Managua se ha volcado con el centenario de la muerte del príncipe de las letras castellanas. Entre los numerosos actos organizados se ha incluido un homenaje a Francisca Sánchez, el gran amor del poeta y abuela de la periodista Rosa Villacastín.
Ésta se encuentra estos días en Nicaragua para recibir este cariño en primera persona. Junto a ella, ha viajado el coautor de la novela La princesa Paca (Plaza y Janés), el dramaturgo Manuel Francisco Reina. Ambos presentaron este martes la novela en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, en Managua. Al multitudinario acto, asistieron también nietos y bisnietos de Darío.
Ella “fue su compañera durante 16 años y la madre de sus hijos”, la mujer que estuvo al lado de ese gran hombre para “calmarle en los momentos de tormentos”, dijo Villacastín. Reina, el coautor explicó cómo ayudó a Rosa a tomar distancia con la historia que involucraba a su abuela Paca o ‘Lala’, como cariñosamente la llamaba y con la que durmió desde que nació ya que su madre se encontraba muy débil por el parto.
Francisca Sánchez se encargó de proteger la memoria y el legado artístico de Rubén. Ella fue su verdadero mecenas y también su guía. En todas las cartas que le escribía siempre se refería a ella como ‘conejita’ y se despedía con un ‘tuyo siempre de corazón’.
Villacastín está emocionada con el cariño que está recibiendo del pueblo nicaragüense. Ha pasado lista a las tropas, ha visitado la biblioteca y la tumba de Rubén Darío, cenado con Rafael Garranzo, embajador de España en Nicaragua…Una agenda muy ajetreada de la que la prensa local y regional está dando buena cuenta. Francisca y Rubén no pudieron despedirse, pero hoy, casi setenta años después, sus antepasados se han reencontrado para rememorar una de las historias de amor más bonitas de la literatura hispánica.