El acontecimiento en el norte de España el pasado sábado lo protagonizó Luis Fernández-Vega, oftalmólogo de profesión y un digno testigo de su padre Luis y su tío Álvaro, dueños del prestigioso Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo al que acuden pacientes de todo el mundo entre los que se encuentran jeques árabes, actrices hollywoodienses y reyes europeos.
Luis se casaba en la catedral de Oviedo con la dentista gallega Cristina Fernández Fernández, hija de Eduardo Fernández Bustillo (director general de Eiffage, una poderosa constructora que triunfa en Francia), tal y como informa La Nueva España.
Entre más de 600 invitados estaban presentes el mundo de la política, cultural y artístico del país que fue recibido con la delicadeza y sofisticación que caracterizan a Vicky Cueto-Felgueroso, la madrina y otra de las protagonista del enlace. Ana Botella no quiso perderse la ceremonia y que más tarde se encontraría con José María Aznar en la finca familiar de los Fernández-Vega en Ceceda (Asturias).
O Esperanza Aguirre que acudió con su marido Fernando Ramírez de Haro.
A la misa oficiada por Carlos Osoro, arzobispo de Oviedo, también acudió la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, Hugo Fontela presidente de Alsa en Asturias, la historiadora Carmen Iglesias o la periodista María Eugenia Yagüe.
La novia, Cristina Fernández, lució un vestido en muselina y satén de seda con encajes de estilo vintage de la diseñadora especialista en novias Helena Mareque mientras el novio Luis Fernández-Vega portó un chaqué inglés unitono en azul añil oscuro. La pareja de enamorados se encuentra en Japón disfrutando de su luna de miel.
Entre los testigos al enlace no faltó el primo del novio, Carlos Fernández-Vega, otra promesa de la oftalmología que ejerce el oficio en la Clínica Barraquer de Barcelona. Carlos fue el encargado de amenizar el baile con su grupo Third Floor, mediante una actuación en la que primó las versiones de The Beatles o The Rolling Stones. El restaurador Isaac Loya, propietario del Real Balneario de Salinas, llevó a cabo la cena de la boda.