Este miércoles arrancó en el juzgado de primera instancia de instrucción número uno de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el juicio por la herencia de los tres hijos de la 'duquesa roja'. Un proceso que contará con 14 sesiones y está previsto hasta el 30 de octubre. Por el banquillo han pasado a lo largo de la semana;los tres hijos, Leoncio, primogénito y heredero universal , Pilar y Gabriel, el pequeño y díscolo que asegura que su madre "nunca quiso a nadie y lo único que le importaba era no perder su ducado". Este viernes le tocó el turno a Urquiola de Palacio y Carmen Olías, albaceas de la 'duquesa roja'. A ambas, la 'viuda roja', Liliane Dahlmann, las acusó de haber "traicionado" la voluntad de su esposa, durante su declaración en la primera sesión del juicio.
Urquiola ha sido muy clara en su defensa ante el juez: "se puede respetar perfectamente la voluntad de la duquesa en el sentido de que el archivo y los bienes de la Fundación no se puedan dispersar, se queden en el Palacio y tengan un fin público e incluya a los hijos como propietarios de la parte que corresponda", asegura la abogada y amiga personal. Además ha insistido en que la duquesa "sabía que no podíamos ir en contra de la norma, estamos constreñidas por ella igual que todo el mundo" y también conocía que "dependiendo del patrimonio que tuviera" a su muerte sus donaciones podían ser reclamadas. Eso "hasta la muerte no se sabe", ha señalado.
Igual de directo fue el primogénito Gabriel, que a las puertas del juzgado expresaba: "No estoy resentido contra mi madre, porque fue una persona que nos dejó claro que iba a intentar putearnos todo lo posible". Sobre las negociaciones con la viuda, los tres coinciden en haber intentado negociar con ella pero "no atiende a razones, se cierra en banda y en lugar de contestar, levanta a la población contra ellos". Se refieren a una plataforma ciudadana que agrupa a unas 40 asociaciones, entre las que se encuentran rostros conocidos como Almudena Grandes o Eduardo Mendicutti, que defiende la unidad de este legado, para que no se fragmente ni pueda disgregarse. La Junta de Andalucía está personada en el proceso "en defensa del interés público".
Los tres hijos de la duquesa se han cansado de repetir en sus intervenciones públicas a lo largo de la semana que es "imposible" la fragmentación del Archivo Ducal "porque las leyes son absolutamente firmes". Estamos hablando de un Bien de Interés Cultural (BIC) y tiene que mantenerse unido y no puede moverse de Sanlúcar. Lo único que demandan, siete años después de la muerte de su madre, es su derecho a la legítima de la herencia, en el caso de Leoncio hay que sumar el tercio de mejora.
Un reparto que la duquesa dejó previsto tal y como marca la ley en su testamento pero que al haber llevado a cabo una donación "inoficiosa" de su tercio de libre disposición, esta quedó integrada en el patrimonio de la Fundación Casa Medina Sidonia. La viuda declaró durante su comparecencia que el "objetivo de la duquesa era 'proteger' el patrimonio existente, que contaba con protección oficial del Estado y la Junta de Andalucía, ante la posibilidad de que sus hijos lo vendieran". Además le explicó al juez que aunque empezó haciendo las labores de "conservadora" para la duquesa y esta le pagaba un sueldo, primero de 90.000 pesetas, luego pasó a 200.000 euros y más recientemente a 2.500 euros. "No era una trabajadora más. Habíamos formado una vida en común, más allá de la relación laboral", reveló Dahlmann.
Ahora el juez tendrá que determinar primero, si se llevó a cabo una donación inoficiosa del tercio de libre disposición. De ser así, cuantificarla y a partir de ahí determinar con las partes como reciben esa parte de la legítima que les corresponde. Hay en juego una fortuna de 60 millones de euros y aunque cada uno de los hermanos acuden con un abogado diferente, entre ellos se llevan bien, lo único que difieren en el fondo y las formas. El lunes se retoma el noble juicio.