En la Champaña no sólo hay burbujas

En la Champaña no sólo hay burbujas

Vinos

Sí, existen los “champanes” sin burbujas y estas son las razones por las que ya deberías conocerlos

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Hay quien dice que podría ser el futuro del champán. Pero de ser así, los amantes de la burbuja esperamos que esto ocurra dentro de mucho mucho tiempo. Los vinos tranquilos de la región de Champaña no son ninguna novedad. De hecho, ya eran muy valorados en la Edad Media. Sin embargo, el cambio climático y las nuevas tendencias de consumo los han hecho resurgir. Te contamos qué son y por qué deberías tener en el radar los Coteaux Champenois.

1. Tienen siglos de historia a sus espaldas

Puede que no hayas oído nunca hablar de esta clase de vinos, pero los Coteaux Champenois son, en realidad, los ancestros del champán. Estos vinos tranquilos (es decir, no espumosos) procedentes del norte de Francia, concretamente de la región de Champagne, ya se bebían en la Edad Media y llegaron a ser habituales en las Cortes Reales de Francia e Inglaterra. Y es que, las burbujas que hoy asociamos a este lugar del mapa, no aparecieron hasta el siglo XVIII.

2. Vinos contra natura

Los Coteaux Champenois nunca han sido vinos fáciles de elaborar. Las condiciones climáticas de antaño no permitían la maduración idónea de la uva para hacer este estilo de vinos y eran muy pocas las añadas en las que se alcanzaba el grado adecuado. Esta fue la principal razón por la que en la Champaña se empezó a experimentar con la burbuja, dejando a un lado la elaboración de vinos tranquilos.

Sin embargo, el cambio climático ha devuelto a las bodegas el interés por los Coteaux Champenois. Actualmente, en esta región francesa se dan las horas de sol necesarias para que la uva madure lo suficiente, y ha dejado de ser excepcional poder elaborar vinos tranquilos de calidad con graduaciones alcohólicas normales.

Viñedo en la región de Champagne

Viñedo en la región de Champagne

3. Van a ponerse de moda

El reciente interés por esta categoría de vinos se suma a una revolución en la región promovida por una nueva generación de vignerons con ilusiones renovadas y las ganas de experimentar con técnicas ancestrales. Al igual que sucedió en su momento con los champanes rosados, hoy en día es raro el productor que no ha incorporado a su colección una referencia de este tipo.

El único problema, si es que hay alguno, es el precio. Una botella normalita de Coteaux Champenois ronda los 100 euros. ¿Merece la pena gastarse ese dineral teniendo Rioja o Ribera tan cerca de casa? Pues depende. Aquí van unas cuantas razones: son vinos muy atractivos, con mucha frescura y de trago largo, fáciles de beber y buenos acompañantes gastronómicos; además, son vinos con mucha identidad, una muestra de su lugar de origen, puro terroir en la copa, y eso es un extraordinario aliciente para darles una oportunidad.

En el norte de Francia también hay vinos tintos

En el norte de Francia también hay vinos tintos

9 Coteaux Champenois para incluir en la "wish list"

  • Charlot Tanneux Coteaux Champenois Blanc Chardeloups 2018. Pinot Meunier del Valle del Marne.
  • Emilien Feneuil Coteaux Champenois Les Basses Croix Sermiers Blanc 2016. Chardonnay de la Montaña de Reims.
  • Parmantier Coteaux Champenois Rouge 2020 Dres-le-Moutier. Un tinto elaborado con meunier de Chamery.
  • Marguet Coteaux Coteaux Champenois Ambonnay Chardonnay 2018. Un chardonnay procedente de la Montaña de Reims.
  • Robert Barbichon Coteaux Champenois 2018. Pinot Noir de la Cote des Bar.
  • Coteaux Champenoise Les Rouges Maisons. Un tinto elaborado a partir de una de las parcelas más singulares de la bodega en Chavot, Les Rouges Maisons. Un buen ejemplo del nivel de los vinos tranquilos de Champagne.
  • Laherte Freres Coteaux Champenois Les Vinages 2018. Meunier de Coteaux sud Epernay.
  • La Parcelle Coteaux Champenois Blanc 2018. Meunier del Valle del Marne.
  • Oliver Horiot Coteaux Champenois 'Riceys Blanc' 2017. Chardonnay y pinot blanc de la Cote des Bar.