David Bisbal(37) fue el concursante más criticado del primer documental de OT: el Reencuentro emitido en TVE. La audiencia le echó en cara que no se implicase más con sus compañeros y que mantuviera una actitud distante. Este lunes en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el público se reconcilió con él y le ha coronado ganador indiscutible del reencuentro. Al almeriense se le da mejor cantar que actuar. De todos los 'triunfitos' fue el único que hizo vibrar al público demostrando que encima de un escenario no hay quien le gane. Aunque ahora se mareé haciendo la pirueta que le popularizó durante el concurso.
"Ave María, el concierto ha comenzado", comentaban las redes sociales pasados los primeros 45 minutos de emisión y cuando irrumpía Bisbal en el escenario. Hasta entonces, muchos creían que no les funcionaba el sonido del televisor cuando el problema estaba en las voces. Bisbal sale vencedor hasta en el vestuario, al menos de los chicos. Lució tres chaquetas de Dior, una blanca con solapas negras, una roja y una de tejido animal print azul para el momento más esperado de la noche; el de su reencuentro con Laura (Chenoa). En el concierto la llamó de las dos formas.
Once años después de haber roto su relación con ella de forma abrupta, se reconcilió con la canción con la que hizo pública su relación durante el concurso. Esta vez no hizo falta esconderse. Ha llovido mucho desde entonces. Sus movimientos y su interacción con el público hacen gala de lo que es, una estrella que atesora 48 discos de platino y tres Grammys Latinos. Quiso ser agradecido con el concurso (y con el público) que hace quince años le premió con el segundo lugar y le abrió las puertas de una prometedora carrera que ha sabido aprovechar.
Los 120 minutos de concierto fueron irregulares. El arranque potente por parte de ellas. Los corsés estilo Madonna para interpretar un tema de la banda sonora de Mouline Rouge prometía. Aún fallan algunos estilismos; algunos vestidos largos las envejecen a ellas y algunos recogidos no las favorecen. Ellos correctos, aunque algunos se pasen de modernos con los pantalones rasgados o vayan demasiado sport.
Mención aparte merece Natalia, la más pequeña del concurso, que ha madurado a base de esfuerzo. Se ha hecho imprescindible con sus temas propios como Vas a volverme loca y sus movimientos sobre el escenario no pasan desapercibidos con ese mini vestido de flecos. Tampoco los de Verónica, que tras hacer las Américas demostró que ser sexy y cantar bien no esta reñido. Ella donó los 6.000 euros de caché que han recibido los artistas por el concierto a una ONG.
Rosa, la 'Rosa de España' (como se empeñan en seguir llamándola algunos) ha perdido adeptos. Y no es para menos. Se le nota que encima del escenario le falta 'callo'. Para ella no han pasado los años, excepto en su físico y su aspecto, que ha mejorado de forma sobresaliente. Quince otoños después, la granadina sigue siendo un diamante en bruto. Otro que quiso pero no pudo fue David Bustamante. El tercer finalista del concurso cuida más su estilismo que su voz. Sólo consiguió hacernos recordar a aquel concursante llorón de San Vicente de la Barquera cuando cantó a dúo con Álex el tema Dos hombres y un destino.
Chenoa demostró que es una diva dentro y fuera de los escenarios. Muy segura de sí misma, con su coqueta melena y su desparpajo, se metió al público en el bolsillo y este no dejó de ovacionarla. Manu Tenorio y Nuria Fergó siguen anclados en el flamenco. Para ellos parece que el tiempo se ha detenido. Luego están Gisela, Naim, Alejandro Parreño, Javián, Geno, Mireia y Juan Camus. Este último se autoproclamó más que nunca el verso suelto del concurso. El público le abucheó cuando, sin que se le moviera la gorra y sentado en un taburete, emuló a Sir Elton John. Los fans del talent show no le perdonaron las críticas y su victimismo, que estuvo a punto de dejarle fuera del concierto. Quizás ahora se pregunte si no hubiera sido mejor no participar.
No faltaron las dedicatorias a los familiares, que tanto les apoyaron en su momento. Rostros conocidos como el presentador Jesús Vázquez, la actriz Paula Echevarría, flamante esposa de Bustamante o la modelo Rosanna Zanetti, el recién estrenado noviazgo de Bisbal, disfrutaron del show en directo desde el palco de honor. Un espectáculo que congregó a 17.000 personas en el recinto (se espera que muchas más frente al televisor, pero los datos de audiencia llegarán el miércoles).
Y un fin de fiesta, envuelto en confeti y luces al son de Mi música es tu voz. Un himno que perdura en la memoria de todos los que hace quince años se engancharon al sueño de estos 16 jóvenes procedentes de diferentes puntos del país, que querían triunfar en la música. Un fenómeno social que hoy muchos reclaman de nuevo en la parrilla televisiva. Quizás a alguno de los 'triunfitos' de esta primera edición no le vendría mal volver de nuevo a la academia.