Nada más bajar del ascensor de la Clínica Ruber un grupo de familiares de los pacientes comenzaba a aplaudir y llamar a la futura Reina. La (entonces) Princesa Letizia iba rauda y veloz hacia la salida dónde se percató que algunos pacientes y familiares aguardaban en la sala de espera de la clínica, para ser los primeros en verla.

Con total naturalidad, la futura Reina giró a su hija para que los presentes la pudieran contemplar. Ese fue el real y primer posado no retransmitido. Minutos más tarde, cientos de fotógrafos que aguardaban a las puertas desde hacía días inmortalizaron el histórico momento a las puertas de la clínica madrileña. Doña Leonor había nacido una semana antes. 

La Infanta (ahora sí) fue presentada al país envuelta en tiras bordadas y bodoques. La blusa de batista bordada con grandes volantes en cuello y puños y faldón largo envuelto con toquilla de punto grueso completaban el look real. Como bebé clásico y principesco el blanco roto predominó en el conjunto. Traje de chaqueta, faldón y mantita blanca irradiaban inocencia. Los mofletes hicieron el resto.   

La imagen del primer día de guardería representa lo que sus padres han querido para la vida de su hija: que crezca con la mayor normalidad, cómo una niña más. La infanta aportó con gracia infantil el uniforme deportivo de la Escuela Infantil Guardia Real en el Pardo. Algo diferente sí que constató: no lloró ni en el primer día de clase. 

Aparecía algo más seria el primer día de colegio en Los Rosales, el mismo al que fue su padre. Uniforme gris marengo y camisa blanca aportaban seriedad a Leonor. La Princesa de Asturias no malgastó la situación e inició su andadura académica con el primero (de tantos) saludos reales que le queda por llevar a cabo.

El 29 de abril de 2007 la Infanta Sofía llegaba al mundo para acompañar a su hermana, y heredera. Siempre juntas, rubias y con actitud igualmente adorable. La Clínica Ruber volvía a ser el escenario elegido por sus padres para darle la bienvenida. Muchos paralelismos se abrían desde ese momento entre las hermanas. ¿Cómo sobrellevará su secundario papel? Sin duda, será su gran apoyo en la sombra. 

Como cualquier otra niña la Infantita Leonor disfruta de los juguetes que le traen los Reyes Magos. ¿Se creerá que son sus parientes? Con plumas, gorrito a juego y la mancha de nacimiento (que tanto dio que hablar) recorría los jardines de su casa en bici mientras su padre, por entonces todavía Príncipe de Asturias, miraba embobado.  

Leonor recibe la Copa del Mundo de manos de los propios jugadores de la Selección Española de fútbol. Otra vez carcajada y divertida actitud hacen que nuestra futura Reina irradie ternura. Las hermanas parecen disfrutar de lo lindo con el encuentro.  

El posado con los tres miembros más importantes de la Monarquía española no se hizo esperar. Poder palpable en las tres generaciones reunidas en los jardines de Zarzuela. Los trajes oscuros dan paso a pololos blancos y lazadas sin pudor. Una nueva era en clave femenino llega. 

Uno de los momentos más importantes en la vida de Leonor estaba por llegar. Su padre, Felipe IV, recibía la Jefatura del Estado arropado por el Rey emérito y todos los miembros de la actualizada Familia Real. El Rey saliente y el entrante se besaban en el balcón de palacio ante de miles de miradas. Como no podía ser de otra forma la (entonces) Infanta Leonor (y ahora) Princesa estuvo presente. Subida a un cajón, se metía en el papel de futura Reina saludando a la atestada Plaza de Oriente.   

La famosa comunión de la Princesa evidenció los cambios en la preadolescente. Más alta y con el uniforme de gala del Colegio Los Rosales recibió el santo sacramento. Lo hizo como el resto de sus compañeros de clase y en presencia de parte de la familia materna de la Princesa, que luego posó ante los medios.

Lógicos de la edad, a veces, los impulsos son irreflenables. La niña de nueve años no puede evitar señalar a los aviones del ejército que sobrevuelan sus cabezas. Más allá de desfiles militares y citas borbónicas, Leonor suele lucir modelos acordes a su edad. Para esta ocasión la Reina, ¿o tal vez ella? Eligió un modelo de Nanos. Y es que tanto Leonor como su hermana son asiduas a los modelos de esta marca. Al año siguiente repitieron. Su madre, Doña Letizia, es fiel a Felipe Varela y ellas lo son a Nanos. Las bailarinas de Belle Chiara o de Elli Boutique no suelen faltar en sus armarios. Gafas Carrera y pinzas con las que suelen completar el outfit real en los días de asueto. 

Todo lo que tocan, o mejor dicho, portan las hijas del Rey Felipe IV suele ser éxito de ventas al día siguiente. Tiendas de Madrid se han llegado a quedar sin existencias del mismo modelo de vestido. Las marcas están agradecidas. Los gustos reales cambian y evolucionan. Este sábado es especial para Leonor, cumple 10 años y se convierte en la mujer más joven de la historia en recibir la máxima condecoración de la Corona, el Toisón de Oro. Ella seguro que prefiere la fiesta con amigos y comer chucherías, que su madre le prohíbe habitualmente, pero es posible que este día haga una excepción. ¡Felicidades Princesa!