Sarah Jessica Parker (zapatos), Victoria Beckham (pret-a-porter), Gisele Bünchen y Heidi Klum (ambas lencería): son las empresarias-celebrities que acumulan ventas al otro lado del charco. En nuestro país desembarca Mar Flores Madrid que si bien lleva cinco años de andadura es ahora cuando la iniciativa emprendedora de la ex actriz y modelo va alzando visos de empresa referencia en accesorios. Después de iniciar su marca hace diez años en la que llegó a vender en el Corte Inglés emprende nueva etapa más involucrada con el producto. "No me sentía cómoda con las licencias. No era yo realmente", esgrime la empresaria.
Me presentan a Mar asomada en el balcón del showroom efímero (y lujoso) de Justiano 7, en el que vende sus bolsos y velas artesanales junto las exclusivas pieles de Santiago del Palacio y los cojines de crochet de Julia Martínez, la jefa de estilistas de Telva. "Le voy a decir a los que pasen que suban", fuma mientras hace una broma -muy en serio- que ejemplifica de manera cuasiperfecta las ganas de prosperar y emprender de la nueva Mar Flores.
La entrevista tarda en surgir de manera espontánea y es que en media hora han comprado un bolso confeccionado con telas de Cartagena de Indias, una funcional y estética riñonera de flecos granate y la prenda que le ha hecho conocida: el bolso Carrie de camuflaje.
Parece como si la esencia creada exprofeso de las velas atrajera la venta. El perfume huele a tranquilidad, mesura y un trabajo bien hecho. Afianza clientes y las compradoras preguntan por los modelos nuevos. Nada es por casualidad: es la propia Mar Flores la encargada del apetecible puesto durante los diez días de duración de la venta privada, doce horas al día.
"Me planteé darle un giro a la empresa durante el embarazo de mis mellizos", en su boca la palabra empresa y familia se fusionan una y otra ante las preguntas de EL ESPAÑOL. "Lo compagino como cualquier otra madre pero, sí que es verdad que tengo que hacer vericuetos", narra la celebrity patria por excelencia. Vaqueros roídos de Mango, bailarinas con tacón metalizado de Aquazurra y neceser étnico que hace las veces de bolso realizado con telas traídas por la propia Mar de Jerusalén. Parece que la comodidad (que no le resta sofisticación) se impone en su día a día "exprimo el tiempo en que los niños están en el colegio y a partir de las cinco ya estoy preparada para atenderlos", así de expresiva se muestra Mar en su nueva faceta.
El objetivo es claro: "es un proyecto para que sea una marca potente a largo plazo. Asentarla mediante la creatividad", es su máxima. Trabaja con una familia de artesanos de Valencia a los que visita con asiduidad para imprimir sus más de veinte años en la moda para confeccionar los diseños. Producto español del que dona un cinco por ciento de las ventas a la Fundación Women Together.
Mientras sigue con su blog Persiguiendo a Mar en la página de Telva inaugura hoy punto de venta propio en 1001 Atmosphera (Paseo de la Habana 24, Madrid) donde Mar Flores podrá explicar a cada cliente que se lo pregunte todo el proceso de creación, distribución, puntos de venta en estos cinco años en el que ha estado plenamente involucrada. Esperemos que no encienda sus velas ya que será el reclamo definitivo para que vayan, la vean, la huelan... Y compren.