El exterior del restaurante.

El exterior del restaurante.

Restaurantes

El restaurante de carretera que conquista en la A-4: expertos en migas y gachas y ubicado en uno de los pueblos más bonitos

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En un lugar de La Mancha, en el pintoresco municipio de Puerto Lápice (Ciudad Real), se ubica uno de los restaurantes de carretera más queridos de España, inaugurado en 1964. Su carta es un auténtico emblema de la gastronomía manchega y está situado en una localidad cargada de historia y vinculada a la ruta de Don Quijote.

Hablamos de Aprisco, situado en el kilómetro 134 de la Carretera de Andalucía, en una antigua quesería manchega reconvertida en restaurante familiar. Como decíamos, se destaca por su dedicación a la cocina tradicional de La Mancha, respetando recetas de antaño y utilizando ingredientes frescos y de calidad procedentes de la región. 

Entre sus especialidades encontramos las migas, las gachas y el queso frito. Otros platos destacados son el cordero asado, el pisto manchego y, por supuesto, el famoso queso manchego y los vinos de la zona, que complementan a la perfección cada plato. También suelen ofrecer platos de caza y productos de temporada, como setas en otoño, asegurando una propuesta gastronómica que se adapta a la estación y a las tradiciones locales.

Las migas del restaurante.

Las migas del restaurante.

Aprisco (premiado con un Solete Repsol) no pasa desapercibido para los conductores, ya que se encuentra en una construcción de tipo castellano antiguo, pintada de blanco y azul añil. El ambiente combina rusticidad y confort, evocando una atmósfera cálida y acogedora que invita a sus visitantes a relajarse y disfrutar de una experiencia culinaria memorable. Su decoración sigue el estilo de una antigua venta manchega, con detalles de madera, piedra y elementos tradicionales que recuerdan la vida rural de la comarca. Además, el personal, siempre atento y amable, contribuye a la experiencia, ofreciendo una atención cercana y recomendaciones sobre los platos del día.

Asimismo, si hacemos parada en el restaurante, podemos aprovechar también para visitar Puerto Lápice, considerado por muchos como uno de los más bonitos de Castilla-La Mancha. Su Plaza Mayor, construida como un corral de comedias, es una visita imprescindible que nadie debería perderse. 

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