Vivir en una mentira porque la verdad es dolorosa. Inventar, fabular, para sobrellevar el aburrimiento, la mediocridad diaria. Son métodos que se usan con asiduidad, métodos casi inconscientes que se vuelven más vistosos si se refieren a cuestiones públicas. ¿Que te encanta Michael Jackson? Pues dices que no murió en 2009, que vive en una isla desierta, por ejemplo, y ya.
Para algunos la vida es más fácil de este modo y cualquier excusa sirve de justificación. Sucedió hace unos días: Paris Jackson, la hija del fallecido Michael Jackson, se hizo un selfie en su coche y lo colgó en internet. A las pocas horas, eran decenas las páginas -incluso los artículos ‘periodísticos’- que afirmaban que en la imagen, en la parte de atrás del auto, se podía ver al cantante. Alimentaban, de paso, las teorías conspiranoicas que aseguran que el rey del pop nunca murió y que vive en algún lugar escondido. ¿Con Elvis y Marilyn? Sí, Jackson no es el único a quien los fans, los desconfiados y hasta la prensa ha resucitado.
La fotografía de Paris es clara y no deja lugar a dudas. No hay nadie, ni siquiera un animal, ni siquiera una sombra, que pueda llevar a la conclusión a la que tantos llegaron. En la parte de atrás del coche de la heredera de Jackson sólo hay montones de ropa, lo que no impidió que miles de fans aseguraran verle en la foto. Hasta 1.000 comentarios y 17.000 likes logró la supuesta imagen del rey del pop, a quien muchos también aseguran haber visto este verano entre multitudes en Canadá.
Puede que en ese lugar se encontrase con otros famosos fallecidos y ‘resucitados’ por sus fans o por los descreídos. Quien a menudo ha vuelto a la vida es Elvis Presley, el rey del rock, cuya muerte en 1977 dejó medio loco a más de uno. En aquel momento se contaba que un helicóptero negro sobrevoló Graceland, la casa del cantante, y se llevó a Elvis a las islas Bermudas para que simulara su muerte y pudiera vivir en paz.
Veinte años más tarde de la muerte de Elvis, moría la princesa Diana en un accidente de coche en París. Aquel suceso que sacudió el verano de 1997 fue visto por muchos como un fake total. Explicaciones a lo imposible siempre existen y en este caso se dijo que Lady Di se había puesto de acuerdo con la prensa para simular su muerte y que sigue viva y llevando un día a día anónimo y tranquilo.
¿Más? Kurt Cobain se pegó un tiro en la cabeza con una escopeta en 1994. Pues muchos fans llegaron a asegurar que no estaba muerto porque entre las fotos que se publicaron de su deceso, que fueron muchas, no aparecía ni una de su cara... ¿Se imaginan los motivos?
Eso no importa. Si alguien quiere creer en lo imposible, creerá. Sucedió también con la muerte de James Dean. El actor falleció en un accidente de coche. Conducía su mítico Porsche y perdió el control. Pero nada, hubo quien aseguró que seguía vivo y que dos testigos vieron como el actor iba en el asiento del copiloto y no en el del conductor, que quedó destrozado.
Las teorías conspirativas siempre tienen ramificaciones. Esta, por ejemplo, aseguraba que un Dean herido no sería rentable para los estudios de Hollywood, y que muerto era un gran negocio. Y además, de los dos testigos del accidente, uno no testificó y de pronto, decían, se convirtió en un hombre rico. Esa era una de claves.
¿Estará James Dean en esa 'famosa' isla desierta con Elvis y Marilyn? ¿Puede que incluso les acompañe John F. Kennedy? Hay una muerte que más ha soliviantado a los conspiranoicos y es la del ex presidente de EEUU. Y eso que le volaron la cabeza en directo. Libros, películas, documentales y hasta documentos ‘oficiales’ detallan que JFK no murió asesinado sino que escapó de su vida para vivir otra. O con otra, que no sería nadie más que Marilyn Monroe, que tampoco murió, claro, sino que vive en algún lugar de cuyo nombre nadie se acuerda.
Hay descreídos que van un paso más allá e incluso pueden pasar por encima de sus ídolos. ¿Se acuerdan de Michael Hutchence? Sí, el cantante de INXS... Murió en 1997 y sus fans, en lugar de creerle vivo montaron un programa de televisión para buscarle un sustituto. El espacio fue un exitazo en Australia, su país natal. Si es que quien no se consuela es porque no quiere...