El multimillonario candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, parece que tiene un problema con su piel. A sus 69 años es un adicto a los Rayos UVA que matiza a diario con una crema autobronceadora, nada acorde con su tono de piel blanquecina.
Resulta curioso que un hombre con tanto dinero y candidato a la Presidencia de los Estados Unidos no pueda lucir un bronceado más natural y cool y se vea favorecido con el look ‘naranja de Valencia’. Además, se nota que usa las gafas protectoras que le dejan marca en los ojos, dejándole el rostro parecido al de un mapache.
Esto unido a su curioso peinado hace del candidato, la víctima perfecta de las burlas y memes que está generando la campaña electoral hacia la Casa Blanca. Él no se corta a la hora de confesar que lo primero que hace cada mañana es lavarse el pelo con Head and Shoulders, pero que no se lo seca, sino que deja que se seque solo, lo que le lleva más o menos una hora.
Tiene buen gusto para vestir trajes hechos a medida de la marca Marcraft Apparel Group, que fabrica en México. Quién diría que debajo de ese peinado y del exceso de rayos uva se encuentra un amante extraordinario, que a pesar de que casi siempre que habla mete la pata y se vuelve más impopular, arrasó en el caucus de Nevada. Hay quien dice que ya está pensando dónde va a ubicar la máquina de Rayos UVA en la Casa Blanca.