante Purnima

• Purnima basa su éxito en la calidad de su materia prima, un servicio cercano y cálido, y un precio que se ajusta a todos los bolsillos. La cantidad de sus raciones es abundante y permite adentrarse en la cocina hindú e ir descubriendo visita tras visita las recetas y sabores más auténticos.
• Lo mejor: Sus platos tandoori y los currys de pollo, como el chicken korma.
• Dirección: Goya, 110. 28009 Madrid.
• Horario: L a D 13:00h a 17:00h y 20:00h a 0:30h.
• Reservas: En el teléfono (+34) 91 070 96 10
• Precio: 40 euros.
• Nota: 3.5/5

Veladas de sabor y magia en Purnima

A Purnima hay que venir con la mente abierta y el estómago vacío, dispuestos a vivir una experiencia única que nos transporte hasta la India a través de los platos tradicionales propios de la cultura hindú. Personalmente, y dado que la carta es extensa y algo confusa por la cantidad de propuestas similares y de ingredientes desconocidos, creo que la mejor opción es dejarse aconsejar por el equipo de sala a la hora de pedir. Ellos sabrán recomendar la variedad y cantidad adecuada, dependiendo de si sois nuevos clientes o si ya habéis estado alguna vez.

Samosas, pakoras, tandooris, especialidades con curry, vegetales, biriyanis, arroces… La carta nos abre las puertas a un mundo desconocido de propuestas que presentan combinaciones exóticas, llenas de sabor, picantes, originales, divertidas, llamativas. Cada plato se elabora con esa pasión que solo en India puede vivirse, cultivando el cuerpo desde el primer bocado, aportando historia y cocina de herencia en cada propuesta. Cerrad los ojos, exprimid el momento, dejaos llevar por sus sabores.

Así hay que vivir la experiencia en Purnima. Con pasión y sentimiento. Y a pesar de que es complicado escoger, la visita perfecta siempre debe comenzar probando algunos de sus panes tandoori especiales, preparados al horno: de ajo, queso, cebolla, mantequilla, frutos secos o carne picada.

Como entrantes, me quedo con las samosas, tanto vegetales como de cordero, y ahora en invierno no puede faltar un cacito de dhal soup, una sabrosísima sopa de lentejas con especias, imprescindible en todos sus hogares.

Seguimos con los platos de tandoori, la especialidad de la casa. De pollo, cordero o pescado, estas elaboraciones se preparan marinando el producto principal en una mezcla de especias (tandoori masala) que le aportan su característico color rojizo. Se cocinan a temperaturas muy altas en el tandur, un horno de arcilla típico de India, o en un grill, y se sirve muy caliente.

Los currys también merecen especial atención y en carta podemos encontrar más de 30 variedades que se dividen en pollo, cordero y pescado nuevamente. Es muy complicado decidirse, así que recomiendo pedir dos o tres platos (dependiendo de los que seáis en la mesa) y probar diferentes elaboraciones para poder haceros una idea del contraste de sabores, las diferencias y los matices de cada uno de ellos. Yo por el momento me quedo con el chicken korma, con frutos secos, azafrán y crema; y con el prawn madras, un plato popular del Sur de India que mezcla las gambas ya peladas con chiles, jugo de limón y puré de tomate picante. Pero las opciones son para todos los gustos, tanto como por los ingredientes que llevan como por el punto picante, que siempre se puede adaptar a las preferencias de cada comensal.

La carta continúa con una selección de platos vegetales en los que las legumbres como las lentejas o los garbanzos, las patatas y otras hortalizas se convierten en protagonistas. Se combinan con condimentos, especias, salsas y otros ingredientes como el queso fresco para llenar de sabor y de vida las opciones vegetarianas. Aquí nada es aburrido, y muestra de ello es probar un chana masala, un curry especial de garbanzos cocinados con cebolla, tomate, cúrcuma, cilantro, ajo y jengibre; o un palak paneer, queso fresco cocinado en salsa de espinacas y condimentado con especias.

Y seguimos. Ahora con los biriyanis y arroces. Los primeros son típicos de las cocinas de Pakistán, India y Turquía, y se preparan con arroz basmati mezclado con especias, carne o vegetales y yogur, por lo que resultan platos contundentes y muy completos. Los segundos, son perfectos como acompañamiento y para darle un toque dulce y suave, en el caso del arroz con piña, a nuestra comida.

El lado más dulce de Purnima

La visita a Purnima hay que rematarla con un postre, y probar el kulfi es imprescindible. Se trata de un helado típico del sur de India que se elabora con leche hervida y especias. El mango o el pistacho también pueden tomarse en esta elaboración helada, y la combinación de las tres propuestas es exquisita. Más contundente encontramos las bolitas de leche frita, una muy especiada tarta de zanahoria con canela y jengibre, o el rice pudding, una especie de arroz con leche hindú elaborado a fuego muy lento con canela y otras especias.

Si preferís un postre “bebido”, no os podéis perder el mango lassi o el lassi dulce, dos batidos refrescantes y muy dulces, o el té hindú con especias y leche, el remate perfecto para una copiosa y auténtica comida en Purnima.