Bodega Bonay: Brasa, producto, buena cocina y mucho vino en Barcelona
Un restaurante en Barcelona con una fuerte base de brasa, elaboraciones sencillas pero deliciosas y una gran apuesta por el vino natural.
19 diciembre, 2022 12:29- Lo mejor: Papada de cerdo a la brasa
- Dirección: Gran Via de les Corts Catalanes, 700, 08010 , España
- Teléfono: 935458076
- Url: https://casabonay.com/dining-drinks/bodega-bonay
- Horario: Lu-Do 13:00-15:30 20:30-22:45
- Precio: 45€
- Tipo de cocina: Mediterránea
- Nota: 8/10
Es difícil saber si definir Bodega Bonay en Barcelona como una bodega con restaurante o un restaurante con bodega. Lo que es seguro es que se trata de una gran cocina, llena de platos apetitosos, con una espectacular bodega de vinos naturales.
La apuesta del vino natural se sale de lo que podemos tener muchos en mente, y aquí el equipo de sumilleres se ha esforzado mucho por encontrar aquellas referencias que están bien ejecutadas y ensambladas. No soy especialmente amante de los vinos naturales, pero Bonay me ha demostrado que sí los podemos encontrar muy bien hechos.
El restaurante está dentro del hotel Casa Bonay, un lugar muy acogedor de amplias habitaciones localizado en pleno centro de Barcelona, desde donde se puede ir andando en pocos minutos a Plaza de Cataluña y al Gótico.
Casa Bonay ha hecho una gran apuesta por la gastronomía, y la demostración no está solo en Bodega Bonay. Lo encontramos también en Libertine, un espacio que se convierte a lo largo del día y ofrece desde un picoteo que sale de la misma cocina que Bodega Bonay hasta sus completos desayunos. Precisamente en estos encontramos una de las cosas que más me gusta, el café especialidad de Satan's Coffee, pocas veces encontramos un café de tanta calidad en un hotel. Por último, cuenta con Chiringuito en la última planta, un espacio al aire libre donde relajarse y picar algo a la brasa durante verano. Todo esto, unido a sus precios competitivos, convierten a Casa Bonay en uno de los mejores hoteles para quedarse en Barcelona
Cocina a la brasa
El efecto de la brasa en Bodega Bonay es de lo más curioso. Aunque su carta no gire en torno a esta y sean solo algunos de los platos los que se cocinan sobre el carbón, la pequeñísima parrilla juega un papel fundamental debido a los aromas y su posición en el centro de una cocina abierta tras la barra del restaurante.
Este efecto genera una sensación acogedora e invita al comensal a pedir cualquier plato que salga de la parrilla que, repito, es pequeñísima. Parece mentira que el equipo de cocina consiga hacer tantos y tan ricos platos con algo de esas dimensiones. Espectacular trabajo.
Giacomo Hassan, el chef de origen italiano que ha pasado por cocinas del nivel de DiverXO, ha elaborado una carta corta y muy bien seleccionada basada en bocados pequeños y medianos, perfecta para pedir varios platos, compartir y pasarlo muy bien. Todo en línea con la oferta vinícola que ofrece esta bodega, perfecto para probar varios vinos asesorados por sus sumilleres.
Empiezo probando los raviolis a la servilleta (14.5€), un ravioli de pasta fresca relleno de carne. Buen bocado para arrancar, algo seco, pero rico. Notable.
Sigo con el tatin de alcachofas (13€), una masa hojaldrada con alcachofa coronada con una salsa con base láctea. Se trata de un plato contundente, graso y delicioso. De estos bocados disfrutones que nos hacen salivar e invitan a pedir otro y otro... sin fin. Notable alto.
Nos pasamos a la brasa con la anguila laqueada con ensalada de col (10.5€), un plato perfectamente ejecutado, en su punto justo, con muy buena textura y gran sabor. Notable alto.
A continuación, un plato que elijo a dedo, señalando directamente a la brasa y preguntando por una pieza que me llamó mucho la atención. Se trata de la papada de cerdo con pan y tomate (9.5€), que se convierte inmediatamente en mi favorito de la cena. La papada, se cocina y ahuma sobre la brasa durante horas, y consigue un sabor riquísimo con una textura jugosa en su interior y crujiente en el exterior, una auténtica maravilla. Sobresaliente.
La brasa me tiene atrapado y continúo con la caballa a la brasa con tomates quemados (16€). Es un plato que me sorprende muchísimo porque el punto que consiguen darle a fuego directo sobre la brasa es perfecto, y es sin duda una de las mejores caballas a la brasa que he probado. Sobresaliente.
Llega el momento del postre, y como no me apetece algo dulce me decido por un plato de temporada: cordero a la brasa lenta (19€). La paletilla de cordero lechal se coloca a casi un metro de la brasa, y se va cocinando poco a poco, muy lentamente. Esto consigue cocinarla prácticamente ahumada, y la textura melosa de su interior es espectacular. Un plato absolutamente sobresaliente.
En cuanto a la selección de vinos, lo mejor es dejarse aconsejar. Decenas de vinos por copas muy bien seleccionados, desde espumosos hasta orange, pasando por txakolí. La colección es enorme y muchos no nos sonarán, así que mejor ponerse en sus manos, ya que siempre podemos probar antes de tomar la copa.
Bodega Bonay es un restaurante de visita obligatoria en Barcelona. Una propuesta que huye de los grandes menús degustación de restaurantes gastronómicos, y ofrece una experiencia agradable y divertida basada en una carta donde todos los platos son buenos. De estos restaurantes que invitan a visitarlos una y otra vez.