Comienzo este artículo rasgándome las vestiduras. Ahora lamento, y mucho, no haber visto la primera temporada de ‘Las Campos’. Craso error. Eso sí, después de analizar con detenimiento las imágenes del rodaje de los próximos episodios, a Dios pongo por testigo que no volveré a perderme ni uno. (Y ya puestos, tampoco entra en mis planes lo de pasar hambre). ¿El motivo? Haber visto a Terelu Campus Party (como me gusta a mí llamarla) subida a un burro de bronce en pleno Parque de la Alameda de Málaga.
Sí, queridos lectores. Terelu 'cabalgó' a lomos de la escultura realizada por Jaime Fernández Pimentel en honor a la narración lírica Platero y yo de Juan Ramón Jiménez. (Si el escritor levantara la cabeza…) Que claro, vas tú paseando tranquilamente por el parque con tus hijos y sobrinos y te encuentras a una rubia descansando sus posaderas sobre el pobre Platero cual Isabel Pantoja (60) subida a caballo en la romería al Rocío, y por poco te da un 'yuyu'. (Atentos al siguiente documento audiovisual que he rescatado. Sublime)
Sin embargo, Terelu no fue la única que quiso probar el aguante de Platero. Como buena hermana menor, Carmen Borrego (la cosa va de animales hoy) siguió los pasos de su hermana. Aunque he de decir que prefiero el estilo de esta última. Más que nada porque no nos enseñó tanta carne como su predecesora.
Y es que el vestuario que eligieron ambas para subir a lomos de un burro (aunque sea de bronce) no fue precisamente el adecuado. Pero por fin llegó su madre para poner las cosas en su sitio. Como buena matriarca, apostó por un look de lo más adecuado para una tarde de confidencias con sus hijas (confidencias que más tarde saldrán en televisión en horario de máxima audiencia, todo sea dicho de paso). Pantalón ajustado, camiseta blanca y chaqueta de rayas. ¡Olé! Así sí se puede subir uno donde le dé la real gana. Aunque consciente de sus limitaciones, Mari Tere prefirió pasear y dejar a Platero tranquilito. Estamos contigo amigo.
La era de los reality ‘chous’ (shows en inglés)
Y he aquí que una se plantea si la telerrealidad es el futuro de las celebrities patrias e internacionales. Porque si Kim Kardashian (35) y familia han conseguido que Keeping Up With The Kardashian se sitúe ya en su doceava temporada, ¿quién nos dice a nosotros que no veremos en directo el sesenta cumpleaños de Terelu? De momento, ya pasean rodeadas de cámaras por las calles como ya es habitual en el clan Kardashian.
¡Si ya hemos compartido con Mari Tere una mañana de confidencias en la cocina mientras preparaba una receta con la Thermomix! Y no solo eso. Hemos acompañado a Las Campos al endocrino, a una partida de cartas, a una comida con Edmundo ‘Bigote’ Arrocet (66)… ¿Alguien da más? (ya os digo que me voy a ver la temporada uno al completo en cuanto acabe este artículo).
¿Por qué ha triunfado Las Campos?
Pues por la cosa más sencilla y llana del mundo: el morbo. No hay nada que le guste más a uno que la vida ajena. Porque la tuya ya la tienes muy vista y no te interesa. Pero saber dónde vive la reina de las mañanas, quiénes son sus amigos, la relación amor-odio de Terelu con la báscula, cuáles son sus restaurantes favoritos, ver sus casas por dentro… ¡Nos encanta!
Sí, amigos. La telerrealidad se impone en la pequeña pantalla como el print animal se instala en el armario de las famosas a partir de los cincuenta (algo que sigo sin entender, pero bueno). Hay quienes dicen que son formatos vacíos y de nula calidad. Vale amigos, de acuerdo que no son tan educativos como los documentales de La2, pero entretener, entretienen y mucho. ¿O no? Y quizá, solo quizá, la plebe solo quiere desconectar al llegar a casa y que Mari Tere le haga un hueco en su vida. ¿Tan malo es eso? Yo, a partir de hoy, me declaro fan absoluta de Las Campos. Larga vida a este reality.
Ah, y si por algo echo en falta un programa como Aquí hay tomate es porque me moriría por ver comentar las imágenes de Terelu y Carmen sobre Platero con esta canción de fondo. Borriquito como tú, tururú.