Los Grammy suelen dejar una estela de buena música y un vestuario pésimo a partes iguales. Este año no ha sido la excepción y la desnudez ha invadido la alfombra roja para destacar y dar que hablar. A la cantante Joy Villa la bautizaron princesa, ¿del mal gusto? Se va superando y es que el año pasado ya llamó la atención.

Todo se pega menos la belleza y hasta la niña bonita no lo fue. Taylor Swift, que suele liderar las listas de las mejor vestidas, se deja influir por la patina macarra que inunda la gala de los Grammy con un Versace color block y falto de glamour. Su amiga Selena Gómez no desaprovechó la ocasión para lucir más de la cuenta con un Calvin Klein: "Quería algo sencillo que se pareciera a lo que haría si saliera con una cita. Mi cita es Taylor Swift", comentaba la cantante sobre su sugerente atuendo.

Los memes no se hicieron esperar. Y la comparación de Taylor con Bianca, la protagonista de Diez cosas que odio de ti, fue evidente. 

Su corte de pelo tampoco salió bien parado. 

La modelo Alessandra Ambrosio con un vestido de Versace atelier, muy similar al de Selena Gomez, dejó la elegancia a un lado para mostrar por qué es uno de los ángeles de Victoria´s Secret más deseado. 

Parece que vestir modelo con aberturas en la cintura, escote de vértigo y melena midi fue la opción más común y falto de estilo en la gala más relevante de los premios de la música. Así Bella Hadid de la mano de su novio, el cantante de The Weeknd, fue la tercera en discordia en combinar escote de vértigo y aberturas laterales debajo del pecho. "Este es tu día pequeño. Estoy muy orgullosa de ti. Me siento muy afortunada de estar a tu lado", comentaba la modelo sobre su novio cantante. 

Y el premio a la desnudez se lo llevó Ciara. La cantante sigue un estricto dictamen con su pareja el jugador de fútbol americano Russell Wilson. Se han propuesto ser castos hasta el matrimonio. Russell sufrió observando a su novia posar con el alta costura (y mínimo) de Alexandre Vauthier. 

Ella no podía dejar escapar la ocasión para unirse a la tendencia del destape. Lady Gaga pretendía rendir tributo a David Bowie con este Marc Jacobs de poca tela.