La presentadora Cristina Pedroche, encargada de dar las Campanadas en Antena 3, se convirtió por segundo año consecutivo en lo más comentado de la velada y quién sabe si de paso subió el audímetro como el año pasado.
A la de Vallecas le gusta provocar y lo consiguió al lucir un diseño de Hervé Moreau para Pronovias, y para el que se han necesitado 350 horas de trabajo. No precisamente porque hubiera mucha tela que coser, sino por los 20.300 cristales tallados que hubo que colocar al vestido corte sirena confeccionado en tul cristal y organza metalizada. Su amigo y estilista Josie ha sido quien la ha asesorado a lo largo de todo el proceso.
En una entrevista previa al programa aseguró: “Es el vestido de mis sueños. Si lo hubiera tenido el día de mi boda me lo hubiera puesto”. Además no le preocupa que su recién estrenado marido, el laureado chef David Muñoz, esté celoso. “El lo vio primero y le encanta. Le pareció espectacular”. Por cierto, que antes de dar las Campanadas estuvo corriendo en la tradicional San Silvestre.
Las redes sociales ardían con opiniones para todos los gustos, pero lo que más se preguntaba la gente era: "¿Por qué va desnuda la Pedroche?". Consiguió el objetivo, convertirse en trending topic en cuestión de minutos, pero, ¿Consiguió ser la cadena más vista?
Otros más observadores, la acusaron de haber plagiado el vestido a la mismísima Beyoncé, que lució un Givenchy muy del estilo, el pasado mes de mayo en la Gala Met de Nueva York.
Sus competidores de la cadena de Fuencarral, la troupe del programa Cámbiame, tuvieron que recurrir al desnudo también, pero ellos se quedaron en ropa interior roja. Prince Pelayo, Cristina Rodríguez, Natalia Ferviú y Marta Torné reivindicaban así que la belleza esta en el interior (sobre todo el de ellos, que lucieron cuerpos bien esculpidos de horas de gimnasio).
Fue contradictorio que horas antes en el informativo reivindicaran que por primera vez iban a ir vestidos de diseñadores españoles y luego se pasaran casi todo el programa estuvieran en picardías y calzoncillos.
Los telespectadores dejaron claro que aunque en la última noche del año, todo esta permitido, prefieren comerse las uvas en TVE. Vamos, que no estamos en la época del destape, ni por enseñar de más se consigue más audiencia.
Una embarazadísima y radiante Anne Igartiburu, más tapada que nunca, y Ramontxu con su legendaria capa atraparon seguro a millones de españoles. Igartiburu le lanzó alguna que otra indirecta a Pedroche, dejándole claro que ella ya llevó transparencias hace años.
Anoche las cadenas privadas decidieron dar vacaciones a guionistas y estilistas. No hubo tiempo para la imaginación y cayeron en lo fácil, desnudar a sus presentadores para que cuando el espectador hiciera zapping quedara atrapado por los cuerpos desnudos de las presentadoras y que cada cual diera rienda suelta a su imaginación.
Pena que cayeran en el machismo fácil y olvidaran que las mujeres también ven las Campanadas... Quién sabe si el próximo año ellos se atreven a quitarse el esmoquin.