Desde pequeño tuvo claro que lo suyo no eran los medios de comunicación. Tanto que no dudaba en lanzarse hacia los micrófonos que acechaban a su madre y zafarse de ellos con un buen mordisco, llegando incluso a arrancar algún trozo de la gomaespuma que suele rodearlos. Muy a su pesar, son las imágenes que todos recordamos de los primeros años de vida del único hijo de Ana García Obregón, fruto de su relación con Alessandro Lequio, un amor que terminó por las infidelidades del italiano.

Al pequeño Álex prácticamente le hemos visto crecer, a pesar de que su madre se encargó, junto con otras mamás famosas de que se protegiera mucho más la intimidad de los menores. Así que muchos paparazzi esperaban con ansia que aquel jovencito 'come-micros' cumpliera los 18, para poder tener vía libre para fotografiarle. Pero lo cierto es que la vida actual de Alejandro Lequio no da para muchos titulares ni grandes exclusivas, ya que el chico se volcó primero en sus estudios en Estados Unidos y, una vez establecido en España, en su empresa de marketing on line.

Ahora, con los 24 años que hoy mismo cumple, tiene claro que quiere llevar una vida mucho más alejada de los medios de lo que lo han hecho sus padres. Y de momento, lo está consiguiendo. Con una excepción: el pasado día 14 presentaba su organización Came Came, creada para ayudar a personas con daños cerebrales. Y consciente del tirón que tienen sus padres, los reunió para celebrar una cena benéfica que tuviera el máximo tirón mediático. Y conseguido. No todos los días se tiene una imagen de Ana Obregón y Alessandro Lequio juntos con su hijo, y mucho menos si a esta estampa tan familiar le unimos a María Palacios, la mujer del italiano.

Tampoco sus relaciones amorosas han estado muy aireadas en la prensa, aunque novias no le han faltado. Estrenó los 18 junto a la actriz Andrea Guasch, a la que le vino muy bien el tirón mediático para que se hablara de ella durante unos meses. Después, ha habido un par de guapas chicas con las que se le ha sorprendido, pero siempre se han mantenido en el anonimato.