- Hola, llamaba porque me quiero hacer un tratamiento de belleza con picaduras de abeja.
- Bueno, sí, aquí hacemos tratamientos con abejas.
- ¿Pero hacen tratamientos de belleza?
- Bueno, digamos que es complicado.
- ¿Sabe que le llamo por lo que contó la actriz Gwyneth Paltrow, verdad?
- No es usted la primera, señorita.
Así fue mi conversación con el apiterapeuta español Pedro Pérez. Y no, no es un nombre ficticio. Este señor de mediana edad es uno de los apiterapeutas que pone en práctica el arte de dejarse picar por abejas como tratamiento para curar dolores. Aquí explica cuáles.
A decir verdad llamé a otros dos especialistas en la materia para que me ayudaran a poner en práctica el último truco de belleza de la excéntrica Gwyneth Paltrow. Sin embargo, los dos rechazaron la versión de la actriz de usar el veneno de las abejas como tratamiento de belleza. Fue Pedro el que me explicó el porqué al otro lado del teléfono y me citó en su consulta para explicarme los pormenores de esta técnica milenaria.
Yo estaba decidida a dejarme picar en la cara por unas cuantas abejas a ver si de verdad Gwyneth tenía razón. Mi gozo en un pozo, es imposible que Pedro me haga esto. Me confirma que eso no se hace porque requiere de un tiempo prolongado de tratamiento además de una prueba de alergia para evitar que el veneno de la abeja me cause problemas.
- No te puedo picar en la cara porque se te hincharía sobremanera.
- Pero, entonces, ¿qué hace Gwyneth?
Veamos lo que dijo exactamente la actriz en The New York Times:
I’m open to anything. I’ve been stung by bees. It’s a thousands of years old treatment called apitherapy. People use it to get rid of inflammation and scarring. It’s actually pretty incredible if you research it. But, man, it’s painful.
En ningún lugar de la frase pone que se pincha abejas en la cara, ¿verdad? Bien, pues algunas revistas en España han vendido este truco de la actriz como un tratamiento directo en la cara.
Pedro me explica que, por ejemplo, la cara de una persona que tiene problemas de lumbago refleja ese dolor y, por lo tanto, no está bella por dentro completamente. Gracias a esos picotazos con el veneno de la abeja se curará por su efecto antiinflamatorio y será entonces cuando refleje hacia el exterior lo bella que se siente.
- Vale, pero entonces, ¿en la cara directamente no tiene ningún efecto?
- No
- O sea, que si yo quiero quitarme tres arrugas, ¿la solución no son las abejas?
- Como tratamiento de belleza, picar en la cara pudiendo hacerlo de otra manera sería un poco absurdo.
Vale, una duda menos
¿Cómo se utiliza?
Esta técnica no es nueva, los apicultores lo llevan haciendo toda la vida. “Las abejas pican normalmente donde tienes un problema y ahí suele producirse una descarga eléctrica. Yo descubrí que las abejas picaban en puntos de acupuntura donde yo les dejaba que picasen”, cuenta Pedro.
“De lo que se trata- asegura- no es de quitar un dolor, sino de que la energía circule bien, que la sangre circule y que el organismo esté bien porque lo que cura es el cuerpo”.
El problema de las revistas
Mientras me informaba sobre esta técnica vi que algunas páginas animaban a las mujeres a hacerse este tratamiento así sin más. También me fijé en los resultados de la búsqueda en Google de este término después de que la oscarizada actriz lo contara al diario estadounidense.
Pedro me confirma que han aumentado los correos electrónicos que le mandan preguntando por el tratamiento de belleza de Gwyneth. Pero vuelve a repetir rotundo: “En la cara es innecesario pinchar. Es un proceso que lleva tiempo: hay que trabajar los puntos de acupuntura, la circulación mejora a medida que avanzas… Vas arreglando lo que está mal pero el que quiera algo inmediato está equivocado. Nos creemos que es magia y en realidad hacen falta entre 7 y 10 sesiones porque no es una cosa instantánea”, reafirma.
Todos queremos estar guapos y estar sanos. El gesto es lo que te da belleza, no una crema que te pongas en la cara.
La evidencia científica
Además de Google y revistas de moda he buscado evidencias científicas que corroboren la apiterapia. El BMJ dice que puede ser beneficiosa como medicina alternativa. Pero también analizó 304 estudios sobre el veneno de las abejas y descubrió que el número de pruebas, su calidad y el tamaño total de la muestra son muy bajos para sacar conclusiones.
Pedro Pérez se defiende diciendo que “los estudios científicos son muy caros, es lógico que nadie invierta porque para qué hacerlo si las abejas están en la naturaleza”. Asegura que “no hay un medicamento que se haya estudiado tanto como la apitoxina. Últimamente ya se saben los componentes del veneno de abeja desde un punto de vista farmacológico pero no hay estudios porque no hay retorno económico”, sentencia.
Por tanto, si en algún momento decidís someteros a este tipo de terapia, algo que no debéis olvidar es la prueba de alergia. Es en lo que Pedro incide mucho. “Como seas alérgico te puedes morir. La cara se inflama mucho: si te dejas picar sin conocimiento te mueres. Es de las últimas zonas que pico cuando tengo que picar. Pero recuerda que es todo parte de un proceso”, termina.
Si tu cuerpo y tu mente no están saludables, por muy guapa que seas vas a estar fea.